Cohetes termobáricos y excavadoras: el otro arsenal que Israel está empleando en Gaza

• ​Guerra entre Israel y Hamás, en directo: última hora de los ataque en Gaza

Lo que comenzó como unos ataques selectivos, ya no esconde que la entrada en Gaza, por parte de las tropas israelíes, es un hecho y tras una tensa espera, han hecho más que tantear el territorio palestino controlado por Hamás. Sobre estos combates circulan numerosas imágenes y vídeos. Muchos no dejan de ser mera propaganda, pero también nos dan muchas pistas de lo que allí está ocurriendo. Y es que Israel está utilizando todo tipo de blindados y armas en un combate que no es nada convencional.

Si se analiza desde un punto de vista exclusivamente militar, hay que reconocer que las tropas hebreas están actuando en Gaza de una manera inteligente, que en este caso casi significa hacerlo de una forma muy bien preparada y planificada. Comenzaron ocupando las zonas exteriores, el perímetro, para luego penetrar en el territorio, separando la ciudad de la frontera con Egipto. De esta forma han conseguido aislar la zona más urbana, donde Hamás es más fuerte, cortando o al menos limitando su conexión con el exterior.

Es la única forma si quieren acabar con los terroristas, aunque tampoco va a ser fácil. La extensa red de túneles —el Metro de Gaza— también es una vía de comunicación y, aunque los ataques previos han podido causar graves daños a esa infraestructura y a la logística y capacidad de movimientos de Hamás, cerrarlo del todo va a ser tarea casi imposible.

Por eso, aunque una parte del drama de esta guerra se va a desarrollar en el subsuelo, lo que vemos en superficie es una buena muestra del tipo de lucha que se está librando.

El puño acorazado israelí

Todos aquellos que, años atrás, se empeñaban en matar al carro de combate, como algo obsoleto e inútil ante armas contracarro y drones, han de ver que el grueso de las acciones ofensivas israelíes se basa en el empleo de blindados, sobre todo carros. Está claro —porque siempre ha sido así— que el tanque, con sus vulnerabilidades y limitaciones, sigue llevando el peso del combate terrestre y sigue siendo el apoyo de la infantería cuando se trata de poner los pies en zona hostil.

También estamos comprobando que los israelíes, como también apuntábamos hace unas semanas, emplean todo tipo de blindados, desde los más modernos a otros desfasados, pero útiles cuando son bien empleados. Para las IDF (o fuerzas armadas israelíes) el blindado principal sigue siendo el Merkava, sobre todo de las versiones más modernas, los IV y IV Barak (o Merkava V). La idea de alto mando judío era dejar los Mk IV —también se les denomina así— como elementos de primera línea y una parte de los Merkava III como reserva, dando de baja, transformando o deshaciéndose de las versiones más antiguas, la Mk I y la Mk II.

La realidad es que en primera línea se suelen ver unidades modernas junto a los Namer para transporte de tropas, pero también se están viendo muchos de los modelos Mk III, algunos sin modernizar y otros de la versión Mk III BAZ, que incluye aire acondicionado de fabricación local, sistema NBQ —para guerra química o nuclear— y blindaje mejorado, pero también de la Mk III Dor-Dalet, una versión a caballo entre el Mk III y el Mk IV a la que se le introdujeron algunos de los sistemas que luego se estandarizaron en los Mk IV.

Los Merkava en servicio (a partir del Mk III) disponen de un cañón IMI de 120 mm de ánima lisa (equivalente, por ejemplo, al de los Leopardo españoles) que existe en tres variantes, todas ellas bastante similares. La particularidad israelí es que está pensado para disparar no solo los clásicos proyectiles, sino también misiles guiados contracarro LAHAT. Además, es capaz de utilizar prácticamente cualquier munición OTAN de ese calibre.

En los combates que se están librando no tiene ningún sentido emplear municiones flecha como los M332 y M338 o perforantes como el M325 y mucho menos misiles. No hay objetivos blindados y, por tanto, la munición que están utilizando (por cientos) es con toda seguridad el proyectil M339, un modelo rompedor multipropósito muy adecuado para combate urbano y con muy buena penetración sobre estructuras de hormigón. Pesa 27 kg (completo) y puede programarse para que explote por contacto, con retardo o con dispersión (tipo airburst).

Ideas que llaman la atención

Junto a los Merkava, los impresionantes Namer, con una gran protección para vehículos de este tipo, pero que tampoco les hace invulnerables —ningún blindado lo es— y, de hecho, se ha visto un vídeo de uno de ellos atacado por milicianos de Hamás que acaba destruido. Pero a la vez que vemos imágenes de un modelo tan sofisticado, vemos columnas de M113, el venerable transporte que en España se denomina TOA y que se desarrolló antes de la guerra de Vietnam. Se ven imágenes de muchos de ellos con diferentes grados de modernización y con su blindaje reforzado —es su punto débil— pero que Israel emplea muy bien al tenerlos destinados a segunda línea o en tareas logísticas.

Lo de los carros con cope cage o protecciones en la torre frente a drones —los enrejados— ya no sorprende, aunque el caso israelí es diferente de la situación en Ucrania. Allí, sobre todo al principio, la amenaza para los rusos eran los misiles contracarro sofisticados, como los Javelin y, frente a eso, todo lo que los rusos ponían sobre la torre servía de poco. Pero sí es cierto que son de utilidad frente a drones suicidas y sobre todo, granadas lanzadas desde lo alto de edificios o drones, esto último por cierto, algo que pese a los vídeos difundidos por Hamás (muy pocos) deben ser casos puntuales.

Otras cosas son mucho más curiosas e interesantes. Una de ellas son las imágenes de los Merkava e incluso de las piezas de artillería ATP M109 dotados con un remolque. Esto, que no se utiliza en ningún otro país, podría sonar a ocurrencia, pero hay que reconocer que las IDF —de las que ya dijimos adaptan todo a sus peculiares necesidades— no suelen equivocarse en los asuntos de la guerra. Esos remolques, fabricados por la empresa Urdan —de improvisado, nada— llevan depósitos de combustible con 6.000 litros o munición adicional, hasta 175 proyectiles de 120 mm.

Como en casi todos los aspectos militares, la verdadera utilidad de esto del remolque depende de en qué circunstancias se use. Por un lado, algo de movilidad le va a quitar al blindado, pero sobre todo le va a restar capacidad de maniobra si se mete en combate. Por ello, esos remolques, en el caso de los carros, se pueden desenganchar de manera automática desde el interior. En ese sentido, podría ser una buena idea si funcionan al estilo de los depósitos auxiliares de los aviones, que en caso de entrar en combate se lanzan.

Sin embargo, representan un elemento muy vulnerable ante un ataque, especialmente si llevan munición, por lo que solo se deben utilizar como un modo de que las unidades lleven parte de su propia logística consigo, pero nunca llevarlo en combate. Hay que recordar que, desde las zonas de concentración hasta el lugar de contacto con el enemigo, los blindados van por sus propios medios, lo que supone un consumo importante de combustible. Así, estos remolques podrían funcionar al estilo de los depósitos externos auxiliares de los tanques rusos.

Cohetes termobáricos y excavadoras

Otra cosa que hemos podido ver y que llama bastante la atención es la utilización de una especie de proyectil con una trayectoria parecida a la de los morteros, lanzado por un blindado. No es nada secreto ni nuevo, pero es verdad que no se ve todos los días y que provoca una enorme explosión. Lo que están utilizando es lo que se denomina CARPET y es un sistema ideado para ingenieros y zapadores en tareas de apertura de un campo de minas.

El CARPET consiste en un lanzador con 20 cohetes de 265 mm y 46 kg de peso cada uno, dotados de ojiva con carga termobárica. Los cohetes se lanzan a corta distancia, entre unos 60 y 160 metros, y la idea es que un lanzamiento secuenciado sobre un campo minado genera una onda de calor tal que hace detonar las minas, abriendo un paso de aproximadamente 100 metros de ancho. Es una táctica de desminado, pero que los israelíes también han encontrado muy eficaz para otros objetivos, como entradas de túneles o puestos escondidos.

La munición termobárica, también llamada "bomba de vacío", utiliza una mezcla de combustible y aire a presión junto a una parte explosiva. Al explotar libera la mezcla pulverizada, que de inmediato se incendia, provocando una onda expansiva a alta temperatura y una sobrepresión que aniquila todo lo que encuentra a su paso, provocando acto seguido un vacío.

Este sistema está preparado en forma de kit y se puede acoplar a varios vehículos, aunque lo habitual es verlo en blindados de ingenieros. A este respecto es destacable la importante presencia de los Puma, uno de estos blindados tan especiales, muy extendido entre las IDF y que se diseñó a partir de la barcaza del carro de combate Centurión, un blindado muy apreciado por Israel cuyo diseño británico original es de 1945.

Junto a los Puma también se están viendo numerosos bulldozer y excavadoras blindadas. Un tipo de vehículo muy empleado por las IDF en tareas de apertura de obstáculos y demolición de túneles e infraestructuras de Hamás. Se trata de modelos que, tal como explicamos anteriormente, iban a emplearse a fondo en este particular y sangriento combate urbano.

Entre los modelos más comunes tenemos el bulldozer Caterpillar D9 y la excavadora 349E, del mismo fabricante. Ambos modelos civiles a los que se ha añadido un fuerte blindaje para protección de los tripulantes. Hay que tener en cuenta que muy a menudo el trabajo de estas máquinas es crítico. Es lo que abre camino y permite el paso de tropas y vehículos, por lo que suelen actuar en primera línea y se convierten, de inmediato, en objetivos prioritarios.