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A las orcas no les gusta el heavy metal: un marinero alemán lo comprueba en el Estrecho de Gibraltar
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No es la solución a los ataques

A las orcas no les gusta el heavy metal: un marinero alemán lo comprueba en el Estrecho de Gibraltar

Al marinero se le ocurrió poner heavy metal a las orcas con el propósito de ahuyentarlas. Desde luego, la idea no salió en absoluto como esperaba

Foto: El heavy metal no es la solución para prevenir los ataques de orcas (EFE/Loro Parque)
El heavy metal no es la solución para prevenir los ataques de orcas (EFE/Loro Parque)

En los últimos dos años, los ataques de orcas contra embarcaciones recreativas y de pesca no han parado de aumentar, especialmente, en el Estrecho de Gibraltar, Portugal y el norte de España. Un fenómeno al que no solo se le está buscando una explicación, sino también un remedio que no comprometa el bienestar de los animales ni de las personas. A tenor de los resultados, el ideado por Florian Rutsch es muy original, pero no demasiado efectivo.

Florian Rutsch es el propietario de un catamarán que alquila en el Estrecho de Gibraltar a turistas de alto poder adquisitivo. Como muchos otros marineros que trabajan en la zona, tuvo un encuentro con la manada de orcas que está protagonizando los ataques a embarcaciones. En esa ocasión, apretó el acelerador (es la principal recomendación que hace el Gobierno de España en estos casos) y logró que le dejaran tranquilo.

Ese suceso sucedió en mayo de 2023 y, solo seis meses después, se volvió a repetir. Eso sí, durante todo ese tiempo, el marinero alemán había estado investigando en foros especializados (uno de los más importantes es orcas.pt, que ya cuenta con más de 2.000 usuarios registrados) acerca de cómo ahuyentar a las orcas. Allí encontró lo que creía ser la solución: poner música heavy metal a todo volumen usando altavoces submarinos.

No fue buena idea

En concreto, lo que hizo fue diseñar una lista de reproducción en Spotify titulada 'Metal for Orcas', la cual incluye temas tan conocidos por los seguidores de este género musical como The Blood of Power (Dying Fetus), Stretched and Devoured (Analepsy) o Infinite Terror (Aborted). Después, salieron a navegar con los altavoces submarinos encendidos y a todo volumen, esperando que el sonido disuadiera a las orcas.

Foto: Una orca. (Reuters/Enrique Marcarian)

¿El resultado? Las orcas envistieron su catamarán con más fuerza que la vez anterior (no se sabe si atraídas por el sonido de la música heavy metal o en señal de protesta tratando de que dejara de escucharse). Lo que sí está claro es que, fruto del ataque, los animales destrozaron el timón de la embarcación y la dejaron inutilizada, aunque no llegaron a hundirla. Por suerte, las autoridades marítimas españolas llegaron rápidamente y consiguieron remolcarla a puerto.

El marinero Florian Rutsch ha contado esta historia al The New York Times en una reciente entrevista, en la cual ha declarado también que la situación “da miedo” y que “nadie sabe qué funciona y qué no”. Queremos recordar que los científicos barajan seriamente la posibilidad de que los ataques estén liderados por White Gladis, una orca traumatizada tras haber sido golpeada por un barco o quedar atrapada en una red de pesca cuyo comportamiento está siendo imitado por el resto de miembros de su manada.

En los últimos dos años, los ataques de orcas contra embarcaciones recreativas y de pesca no han parado de aumentar, especialmente, en el Estrecho de Gibraltar, Portugal y el norte de España. Un fenómeno al que no solo se le está buscando una explicación, sino también un remedio que no comprometa el bienestar de los animales ni de las personas. A tenor de los resultados, el ideado por Florian Rutsch es muy original, pero no demasiado efectivo.

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