Un informe de la NASA advierte: el Ártico y la Antártida están en mínimos históricos
En el informe se revelan los preocupantes datos obtenidos durante el mes de septiembre. El calentamiento global está siendo el detonante de lo que sucede
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Una investigación realizada por la NASA en colaboración con NSIDC (Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo) ha arrojado una serie de datos preocupantes. En primer lugar, el pasado 19 de septiembre se registró la extensión mínima anual de hielo marino en el Ártico (Polo Norte). De hecho, entre los meses de marzo y septiembre perdió una cantidad equivalente al territorio continental de Estados Unidos. Es la sexta peor cifra registrada por satélite.
Sin embargo, la situación de la Antártida (Polo Sur) es todavía peor. El 10 de septiembre alcanzó su extensión de hielo marino más baja de toda la serie histórica, que comienza en 1979. Lo más grave de todo es que sucedió en un momento en el que debería estar creciendo a un ritmo bastante alto, ya que acababan de pasar los meses más oscuros y fríos del año. Los propios investigadores que trabajan en la región aseguran que los principales pasos de acceso se encuentran mucho más abiertos que en años anteriores.
Arctic sea reached its annual minimum on Sept. 19, making it the sixth-lowest year in the satellite record, @NASAEarth and @NSIDC report. Meanwhile, on Sept. 10, Antarctic sea ice reached its lowest maximum on record. https://t.co/xQ82IvS42C pic.twitter.com/vZ7gnB3Ah1
— NASA (@NASA) September 25, 2023
Walt Meier, científico del NSIDC, no ha tardado en explicar cuál es el motivo fundamental de que este descenso en los niveles de hielo marino de los polos se esté produciendo. En concreto, el responsable es el calentamiento global. Los registros satelitales dieron comienzo en 1979 y, desde entonces, cada año se ha apreciado una reducción paulatina y constante. Es más, también es posible apreciar cómo la fase de deshielo comienza antes y la de heladas se retrasa. El ritmo medio es de una semana por cada década.
La retroalimentación del albedo de hielo
El ciclo de retroalimentación del albedo de hielo es clave en la aceleración de este proceso. En concreto, se fundamenta en que el hielo refleja la mayor parte de la radiación solar que recibe, mientras que el agua marina la absorbe. Aproximadamente, un 90 % del total. Por tanto, cuanto más grandes son las áreas oceánicas expuestas al sol, más sube la temperatura del mar y más rápido se derrite el hielo de los polos.
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El deshielo también se ve motivado por fenómenos como El Niño o determinados patrones de viento. Sin embargo, todos ellos están produciéndose en épocas en las que antes no era habitual a causa del calentamiento global. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta alcanzar valores neutros parece ser la única forma de revertir este proceso antes de que sea demasiado tarde.
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Una investigación realizada por la NASA en colaboración con NSIDC (Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo) ha arrojado una serie de datos preocupantes. En primer lugar, el pasado 19 de septiembre se registró la extensión mínima anual de hielo marino en el Ártico (Polo Norte). De hecho, entre los meses de marzo y septiembre perdió una cantidad equivalente al territorio continental de Estados Unidos. Es la sexta peor cifra registrada por satélite.