La inteligencia artificial modifica a los personajes de 'El Señor de los Anillos': así serían según los libros
Muchos consideran que las películas de 'El Señor de los Anillos' son relativamente fieles a los libros. Al menos, en cuanto a la historia, porque la apariencia de los personajes no tiene mucho que ver
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Jim Clyde Monge, ingeniero de software, artista aficionado y fan incondicional de El Señor de los Anillos, se preguntó si la imagen de los actores contratados por Peter Jackson en su famosa y oscarizada adaptación de la obra se correspondía realmente con la indicada por J.R.R. Tolkien. Para encontrar la respuesta, introdujo las descripciones realizadas por el autor en el programa de IA DALL-E 2. El resultado solo se puede calificar como sorprendente.
Especialmente, en el caso de Frodo. El protagonista de los libros, que en la gran pantalla fue interpretado por Elijah Wood, presenta unas diferencias enormes. Esto se debe a que Tolkien lo describió como un hobbit de 50 años “corpulento, alto, ojos alegres, barbilla hendida y mejillas sonrosadas”. Desde luego, nada que ver con la apariencia juvenil del actor estadounidense, que tenía solo 20 años cuando se estrenó la primera parte de la saga.
También tenemos que hablar de Sam. El actor Sean Austin contaba con 30 años en el momento en el que se produjo el rodaje y ya había aparecido en varias películas conocidas. Entre ellas, The Goonies. Sin embargo, Tolkien también lo describió como bastante más mayor y provisto de cabello rizado y castaño y ojos oscuros y grandes. Nada que ver con la melena rubia que lucía en las películas.
Los que más y menos se parecen
Otro caso en el que hay pocas coincidencias, aunque sí algunas más, es entre el actor elegido y la descripción del personaje de Aragorn. El honor de interpretarlo recayó en Viggo Mortensen, que no alcanza el nivel de altura y delgadez que le otorgó Tolkien. Además, el actor no tiene los ojos marrones, sino azules.
El que más se asemeja de todos es Gandalf, cuyo personaje fue interpretado por el emblemático Ian McKellen tanto en la trilogía de El Señor de los Anillos como en la de El Hobbit. Es muy probable que la presencia del pelo blanco y de la barba larga indicada por Tolkien haya ayudado a que el parecido sea mayor, ya que ambos elementos brindan la posibilidad de ocultar una mayor cantidad de rasgos faciales.
Hemos dejado el caso más flagrante de todos para el final. Hablamos, cómo no, de Légolas. Tolkien le describe como un “elfo arquero” que destaca por su altura, delgadez, agilidad, fuerza y velocidad. Sin embargo, el rostro del actor Orlando Bloom no tiene nada que ver con la imagen generada por Dall-E 2, la cual tiene en cuenta cómo el autor imaginaba a los elfos con carácter general.
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