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El inventor de la Roomba sabe cuándo te vas a empezar a cansar de tu robot aspirador
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HABLAMOS CON COLIN ANGLE

El inventor de la Roomba sabe cuándo te vas a empezar a cansar de tu robot aspirador

El CEO de iRobot argumenta que la incorporación de la inteligencia artificial a estos electrodomésticos es esencial para que realmente sean útiles y no acaben "acumulando polvo" en un cajón

Foto: Foto: M. McLoughlin.
Foto: M. McLoughlin.

"Solo he tenido un trabajo en mi vida: este". Si hubiera algún tipo de clasificación de personas que han pasado más tiempo desarrollando robots aspiradores, Colin Angle probablemente lideraría la lista o estaría compitiendo por el primer puesto. Fundó iRobot en el año 1990 tras terminar sus estudios en el MIT. Después de una década en la que su empresa llegó incluso a ser contratista del Pentágono, en 2002 lanzó al mercado la primera Roomba, una máquina que, con el paso de los años, se convirtió en el estándar de toda una industria. "Son 30 años de trabajo y 21 creando robots aspiradores", recuerda. Vamos, lo que se dice toda una vida.

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Un tiempo que no solo le proporciona un vasto conocimiento, sino también la audacia para aventurarse a prever cómo responderán los clientes ante ciertas situaciones. Una especie de atalaya que le permite anticipar el momento en el que podemos cansarnos de ese robot aspirador que tanto deseábamos y que, finalmente, ha llegado a casa. "Las primeras semanas es lo que yo llamo la luna de miel. Durante ese tiempo, los usuarios pensarán siempre que el robot es superinteresante", explica a El Confidencial en un encuentro con periodistas en Madrid con motivo de la presentación de sus nuevos productos.

¿Se nos rompió el amor?

"Si el robot se choca con algo, le pediremos perdón y casi diremos que es culpa nuestra por no haber recogido bien el suelo", continúa. Angle dice que ese estado de enamoramiento dura unas tres semanas. A partir de ese momento, empiezan "las realidades de vivir juntos", y, cada vez que el aparato no termine su tarea, la relación se resiente. El inventor de la Roomba dice que, si la máquina cumple "en nueve de cada 10 ocasiones", la cosa irá bien. "Si cumple solo en seis de cada 10 veces, hay bastantes posibilidades de que pronto acabe en un cajón acumulando polvo".

Señala un punto especialmente traumático: cuando el usuario tiene que volver a mapear toda su casa. "El cliente promedio solo quiere pasar una vez por ese trámite. ¿Qué ocurre si coloco un mueble nuevo o si muevo el sofá o una mesa?", se pregunta. Asegura que el verdadero desafío para los fabricantes es que realmente "se pueda confiar en que el robot va a limpiar" como las personas, "funcionando perfectamente durante un largo periodo de tiempo".

La teoría de la luna de miel le sirve para explicar la necesidad de que los aparatos que nos rodean en nuestro día a día incorporen inteligencia artificial y otras tecnologías como el aprendizaje automático. Tecnologías que pueden ayudar a que el robot que compres funcione exactamente igual de bien, independientemente del entorno.

placeholder Colin Angle en una imagen de archivo. (Reuters)
Colin Angle en una imagen de archivo. (Reuters)

"El desafío de tener un aspirador funcionando en una casa pequeña sin quedarse atascado es mucho mayor que en una casa grande. En un apartamento pequeño hay espacios más reducidos y muchas más probabilidades de quedarse atrapado. Y lo importante es la finalización de la limpieza", explica. "Por eso mismo se necesita más inteligencia y el uso de cámaras para reconocer qué limpiar y qué no, y cómo hacerlo".

En este sentido, la compañía ha presentado una nueva serie de robots aspiradores, así como una nueva versión de su sistema operativo con funciones basadas en IA y aprendizaje automático para "resolver deficiencias" que presentan sus competidores. iRobot OS 7.0, que es como se llama su nuevo software, incorpora dos nuevas herramientas llamadas dirt detective y smart scrub.

"Hacer funcionar un robot aspirador en un piso pequeño es mucho más difícil que en uno grande"

Cualquiera que se haya ocupado de la limpieza de la casa, e incluso aquellos que pasan de ello, saben que algunas habitaciones y estancias necesitan un trabajo más a fondo, como puede ser el caso de las baldosas de la cocina, donde pueden generarse manchas más profundas y complicadas de eliminar. Smart scrub hace precisamente eso: friega repetidamente hacia adelante y hacia atrás con una presión decreciente para eliminar esos restos más difíciles. Esta función es similar a la que Roborock presentó en su momento en sus modelos más avanzados, donde la mopa vibra constantemente. Los usuarios podrán activar esta nueva herramienta de Roomba en las habitaciones que deseen.

La otra novedad es dirt detective. Se trata de una serie de funciones que permitirán al usuario ver un "mapa de evaluación de la limpieza", una especie de historial que le permitirá identificar las habitaciones más sucias y que podrían requerir más atención la próxima vez que utilice el robot. Esta herramienta también es capaz de detectar cuáles son las zonas más transitadas y priorizar la limpieza en estas estancias, decidiendo si debe fregar o simplemente aspirar, y en qué orden hacerlo, ya que "no tiene sentido limpiar primero lugares como el baño y la cocina y llevar toda esa suciedad a otras habitaciones". La aplicación también proporcionará una hoja de ruta y sugerencias sobre cómo poner a punto la casa. "Esta es la inteligencia de la que hablábamos. Permite a los usuarios olvidarse por completo del proceso de limpieza, sabiendo que su robot limpiará como ellos lo harían".

Nuevos robots y nuevo software

Angle aprovechó su visita a Madrid para presentar dos nuevos modelos de alta gama: la Roomba Combo J9+ y la Roomba J9+. Son los sucesores de la familia J7+ que se lanzó el año pasado. La Roomba J9+ es un robot aspirador que cuenta con el doble de potencia de succión que su modelo anterior, una batería que mejora su autonomía y funciones diseñadas, entre otras cosas, para los hogares con mascotas, como una herramienta que detecta automáticamente si está sobre parqué, azulejos o alfombras y regula su capacidad de aspiración para recoger el pelo atrapado en moquetas y superficies similares.

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Foto: M. McLoughlin.

La Roomba Combo J9+ es, nuevamente, un robot aspirador que también friega. Repite la fórmula de la mopa retráctil, que coloca la mopa en la parte superior de la máquina para evitar mojar alfombras y otras zonas sensibles. La gran novedad en esta ocasión, más allá de la potencia renovada, es su nueva estación.

Esta estación, además de recoger la suciedad y almacenarla en una bolsa automáticamente, también rellena el tanque de agua limpia. A diferencia de otros modelos, no limpia la mopa. Empresas como Roborock o Dreame han presentado estaciones que se encargan de enjuagar la mopa y secarla.

Su gran novedad de este año es una base que, además de recoger la suciedad, rellena el agua

El agua sucia se almacena en un depósito separado. Los responsables de Roomba critican estas soluciones porque, al final, ocurre lo mismo que con el agua estancada y "genera malos olores", como ocurre si uno deja el agua de la fregona en el cubo durante varios días. Por ello, prefieren incluir una segunda mopa y un sistema para guardarla en el interior de la base y tenerla a mano. "Hay que pensar que, cuando los robots friegan, arrastran muchas bacterias. Para eliminarlas, se necesita jabón y otros productos, no simplemente agua, porque, si no, no se eliminan", argumentan. La Roomba J9+ costará 999 euros, y la Roomba Combo J9+ aumentará su precio a 1.399 euros.

El futuro con Amazon

En el horizonte más inmediato de la compañía se encuentra un hito especialmente importante: el acuerdo de compra por parte de Amazon. El gigante del comercio electrónico acordó el verano pasado pagar cerca de 1.600 millones de euros por iRobot, pero la operación está pendiente de recibir el visto bueno de diferentes reguladores de varias partes del mundo. Finalmente, el precio que pagará la multinacional estadounidense por la compañía será un 15% menor, ya que ambas partes han revisado el acuerdo de compra, debido a una línea de financiación solicitada por el fabricante de la Roomba para sostener sus operaciones en curso. Angle justifica que está limitado en lo que puede decir sobre este asunto, pero asegura que, en caso de que todo llegue a buen puerto, formar parte de Amazon le daría la "oportunidad de innovar mucho más" de lo que podrían hacer por su cuenta y riesgo. "Se necesita mucha inversión para lograrlo".

placeholder Foto: iRobot.
Foto: iRobot.

El músculo financiero de los de Seattle les permitiría hacer frente a esa oleada de fabricantes chinos de bajo coste que han ganado tanta popularidad en los últimos años y que les han ido comiendo mucho terreno. Lo han logrado apelando al órgano más sensible del ser humano: la cartera. "Ha habido más de 50 intentos diferentes de imitar la Roomba. Algunos han logrado crear un robot decente y económico, pero muchos otros lo han intentado, han fracasado y ya no están en la industria".

PREGUNTA: Algunas de esas marcas que intentaron arrebatarle el negocio tirando los precios ahora lanzan al mercado robots de 1.000 o 1.200 euros. ¿Le sorprende?

RESPUESTA: Ya se sabe que las marcas chinas han tenido un gran impacto en muchos consumidores y muchos productos diferentes, no solo en los robots aspiradores. Creo que es interesante ver lo que está ocurriendo, y no me sorprende. A algunas empresas que han tenido un poco de éxito les toca preguntarse hacia dónde van. Es una cuestión de pensar a largo plazo y de utilizar tu éxito para invertir y desarrollar productos que vivan más allá de las primeras semanas. (...) Esta industria va a ser lo suficientemente grande y va a haber espacio para múltiples compañías. Si yo estuviera dirigiendo algunas de esas empresas, me dedicaría a invertir en desarrollo constantemente. Todavía estamos en una etapa temprana de la robótica, e innovar va a ser clave, pero se necesita mucha inversión.

Foto: Los robot aspiradores Dreame W10 y el Roborock SV7 Max (EC Diseño)

Angle asegura sentirse decepcionado por estas estrategias de precio que sacrifican la experiencia del usuario. "Es un sentimiento personal. Llevo 21 años trabajando en este negocio con entusiasmo. Y eso me molesta porque, cuando la gente tiene malas experiencias, deja de creer en esta industria. Por eso, siempre doy la bienvenida cuando se construye un buen robot. No hagas un mal robot. Eso es lo importante".

Meter una Roomba en casa

Otro de los asuntos que ha dado mucho que hablar tras la oferta de compra y el acuerdo con Amazon es la privacidad. Un error de traducción en una entrevista de Angle con Reuters que daba a entender que iRobot empezaría a vender los datos de los usuarios y sus hogares disparó la cotización de la compañía, hasta que el error se resolvió y se rectificó.

Foto: Foto: iRobot.

Muchos no dudaron en señalar que el verdadero interés de la multinacional de Seattle era acceder a esa preciada información. Es probable que las autoridades, como ya ocurrió en la compra de Fitbit por parte de Google, pondrán algún tipo de límite en este sentido.

El CEO de la compañía advierte que hace años decidió adoptar una posición "muy firme en materia de seguridad y privacidad" y que diseñaron sus productos para preservar los datos de los usuarios. "Queremos ser buenos administradores de cualquier información que se recopile y solo se utilizarán para mejorar el robot, no para venderlos", explica.

Por ejemplo, recuerda que las fotos que toman algunos de sus modelos para aprender a esquivar objetos solo serán compartidas con la compañía si el usuario lo autoriza, para que se pueda mejorar el sistema. "Si no lo hace, las imágenes no salen de ahí". Reconoce que también está "sorprendido" por todo el ruido que se ha generado en torno a este asunto. "Nosotros no solemos hablar de esto, de datos y seguridad, porque los clientes no suelen fijarse. Cuando toman sus decisiones de compra, compran la solución más barata que satisfaga sus necesidades, sin tener en cuenta la privacidad en ese momento de la compra", argumenta, insinuando que los competidores que se basan en los bajos precios "necesitan adoptar otro enfoque", como comerciar con los datos de los usuarios. Habrá que ver si Amazon mantiene esa promesa.

"Solo he tenido un trabajo en mi vida: este". Si hubiera algún tipo de clasificación de personas que han pasado más tiempo desarrollando robots aspiradores, Colin Angle probablemente lideraría la lista o estaría compitiendo por el primer puesto. Fundó iRobot en el año 1990 tras terminar sus estudios en el MIT. Después de una década en la que su empresa llegó incluso a ser contratista del Pentágono, en 2002 lanzó al mercado la primera Roomba, una máquina que, con el paso de los años, se convirtió en el estándar de toda una industria. "Son 30 años de trabajo y 21 creando robots aspiradores", recuerda. Vamos, lo que se dice toda una vida.

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