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Adiós a Fitbit: por qué la mejor marca de pulseras deportivas se está hundiendo
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Google puede estar interesado en su compra

Adiós a Fitbit: por qué la mejor marca de pulseras deportivas se está hundiendo

La compañía que prácticamente creó el mercado de los 'wearables' ha visto como en 3 años más tarde su posición hegemónica ha caído en picado, al igual que sus ventas

Foto: (Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

La noticia saltaba este fin de semana. Sin previo aviso la agencia de noticias Reuters iniciaba un terremoto en el mundo de los 'smartwach' y los 'wearables' en general. Según este medio, Fitbit, la marca más conocida de pulseras inteligentes y una de las figuras clásicas de este sector, estaba a la venta. El anuncio caía como una bomba, pero ¿qué ha llevado a la empresa estadounidense a esta situación?

Las razones son varias y cubren numerosas aristas pues hablamos de una compañía poderosa y que, prácticamente creó el mercado de los 'wearables'. Durante años los consumidores no se compraban una pulsera inteligente sino que iban a por 'una Fitbit' y pasar de dominar así un mercado a al hundimiento no ocurre en un abrir y cerrar de ojos sino que se debe a múltiples factores que se resumen a continuación.

Foto: Fitbit Charge 3. (C. Castellón)

Para hacernos una idea de la situación actual de Fitbit solo hay que echar un ojo a los números de las ventas. La marca ha pasado de tener más del 20% de la cuota de mercado en 2016 (y estar solo superada por Xiaomi y Apple) a quedarse, en 2019, con el 5% y con la quinta posición. Marcas como Huawei o Samsung le han superado por la derecha y ni su potente nombre le ha servido para aguantar el tirón. Si pensamos que ya en 2017 la compañía venía cediendo posiciones y ventas es fácil darse cuenta de que la crisis de Fitbit no es nueva y que para nada es puntual.

Ahí tenemos una razón más que clara para buscar una compra por parte de otra empresa como Google que intente revertir la situación y devolver a la empresa a la senda del éxito, pero no es la única. A partir de 2015, momento en el que la empresa llegó a su punto más álgido con sus acciones cotizando a unos 50 dólares (ahora rondan los 5), la empresa ha visto como sus números caían en picado y eso no tiene que ver, solo, con unos resultados.

Adáptate o muere

Cuando creas un mercado y más en el sector de la tecnología cuentas con una ventaja clave, pero debes saber que más temprano que tarde esa ventaja se perderá si no consigues seguir el ritmo. Eso es lo que le empezó a pasar a Fitibit en 2015. Después de años y años como líder de los 'wearables' vio como Apple, Xiaomi o Samsung se sumaban a la pelea con arrestos y ponían en entredicho su hegemonía. Tan en serio iban que le superaron sin miramientos.

Vale, son compañías gigantes y pueden conseguir pasarte, pero el problema fue que desde aquel momento Fitbit no ha conseguido levantar cabeza. En los últimos años los de James Park y Eric Friedman han lanzado todo tipo de pulseras e incluso se ha animado con los relojes como los Versa, para competir con el Apple Watch y los Xiaomi Amazfit.

placeholder El Fitbit Versa, visto de frente. (C.Castellón)
El Fitbit Versa, visto de frente. (C.Castellón)

Su idea era crear el Apple Watch 'low cost', pero nada ha funcionado, o al menos no han conseguido dar con la tecla como cuando lanzaron sus más que conocidas pulseras. Y no solo eso sino que sus propios desarrollos se han quedado por debajo de la competencia, no solo de Apple. Un cóctel perfecto para la caída.

En tierra de nadie

El adáptate o muere es un punto clave para cualquier tecnológica, pero es que Fitbit no solo ha fallado en eso. Con su posición hegemónica en el mercado tenía todo controlado y podía jugar en una posición intermedia. Sus pulseras eran deportivas, pero también servían para los que se movían más bien poco. Su 'target' era gente que conocía bien la tecnología y quería añadir un nuevo dispositivo a su arsenal, pero también era el regalo perfecto para un padre o una madre sin demasiados conocimientos en este sentido. En algunos casos esa equidistancia puede servir, pero aquí se ha visto que no.

Con la llegada de los gigantes al sector, ese terreno intermedio se perdió para Fitbit, pero en vez de buscar una especialización o una salida hacia una parte concreta de un sector ya de por sí especializado y pequeño, prefirió mantener el pulso con Apple o Samsung. Un fallo que no ha terminado de remediar, como se ve en el caso de, por ejemplo, los relojes Versa. Son 'smartwatches' deportivos pero no ofrecen la confianza o las características de otros como Garmin o Polar que le han quitado prácticamente todo ese mercado a Fitibit, y se quedan lejos también de los relojes más 'urbanos' como el Apple Watch.

placeholder La nueva Fitbit Versa, la última apuesta de la compañía. (C. Castellón)
La nueva Fitbit Versa, la última apuesta de la compañía. (C. Castellón)

La nostalgia de Pebble

No se puede hablar de los problemas de Fitbit sin hablar de Pebble. El que se convirtió en uno de los proyectos más apoyados de la historia de los 'crowdfunding' sigue siendo visto por muchos como el primero y el mejor 'smartwatch' de la historia y vivió su fin después de que la empresa de Park y Friedman se comiese a la compañía que estaba detrás del mismo. ¿Lo peor? Que su comprador (se gastó entre 35 y 40 millones en la operación) no supo aprovechar todo su potencial.

Fitbit absorbió la marca, la hizo desaparecer y se quedó con todo el conocimiento y el desarrollo del proyecto, pero ha quedado claro que, al menos, no ha sido capaz de gestionar todo ese conocimiento. Los Versa son herederos claros de los Pebble pero falta ese concepto sencillo y a la vez completo de aquellos modelos. También es verdad que la compra se realizó cuando los Pebble ya estaban viviendo una gran crisis para poder adaptarse al nuevo mercado de los 'wearables'.

La inversión de la marca fue importante y esperaban sacar de la operación unos activos que le permitiese entrar de lleno en el mundo de los relojes inteligentes, pero de momento no lo ha conseguido. Es más, el fracaso de estos modelos llevó a Fitibit a reducir sus estimaciones de ingresos para este año de unos 1.520 millones a loa 1.430.

placeholder Una de las primeras versiones del 'smartwatch' Pebble
Una de las primeras versiones del 'smartwatch' Pebble

La esperanza de Google

Después de leer esto es fácil pensar en que esto es el fin de Fitbit, al menos como gran marca, pero no es algo tan sencillo. La idea de la venta no es un movimiento desesperado sino que busca dar un nuevo empujón a la marca sumándose a alguien todavía más grande. ¿En quién están pensando? Pues en Google, un gigante de la tecnología que no termina de despegar en el sector de los 'smartwatch'.

Alphabet, la matriz del buscador, estaría interesada, según Reuters, en Fitbit con la idea de dar una vuelta de tuerca a sus 'wearables' que de momento no consiguen enganchar con los usuarios como sí lo han hecho los de Apple o Samsung. Al hacerse con la marca que puso casi en marcha este sector, podría convertirla en una especie de Nest (la marca de los de Mountain View para el 'hogar conectado'). Google pone el dinero, conocimientos, 'marketing' y demás, pero mantiene la imagen y, en parte, la estructura original.

placeholder (Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

Lo malo es que hablamos de un acuerdo entre empresas de un tamaño muy considerable. Para conseguir llevar a cabo la compra, Google tendría que gastarse unos 1.370 millones de dólares, más lo que luego tendría que invertir para ajustar algo como Fitbit a Alphabet. Deben valorar si el esfuerzo merece la pena para crear un Pixel Watch que compita de tú a tú con Apple.

La noticia saltaba este fin de semana. Sin previo aviso la agencia de noticias Reuters iniciaba un terremoto en el mundo de los 'smartwach' y los 'wearables' en general. Según este medio, Fitbit, la marca más conocida de pulseras inteligentes y una de las figuras clásicas de este sector, estaba a la venta. El anuncio caía como una bomba, pero ¿qué ha llevado a la empresa estadounidense a esta situación?

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