Las multas por incumplir la ley 'rider' pueden costarle a Glovo hasta 400 millones

Dos años después de la aprobación de la ley rider, Glovo sigue incumpliendo la legislación laboral española al continuar empleando trabajadores autónomos para su actividad de reparto. El Ministerio de Trabajo lleva meses avisando a la empresa de que está llevando a cabo "una auténtica actuación de falsos autónomos" y de que "el peso de la ley caerá sobre ella", como aseguró a finales del año pasado la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Ahora, el dueño de Glovo, la alemana Delivery Hero, ha puesto cifra por primera vez a lo que tendría que pagar en caso de una multa de Inspección de Trabajo por incumplimiento laboral: entre 200 y 400 millones de euros.

Delivery Hero presentó ayer su informe financiero de mitad de año, en el que reconoce que "las autoridades españolas han iniciado investigaciones respecto a la reclasificación de repartidores [de autónomos a asalariados]", señala. Se trata de investigaciones que ya tienen como base el cumplimiento o no de la nueva ley rider. Hasta ahora, las sanciones a las que se ha enfrentado Glovo (más de 130 millones durante el último año) tenían como base legal la legislación previa. Pero esas multas se pueden disparar a partir de ahora, ya que, con el nuevo texto en la mano, Glovo lleva más de dos años cometiendo una flagrante ilegalidad.

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"Las investigaciones hacen referencia al nuevo modelo de negocio que Glovo lleva operando desde agosto de 2021", continúa el informe. "Si la flota de repartidores tiene que ser reclasificada como flota asalariada, el Grupo calcula que puede enfrentarse a contribuciones de la Seguridad Social, sanciones y multas por retrasos en los pagos y reclamaciones de impuestos por un total que podría estar entre 200 y 400 millones de euros".

Delivery Hero ya había presupuestado una provisión de casi 260 millones de euros para cubrir los imprevistos legales asociados a la compra de Glovo en diciembre de 2021. La cifra que ahora pone sobre la mesa de hasta 400 millones en multas supone la mitad de lo que la firma alemana pagó por el 50% restante de la compañía por hacerse con el control completo. En 2022, Glovo registró pérdidas de más de 300 millones de euros. Por su parte, Delivery Hero obtuvo unos ingresos de 5.070 millones de euros en la primera mitad del 2032 (un 21% más respecto al año pasado), pero un beneficio neto de solo 9,2 millones (y unas pérdidas de 323 millones en el mismo periodo del año pasado).

Está por ver cómo afectará al negocio de Delivery Hero las multas adicionales de hasta 400 millones de euros, pero lo que está claro es que el Ministerio de Trabajo ha convertido este caso en su prioridad número uno. El departamento que dirige Yolanda Díaz ya ha dejado claro que, si las compañías no cumplen, trasladará a la Fiscalía la documentación pertinente para que ejerza las acciones oportunas por vía penal. De abrirse esa vía, las sanciones finales podrían ser mucho mayores.

De momento, la estrategia de Glovo pasa por recurrir en los tribunales todas las sanciones, alargando así el proceso. Tras la entrada en vigor de la ley rider, la compañía introdujo cambios en su relación laboral con los repartidores para darles máxima libertad en la elección de pedidos y horarios, y desligarse así todo lo posible de la supuesta relación laboral entre ambas partes. La compañía defiende que, de momento, no hay ninguna sentencia judicial en contra de su nuevo modelo y que, por tanto, cumple a rajatabla la legislación. Pero un pronunciamiento en contra parece solo cuestión de tiempo.

Glovo no es la única en el punto de mira. Uber Eats, ante la ausencia de sanciones a su competidor por la ley rider, decidió a finales de 2022 volver a operar con autónomos. Será ahora Inspección de Trabajo la que tendrá que mover ficha sobre ambas empresas.