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La fiebre cripto explotó, pero estos 'degenerados' siguen jugando: "Saben que el 99% son estafas"
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Ganar dinero con carreras de hámsteres

La fiebre cripto explotó, pero estos 'degenerados' siguen jugando: "Saben que el 99% son estafas"

Casinos con ratas, dibujos de chicas con tintes misóginos colocados como símbolos y decenas de engaños. Mientras el mercado de las criptomonedas sigue cayendo, a los autodenominados 'degen' les da igual, ellos siguen apostando

Foto: Un espectador en la 'Bitcoin Conference'. (Reuters)
Un espectador en la 'Bitcoin Conference'. (Reuters)

El pasado 10 de mayo, el dueño de X (la antigua Twitter), Elon Musk, colgaba uno de sus enigmáticos tuits en su red social. Solo era una imagen de un dibujo pixelado en el que ponía "Esto no es un meme, te amo". La mayoría de sus seguidores verían el mensaje sin entender nada de aquella imagen, pero para un pequeño grupo fue como si les hubiese tocado la lotería. El meme en cuestión pertenece a una colección de NFT convertida en símbolo de los últimos fans de esos activos digitales y su precio se disparó con el tuit. Las Milady (así se llama el dibujo) son un objeto de deseo para un movimiento que se mueve en las profundidades de la red como los últimos creyentes del mundo cripto. Se autodenominan degen (degenerados) y mantienen a flote un mercado que no para de caer.

Con la explosión de FTX, la caída de otros grandes proyectos del sector, la regularización y el enfriamiento de la economía global, el sueño de las criptomonedas se fue por el sumidero a finales de 2022. Y siguió el mismo camino en 2023. Los proyectos que sobrevivieron plegaron velas y todos los que creían que podrían forrarse comprando y vendiendo estos activos, acabaron saliendo del mercado o dando su apuesta por perdida. Pero hubo un reducto que, lejos de quitarse de en medio, se ha quedado con gran parte de lo que queda en el mercado. Pequeños inversores que siguen creyendo que se puede ganar dinero con las cripto. ¿Cómo? Vale casi cualquier proyecto. En los últimos meses, han conseguido disparar ideas como las Milady, poner de moda sitios que hacían carreras de hámsteres, que distintos proyectos les regalen monedas a cambio de su tiempo o viralizar una especie de red social en la que todo el que quiera puede comprar acciones de su creador de contenido favorito.

Foto: Willyrex. (Imagen: EC Diseño)

"Es un término que se utiliza para mencionar a esas personas que están muy metidas dentro del mundo cripto. Son aquellos miembros de la comunidad que entran en todo tipo de narrativas de una forma temprana, es decir, son los locos de las criptomonedas, que entran los primeros en todo". El que habla es B-Block, un joven veinteañero español que mantiene su personalidad oculta y que se ha hecho un nombre como divulgador del sector. Dice no estar en una etapa muy degen de su vida, pero tiene un pódcast y una web en la que habla de todo tipo de estrategias cripto en 2023. "Un ejemplo es que cuando el mundo descubrió la criptomoneda Pepe, estos degen habían multiplicado ya su inversión por diez y ya se iban a deshacer de sus tókenes. Para cuando Binance lo listo, su inversión se había multiplicado por 200".

La memecoin Pepe es el último gran éxito de estos degen. Esta moneda surgió de una forma similar al dogecoin, que luego adoptó el propio Musk, como una broma, pero llegó a multiplicarse por 1.000 a principios de este año. En un mercado con cada vez menos liquidez y unos grandes activos que llevan casi dos años parados o perdiendo valor, esta economía basada en la apuesta se ha vuelto cada vez más presente y viral. Con grandes subidas y caídas del precio, estas inversiones parecen recuperar el camino inicial de las criptomonedas y lo hacen sin buscar nada más. Algo en lo que coincide Pepe con otras ideas como las Milady es que dicen abiertamente que no sirven para nada, y triunfan. Alejados ya de las promesas tecnológicas y proyectos que hablaban de cambiar el futuro, estos pequeños inversores buscan forrarse sabiendo que la mayoría de lo que compran puede ser una estafa. No importa eso, si llegas pronto y sales rápido.

"Los buenos degen, es decir, los que entienden y estudian el mercado, hacen un análisis psicológico y sobre ello invierten. Descubren narrativas, proyectos, que pueden generar mucha atención por cómo piensa la mayoría de los inversores y están muy encima para entrar pronto y saber cuándo salir", comenta Ericonomic, analista de mercado cripto y conocedor de estas tendencias. "Saben que el 99% de los proyectos pueden ser estafas y con ello trabajan", añade. ¿Por qué se les ve tanto ahora? "Porque realmente en bear market estos son los únicos usuarios que quedan. Al ser los primeros en entrar en todo, siempre encuentran nuevas monedas que vayan a subir. En bull market entran usuarios retail que se guían por videos de YouTube que analizan los gráficos cuando ya todo ha subido. Eso vale para poco o nada", detalla B-Block.

Aquí para ganar dinero

Esos retailers hace tiempo que se fueron. El mercado de las criptomonedas lleva meses yendo hacia abajo, con precios que caen y con menos dinero en circulación. Solo en 2022, la capitalización de las monedas digitales perdió tres quintas partes de su valor y se esfumaron 1,4 billones de dólares (una cifra cercana al PIB de España). Por eso, estos inversores tempranos son capaces de rapiñar el poco crecimiento que encuentran, a costa, claro, de los que compran tarde. Ericonomic lo cuenta con una Campana de Gauss. A la izquierda de la campana están los apostadores que se mueven por puro impulso y a la derecha los que analizan los proyectos. Mientras, en el centro se quedan los inversores normales. La idea de los degen, comenta el experto, es comprar cuando nadie conoce la moneda y vendérsela a los últimos en entrar cuando ya ha llegado a su pico. Claro, en ambas partes son pocos los que compran y venden con tanto riesgo. Pero todos juegan al mismo juego.

"Cuando el mercado cae aparecen los degen, que son aquellos que están muy metidos en grupos de información alpha, es decir, información privilegiada. Cogen fuerza, porque en un mercado bajista no te puedes fiar de nadie y no hay pequeños inversores dentro. El ejemplo más claro es Milady. Llegó a la comunidad española valiendo un ether (alrededor de los 1.800 euros), pero una semana después se puso en 1,7 ethers y, a los dos meses, Elon Musk puso su tuit, lo que lo llevó a siete ethers de precio mínimo. Ahora, cada Milady no baja de cuatro ethers", detalla B-Block.

La idea de adelantarse y cobrar la diferencia suena bien, incluso para los que están fuera. Desprovistos ya de discursos tecnológicos, solo se habla de cómo ganar dinero en un mercado enano. Pero, ¿cuánto hay de apuesta desesperada en todo esto? "Te pongo el ejemplo de Friend.tech, la red social en la que puedes comprar acciones de creadores de contenido. Si de repente se hace una cuenta una influencer de OnlyFans con miles de seguidores en su otra red y puedes comprar su acción a 200 dólares, ¿lo harías? Es una apuesta, claro, pero todo indica que ese precio va a subir mucho. Por eso creo que hay varios tipos de degen".

El caso de las carreras de hámsteres es otro ejemplo de la locura a la que puede llevar esta forma de invertir. Bajo el nombre de HamsterGG, el proyecto se hizo viral por organizar carreras de hámsteres a través de directos de Twitch en los que los usuarios podían apostar usando criptomonedas estables. Además, la empresa tenía su propia criptomoneda, Hams, que servía como una especie de acción y ofrecía dividendos. La locura hizo que del 19 al 21 de julio el precio de la moneda pasase de 2 centavos de dólar a casi cuatro dólares. Los días justos para que la gente empezase a ver cosas raras en el proyecto, como usuarios que aseguraban que las partidas se repetían y estaban amañadas. El 28 de julio, el precio ya había bajado a los 18 centavos.

¿Cómo se enteran los degen de estas tendencias? Olvidados los canales de YouTube e influencers que crecieron al albur de la gran ola del mercado en los últimos años, y con los medios de comunicación centrados en otros asuntos, ahora todo se mueve a través de lo que llaman información alpha. Estos usuarios que son capaces de ver las tendencias del mercado están creando grupos en los que todo pequeño inversor que no tenga tiempo para mirar continuamente lo que ocurre puede conseguir avisos o ideas sobre las tendencias basadas en información que consiguen los que los crean o gente a la que siguen. Así, hasta que, como pronostican muchos de estos expertos, vuelva el mercado alcista, a finales de este 2023.

Mientras tanto, gente como B-Block, asegura que aun a día de hoy es posible seguir ganando en criptos. "Hay que entrar muy dentro de las criptos para poder hacerlo, o comprar y esperar. Aquellas carteras que fueron muy rentables, son las que compraron en su día y no tocaron nada. Hay muchas formas, aunque la más conocida es con los referidos que utilizan la mayoría de los analistas técnicos de YouTube", termina.

El pasado 10 de mayo, el dueño de X (la antigua Twitter), Elon Musk, colgaba uno de sus enigmáticos tuits en su red social. Solo era una imagen de un dibujo pixelado en el que ponía "Esto no es un meme, te amo". La mayoría de sus seguidores verían el mensaje sin entender nada de aquella imagen, pero para un pequeño grupo fue como si les hubiese tocado la lotería. El meme en cuestión pertenece a una colección de NFT convertida en símbolo de los últimos fans de esos activos digitales y su precio se disparó con el tuit. Las Milady (así se llama el dibujo) son un objeto de deseo para un movimiento que se mueve en las profundidades de la red como los últimos creyentes del mundo cripto. Se autodenominan degen (degenerados) y mantienen a flote un mercado que no para de caer.

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