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La AN procesa a los responsables de Arbistar por estafar 92 millones en un 'criptopelotazo'
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32.000 inversores habrían perdido su dinero

La AN procesa a los responsables de Arbistar por estafar 92 millones en un 'criptopelotazo'

La Audiencia Nacional da un paso más en la investigación de una de las mayores estafas con criptomonedas de la historia de España. Según la propia AN, el producto que vendían nunca existió realmente

Foto: Entrada a la Audiencia Nacional. (EFE/Sergio Pérez)
Entrada a la Audiencia Nacional. (EFE/Sergio Pérez)

El juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, ha procesado a los siete presuntos miembros de Arbistar. Tras dos años de trasiego judicial, la AN lleva a los acusados al banquillo por, supuestamente, montar una trama criminal a través de la plataforma de comercialización de criptomonedas que daba sentido a la compañía. Según el juez, esa plataforma vendía productos, como bots de trading, que nunca existieron y sus impulsores usaron dicha coartada para defraudar, entre mayo de 2019 y septiembre de 2020, a 32.000 inversores por una cantidad superior a los 92 millones de euros.

En el auto, publicado este mismo martes, el magistrado procesa al líder de la trama Santiago Fuentes Jover y a otras seis personas por delitos de organización criminal y masa de estafa. Les impone, además, el pago de una fianza solidaria con la que hacer frente a una eventual condena de 123 millones de euros, la cantidad presuntamente defraudada más un tercio que establece la ley.

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Calama explica en su resolución cómo, a través de la web www.arbistar.com/es, los procesados comercializaban el uso de determinados programas automáticos de inversión llamados Community Bot. Bajo eslóganes como “con este sistema siempre se gana” y “ganar es la única opción”, garantizaba a los inversores unas ganancias entre un 8% y un 15% mensual, con el único requisito de que en dos meses no podrían retirar su dinero.

La empresa únicamente "vendía humo"

Estos programas automáticos (bots) supuestamente tenían como fundamento un software que aplicaba un algoritmo de inteligencia artificial. Con él, en teoría, se garantizaba la obtención de pingües beneficios. “Sin embargo, dicho algoritmo nunca existió y, por tanto, únicamente se vendía humo”, subraya el auto.

De esta manera, Arbistar ofertaba una inversión asegurando la obtención de una rentabilidad importante, al haber desarrollado un robot que realizaba automáticamente arbitraje con criptomonedas. El inversor, tras instalar este software en el ordenador personal, tan solo debía esperar a recibir abundantes ganancias, que inicialmente se cifraban en torno a un 8% y un 15% mensual, y que se pagaban semanalmente, siempre los sábados, con opción de sumar estas rentabilidades a las cantidades iniciales invertidas o podían optar por el reembolso. Sin embargo, reitera el juez, “dicho programa automatizado nunca existió, basándose la oferta de negocio en una ficción”.

La trama utilizó una parte del dinero obtenido de los inversores para entregarla a otros

Calama explica que lo que esta trama hizo realmente fue utilizar una parte del dinero obtenido de los inversores para entregarla a otros inversores anteriores en pago de los altos intereses convenidos, lo cual generaba una gran confianza en ellos acerca de que su inversión era segura y muy rentable. Siguiendo un modelo similar al piramidal, al recibir este dinero, ellos mismos se incentivaban para invertir una mayor cantidad, con la esperanza de obtener un beneficio aún mayor.

“Este esquema tipo piramidal no solamente se usaba para que los que habían invertido aportaran más dinero, sino para atraer a nuevas personas que invirtieran al ver los grandes beneficios casi inmediatos que percibían los anteriores inversores”. A estos efectos, indica, a los inversores se les ofertaba también un plan amigo a partir del cual si los clientes conseguían incluir nuevos clientes obtenían una importante compensación.

Así, continúa el auto, el artificio del engaño que desplegaron los decisores de Arbistar contaba con una red comercial activa y motivada por los incentivos económicos, un aparato de publicidad eficaz, y presencia en redes sociales. El éxito del negocio generó la imagen que cualquier burbuja especulativa precisa, la percepción de que el inversor siempre gana, y que las ganancias de la inversión siguen creciendo. Lo que se convirtió en la mejor publicidad del producto.

Otra de las estrategias de captación utilizadas por los procesados, explica el auto, fue la celebración de actos públicos en hoteles y salas de congresos con los que promocionarse y conseguir nuevos inversores, como el celebrado en Málaga el 27 de mayo de 2019, retransmitido en el canal de YouTube de Arbistar.

32.000 inversores afectados

El auto cuantifica en torno a los 32.000 el número de perjudicados, de los cuales han quedado individualizados cerca de 5.000, y valora en más de 92 millones de euros el total de la cantidad defraudada. Señala que 55 de los perjudicados los fueron en una suma superior a los 50.000 euros cada uno, y otros 17 en 250.000 euros.

Los procesados, sostiene Calama, “con evidente ánimo de lucro, hicieron creer a las víctimas que tenían una estructura empresarial seria, capaz de generar unos fáciles y suculentos beneficios a todos los que confiaran en su fraudulento sistema basado en un bot de arbitraje automatizado, siendo dicho engaño la causa del desplazamiento patrimonial que hicieron todos y cada uno de sus inversores. Cuando en realidad dicho sistema no era más que un espejismo causado por la ceguera de la ganancia prometida”.

placeholder Santiago Fuentes, CEO de Arbistar.
Santiago Fuentes, CEO de Arbistar.

Para el juez, el relato de hechos demuestra la existencia de un entramado criminal constituido en torno a la figura de Santiago Fuentes Jover, que lidera la organización, y de la que el resto de los procesados formaba parte ejecutando distintas tareas operativas. Trabajos necesarios para el funcionamiento de la escenificación que pusieron en marcha con el fin de acaparar ingentes cantidades de dinero bajo el paraguas de contar un software diseñado “solo para ganar”.

Con este objeto, Santiago Fuentes Jover habría diseñado, implementado, dirigido, y ordenado, una estructura de sociedades mercantiles (situando al frente de las mismas a distintos miembros de la organización, con diferentes cometidos y grados de responsabilidad) y que asumen otro tipo de actividades gestoras, financieras, o informáticas.

El titular del Juzgado central de Instrucción 4 rechaza procesar por estos hechos a cuatro investigados ante la falta de indicios de su participación en la operativa de estafa. Si bien, recuerda, se encuentran investigados por supuesto blanqueo de capitales en una pieza separada.

El juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, ha procesado a los siete presuntos miembros de Arbistar. Tras dos años de trasiego judicial, la AN lleva a los acusados al banquillo por, supuestamente, montar una trama criminal a través de la plataforma de comercialización de criptomonedas que daba sentido a la compañía. Según el juez, esa plataforma vendía productos, como bots de trading, que nunca existieron y sus impulsores usaron dicha coartada para defraudar, entre mayo de 2019 y septiembre de 2020, a 32.000 inversores por una cantidad superior a los 92 millones de euros.

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