Es noticia
Misiles y asaltos aéreos: qué nos dice el arsenal ruso sobre su estrategia de ataque
  1. Tecnología
Misiles con capacidad nuclear

Misiles y asaltos aéreos: qué nos dice el arsenal ruso sobre su estrategia de ataque

La forma en la que Rusia está empleado su arsenal durante estas primeras horas da muchas pistas sobre lo que podemos esperar en los próximos días

Foto: Cazas rusos Sukhoi-27.
Cazas rusos Sukhoi-27.
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Día dos de la invasión rusa de Ucrania y lo que nadie quería creer está sucediendo: Rusia avanza a gran velocidad hacia el corazón del país vecino. Vladimir Putin ha realizado un ataque demoledor con todo su arsenal, nada de tímidos avances de tanteo. Lo está empleando todo, misiles, artillería, asaltos aéreos, bombardeo táctico y asaltos anfibios, pero de forma perfectamente calculada. La forma en la que Rusia está empleado su arsenal durante estas primeras horas da muchas pistas sobre lo que podemos esperar en los próximos días acerca de los movimientos del Ejército ruso y una posible escalada más allá de Ucrania.

La operación militar está siendo contundente y aplicada paso a paso según la doctrina rusa. En primer lugar, se han ejecutado ciberataques y operaciones de guerra electrónica desde el día anterior. Se busca generar confusión, entorpecer comunicaciones y dificultar la toma de decisiones. Es importante, pero no se producen bajas. La ‘hora del dolor’ llega poco después. El inicio son los ataques a objetivos previamente seleccionados. Se trata de neutralizar centros de mando, instalaciones militares críticas, depósitos de armas, bases aéreas o núcleos de concentración de tropas.

Foto: Helicóptero ruso K-52M disparando bengalas.

Este primer ataque es vital. Se realiza con misiles de largo alcance y alta precisión. Se busca causar daño, paralizar los movimientos del enemigo, crear confusión atacando objetivos a retaguardia y, en general, dificultar cualquier reacción al ataque ‘de verdad’ que se producirá poco después. Aquí hay una labor previa de inteligencia de meses, en la que se han analizado las comunicaciones, monitorizado movimientos y calculado las coordenadas de los objetivos a batir. Cuando esto tuvo lugar, los mandos ucranianos supieron que la suerte estaba echada.

placeholder Helicóptero de maniobra Mil Mi-8. (Dmitry Terekhov)
Helicóptero de maniobra Mil Mi-8. (Dmitry Terekhov)

Es el momento de usar los Iskander y los Kalibr. Ya les hemos hablado de ellos, pero se trata de armamento de alta precisión para batir objetivos estratégicos a larga distancia. El 9K720 Iskander es un misil balístico de corto alcance, lo que en este tipo de ingenios no supone distancias cortas y llega hasta objetivos a 500 km. Es un misil grande, de 3.800 kg y más de siete metros de longitud, pero tiene la ventaja de que utiliza lanzaderas móviles sobre plataforma de camión, lo que hace que pueda desplegarse en casi cualquier sitio y sea muy difícil localizarlos con antelación. Un detalle que no debe pasar desapercibido es que tienen capacidad para llevar una cabeza de guerra nuclear.

Los Kalibr son diferentes. Se trata de misiles de crucero con un alcance enorme que varía, según las versiones, entre los 2.000 y 2.500 km. Son también de gran tamaño, entre 1.300 y 2.300 kg y 6,2 y 8,2 metros de longitud. Son lanzados desde buques y submarinos, por lo que queda clara la importancia de la flota rusa situada en el mar Negro. Los llevan las fragatas de la clase Admiral Grigorovich, muy modernas y recién entradas en servicio. Se trata de unidades de unas 4.000 toneladas, muy bien armadas con un lanzador vertical para ocho unidades. A diferencia de los Iskander (balísticos), los de crucero vuelan a baja cota (entre 50 y 150 metros) hasta su destino siguiendo una ruta y un patrón preestablecido. Su guiado es inercial o por radar activo y por satélite en algunas versiones.

El ataque convencional

Tras los ataques de precisión llega el ataque de artillería, cuya potencia en el Ejército ruso es demoledora. Se han visto lanzamientos de cohetes de grueso calibre, probablemente Smerch, pero habrán utilizado todo lo que tenían a su disposición, que es mucho. También se han detectado en algunos puntos varios lanzadores TOS-1, con su mortífera carga de cohetes de 220 mm con carga termobárica, letal contra posiciones fortificadas.

Luego viene el ataque aéreo. Es de suponer —y todo hace indicar que ha sido así— que la fuerza aérea ucraniana ha quedado en tierra, bien imposibilitada a salir por los daños en sus bases o porque se quiere mantener en reserva. También es de suponer que los principales centros de defensa aérea habrán sido destruidos. Esto incluye radares, fáciles de localizar y de atacar, así como lanzaderas de misiles de largo alcance, como las cuatro baterías que Ucrania dispone (o disponía) de los peligrosos S-300V1, con un alcance de 75 km.

placeholder Lanzador de misiles Iskander M. (Vitaly V. Kuzmin)
Lanzador de misiles Iskander M. (Vitaly V. Kuzmin)

Con las defensas debilitadas, es el momento de los aviones y helicópteros de ataque. Su entrada en escena será simultánea con el avance de las columnas acorazadas y mecanizadas e irán barriendo todo aquello que se encuentren a su paso. Contra ellos se utilizarán los misiles antiaéreos de corto alcance, los MNAPADS, sobre cuyos efectos ya hay constancia de que se han cobrado varios aparatos rusos. Las tropas terrestres realizarán la ruptura y, por el momento, parece que avanzan sin demasiada oposición.

Operaciones especiales

En paralelo, los rusos han realizado varios movimientos bastante audaces, aunque algunos esperados. Se han llevado a cabo arriesgados ataques de asalto aéreo aerotransportado y operaciones anfibias. De los primeros hay constancia del ataque y toma de control del aeropuerto Antonov en Hostomel, a unos 30 km del centro de Kiev. Para estas operaciones se utilizan helicópteros de maniobra, principalmente Mil Mi-8, capaces de llevar cada uno alrededor de 20 soldados con todo su equipo. Estos helicópteros irían escoltados por otros de ataque, como los Mil Mi-28 o Kamov Ka-52, que les proporcionan apoyo y atacarían a los núcleos de resistencia enemiga. Pese al aparente éxito, el asalto no habría salido tan bien como se esperaba y se ha confirmado el derribo de al menos tres helicópteros de ataque Ka-52.

Estas operaciones son siempre arriesgadas. Se hacen sobre territorio enemigo y suele haber oposición, por lo que es normal que se produzcan bajas en los atacantes. La ventaja del asalto aéreo frente a una operación clásica de paracaidistas es que los soldados son llevados sobre el mismo punto a controlar, llegan agrupados y pueden entablar combate de inmediato. Otro riesgo de estas operaciones en profundidad es que deben mantener sus posiciones hasta que las tropas terrestres, en este caso las columnas de blindadas, alcancen sus objetivos y les releven.

placeholder Lanzacohetes 9K58 Smerch. (Vitaly V. Kuzmin)
Lanzacohetes 9K58 Smerch. (Vitaly V. Kuzmin)

Las operaciones anfibias son lo que todos conocemos. Los rusos las han llevado a cabo sobre la costa al sur de la ciudad de Jersón, enclave que es la llave para el cruce del Dnieper en el camino a Odessa. Según las últimas informaciones, la ciudad de Jersón ya estaría al alcance de las fuerzas rusas. También parece que se han realizado operaciones anfibias cerca de Mariúpol, con el objetivo de asegurarse el corredor litoral del mar de Azov.

Ataque a gran escala sin "sorpresa"

En algunos medios y análisis se habla de "ataque sorpresa". Se puede discutir sobre la magnitud y alcance del asalto, pero si algo no ha sido es un ataque "sorpresa". Uno de los síntomas que nos indicaban una acción inminente es que se pudieron ver los días previos diversos vídeos con carros de combate T-72B3M, así como de T-80U e incluso de los escasos T-90 —que pertenecen a las mejores unidades— camuflados y en orden de combate, esto es, cargados de pertrechos y con sus característicos depósitos auxiliares de combustible en la parte trasera. Ir cargados de pertrechos es sintomático de entrar en acción en cualquier momento.

El que los vehículos se camuflaran con medios de circunstancias era también un buen indicio de que la acción podía ser inminente. Las tripulaciones lo hacen con pintura que se pueda quitar con facilidad e incluso con barro. Se busca ‘integrarse’ en el terreno sobre el que se va a actuar, por lo que no se sale así de los cuarteles.

placeholder Destrucción en Kiev tras el primer día de ataques rusos. (Reuters)
Destrucción en Kiev tras el primer día de ataques rusos. (Reuters)

Respecto a los vehículos detectados, que empezaran a verse T-90 es sintomático de que las unidades de élite, necesarias para la ruptura de las defensas enemigas, ya están en posición. Ahora, además, se les ve moviéndose por sus propios medios y no en góndolas de camiones o vagones de ferrocarril. También hay otro detalle muy importante y es que ya se han detectado los nuevos blindados polivalentes BMPT Terminator.

También era sintomático el empleo de símbolos o marcas tácticas, que se pintan en los vehículos para diferenciarles del enemigo. Este tipo de símbolos o marcas se tornan cruciales cuando en ‘el otro bando’ emplean el mismo o similar material, como es el caso de Ucrania.

Nos queda por ver dónde se detendrá la maquinaria rusa. Tampoco puede ser que el Ejército ucraniano ‘se esfume’ y no plantee una mínima defensa, sobre todo en el camino entre la frontera bielorrusa y Kiev, donde el Ejército ucraniano había ‘contraprogramado’ a los rusos con sus propias maniobras. En cualquier caso, lo cierto es que esto es una operación a gran escala y las consecuencias, eso sí, son impredecibles.

Día dos de la invasión rusa de Ucrania y lo que nadie quería creer está sucediendo: Rusia avanza a gran velocidad hacia el corazón del país vecino. Vladimir Putin ha realizado un ataque demoledor con todo su arsenal, nada de tímidos avances de tanteo. Lo está empleando todo, misiles, artillería, asaltos aéreos, bombardeo táctico y asaltos anfibios, pero de forma perfectamente calculada. La forma en la que Rusia está empleado su arsenal durante estas primeras horas da muchas pistas sobre lo que podemos esperar en los próximos días acerca de los movimientos del Ejército ruso y una posible escalada más allá de Ucrania.

Conflicto de Ucrania Ucrania Vladimir Putin Bielorrusia Crimea Misiles
El redactor recomienda