'Señuelos' de calor: el sistema que usa Rusia para evitar que derriben sus aeronaves

Las guerras del siglo XXI no son como las anteriores. Una de las diferencias es la abrumadora cantidad de imágenes que llegan a nosotros a través de redes sociales y medios de comunicación. Unas imágenes donde podemos ver medios militares, maniobras y acciones que a veces se escapan a nuestra comprensión. Una de las más vistas a lo largo del día es la de unos helicópteros lanzando lo que parecen proyectiles al aire. ¿De qué se trata y por qué lo hacen?

Lo hemos visto en varios vídeos. En uno de ellos, el del vídeo de abajo, se ven varios helicópteros volando en fila y lanzando este tipo de objetos. En otro, es un helicóptero que también va lanzando estos objetos brillantes.

En ambos casos no se trata de proyectiles, ni de bombas ni nada por el estilo. En el primer vídeo vemos helicópteros de transporte Mil Mi-8, el más común de los helicópteros de maniobra del ejército ruso. En el segundo se trata de un sofisticado helicóptero de ataque Kamov Ka-52, una perfecta máquina para atacar a objetivos terrestres.

Lo que se ve que lanzan no es otra cosa que bengalas o 'flares' en inglés. Son señuelos para defenderse de los misiles guiados por infrarrojos, los peligrosos proyectiles ligeros de guiado IR. Se basan en una cabeza con un sensor de infrarrojos que busca y localiza focos de calor producidos por las turbinas de los helicópteros o aviones y se dirigen hacia él. El sensor, que se sitúa en la cabeza del misil, persigue al foco de calor allá donde vaya hasta impactar o explotar cerca mediante una espoleta de proximidad, activando una carga de fragmentación que lanza metralla, causando daños a la aeronave y derribándola.

Estos misiles normalmente son de corto alcance y se utilizan para abatir aviones y helicópteros en vuelo bajo. Por su desplazamiento lento, son especialmente peligrosos contra los segundos, a la vez que, al tratarse de misiles ligeros, necesitan muy poca infraestructura para su lanzamiento. Tan solo un lanzador sobre un vehículo para modelos como el Strela-10, en uso por Ucrania y Rusia, parecido al Mistral francés, que usa España. Los Strela-1 son misiles de 40 kg, con una cabeza de guerra de 5 kg y un alcance de 5 km. Otros son aún más sencillos y se disparan ‘a mano’. Son los peligrosos MANPADS (Man-Portable Air-Defense System), como los misiles GROM-M “Piorun” de fabricación polaca y que han llegado a Ucrania en grandes cantidades, fáciles de manejar y con un alcance de poco más de 6 km.

Contra estos misiles solamente caben dos formas de defenderse. La primera es detectar el lanzamiento del misil y realizar bruscas maniobras para evadirlo. Detectar el lanzamiento, pese a la notoria estela de humo que desprende, no es tan sencillo debido a que se suelen lanzar hacia la parte trasera de la aeronave, pero puede detectarse desde otro avión o helicóptero que avise al compañero. La mejor defensa, no obstante, es lanzar las bengalas. Estos dispositivos están hechos de materiales especiales (pirofóricos) que se encienden cuando entran en contacto con el aire, aunque también existen bengalas pirotécnicas.

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El efecto buscado es generar un fuerte foco de calor que despiste al buscador del misil y le haga dirigirse hacia el señuelo en lugar del helicóptero. Acto seguido al lanzamiento, lo normal es que (si se puede) la aeronave realice una maniobra brusca tratando de alejarse de los señuelos. La eficacia de estas defensas, usadas por todos los países del mundo, depende sobre todo del tipo de misil lanzado y cómo de moderno sea su buscador, que es la clave.

Los lanzamientos pueden ser manuales, cuando el piloto detecta el misil entrante, o automatizados. En este caso el lanzador está integrado en un sistema defensivo que incluye un alertador que, al detectar el foco de calor del misil lanzado, activa de manera automática las defensas. También es normal que, ante el riesgo o el lanzamiento de estos misiles, los helicópteros comiencen a lanzar bengalas de forma preventiva, que es lo que se ve en los vídeos.

Los misiles IR de corto alcance son uno de los mayores peligros para los helicópteros rusos por ser difíciles de detectar antes de su lanzamiento. Por ello, veremos muchos más de estos vídeos con aeronaves.