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La Guerra de los Mundos versión 2020: el tuit que hizo creer que el covid no existía
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ASÍ SE DISEÑAN LAS MENTIRAS

La Guerra de los Mundos versión 2020: el tuit que hizo creer que el covid no existía

Un mensaje de apenas unos caracteres se ha convertido en una obsesión para académicos e investigadores. Analizamos cómo un usuario anónimo creó una gran teoría conspirativa

Foto: Un trabajador del United Memorial Medical Center de Houston. (Reuters)
Un trabajador del United Memorial Medical Center de Houston. (Reuters)

''La víspera de Halloween de 1938, Orson Welles hizo historia sin pretenderlo al provocar el pánico entre millones de estadounidenses, que confundieron su adaptación de ‘La guerra de los mundos’ de H.G. Wells con una invasión alienígena real. El aliado del director de ‘Ciudadano Kane’ no era ni la desinformación ni la credulidad del público, sino una alianza entre el tono veraz y periodístico de su versión del clásico y la confusión de millones de oyentes que sintonizaron el programa tarde, cuando ya se había anunciado que se trataba de una ficción.

Más de 80 años después, en la primavera de 2020, las redes sociales comenzaron a llenarse de fotografías de hospitales que bajo el paraguas del 'hashtag' #FilmYourHospital defendían que el coronavirus era un montaje. Según el razonamiento de sus defensores, los hospitales estaban vacíos y animaban a que cada cual publicase las imágenes de los centros médicos más cercanos para mostrar que la pandemia no existia. Lo llamativo de este caso es que todo comenzó a partir de un sencillo tuit.

placeholder El tuit original que dio lugar a la conspiración #FilmYourHospital.
El tuit original que dio lugar a la conspiración #FilmYourHospital.

El 28 de marzo de 2020, a las 6:36 de la mañana, un usuario llamado @22Century Assets publicaba un tuit en el que se preguntaba "#FilmYourHospital. ¿Puede convertirse en realidad?". El tuit tendría aparentemente una repercusión limitada a nivel cuantitativo, pero se convirtió en la mecha que prendió una teoría de la conspiración transnacional que reuniría a trumpistas, pro-Brexit y seguidores de Bolsonaro. Como la Guerra de los Mundos pero al revés, desde el anonimato de un rincón de la red hasta políticos y medios de comunicación.

Apenas un año después, el #FilmYourHospital se ha convertido en una obsesión para académicos y ha inspirado al menos dos estudios académicos. Uno de ellos, 'Covid-19 and the ‘Film your Hospital’ Conspiracy Theory: Social Network Analysis of Twitter Data', publicado en el 'Journal of Medical Internet Research' y dirigido por Wasim Ahmed de la Universidad de Newcastle, ha contado con la colaboración de dos investigadores españoles, Josep Vidal-Alaball, médico de familia, coordinador de la Unitat de Investigación e Innovación en Atención Primaria de la Gerència Territorial Catalunya Central (Institut Català de la Salut), y Francesc López Seguí. El otro es 'Going Viral: How a single tweet spanned a covid-19 conspiracy in Twitter', publicado a partir del análisis de más de 100.000 tuits en 'Big Data & Society' por Anatoliy Gruzd, de la Escuela de Negocios Ted Rogers y el Social Media Lab de la Universidad Ryerson de Canadá, en colaboración con Philip Mai.

"Los hospitales no estaban llenos ni saturados, como sugerían los medios 'mainstream'"

"La Covid-19 era (y en parte aún lo es) una enfermedad desconocida para la ciencia en 2020", explica a El Confidencial Vidal-Alaball. "Sabemos que la incertidumbre y el desconocimiento son un caldo de cultivo ideal para que se generen 'fake news' y mucho más cuando la ciencia no tiene respuestas a las preguntas de la población". La de #FilmYourHospital no fue la única teoría de la conspiración que emergió durante los primeros compases de la pandemia (ahí está el ejemplo del 5G, recientemente recuperado por Vox), pero sí que su volumen fue mucho mayor y las relaciones dentro de su grupo, mucho más densas. Sospechosamente densas.

De la nada a las televisiones

Ambos trabajos detallan a través del análisis de los mensajes en redes sociales cómo un tuit aislado y anónimo terminó derivando en una de las grandes conspiraciones sobre el covid-19. "En los grupos 1 y 2, podemos ver que la publicación más retuiteada sugería que el público estaba siendo engañado sobre la situación de los hospitales, que no estaban llenos ni saturados, como sugerían los medios 'mainstream'", explica el trabajo publicado en 'JMIR'. "Este tuit enviado por un usuario verificado pedía a los usuarios que filmasen sus hospitales y lo mostrasen utilizando el 'hashtag' #FilmYourHospital para que se convirtiese en 'trending topic'". Además, se formaron otros dos grandes grupos densos a partir de un tuit en español (grupo 3) y otro que fue reproducido por 'Associated Press', la agencia de noticias estadounidense (grupo 4).

placeholder Visualización de las redes de #FilmYourHospital. (Fuente: 'COVID-19 and the “Film Your Hospital” Conspiracy Theory: Social Network Analysis of Twitter Data')
Visualización de las redes de #FilmYourHospital. (Fuente: 'COVID-19 and the “Film Your Hospital” Conspiracy Theory: Social Network Analysis of Twitter Data')

La investigación de Gruzd cita con nombres y apellidos las cuentas de Twitter que permitieron la difusión de ese mensaje original. La primera es la de DeAnna Lorraine, candidata republicana al congreso pro-Trump (su cuenta actualmente está suspendida), seguida por las de Candace Owens (bloguera negra pro-Trump) o Donna Warren. "Una de las principales razones por las que la situación escaló tan rápidamente se debe a la coordinación 'ad hoc' entre personalidades conservadoras y grupos de extrema derecha que intentaban utilizar esta teoría de la conspiración contra sus oponentes políticos", explica Gruzd a El Confidencial. "Otra razón era el efecto de amplificación de los algoritmos de recomendación de inteligencia artificial utilizados por plataformas 'online'".

En cuestión de tres días, entre el 28 de marzo y el 1 de abril, cuando todos los países comenzaban sus confinamientos estrictos, el número de tuits publicados cada 24 horas rondaba los 20.000. Durante días, siguió manteniendo un ritmo continuo que no decaería hasta el 6 de abril. "Sí que es verdad que esta 'fake new' parece que empezó con un usuario anónimo, pero en nuestro estudio vemos que posteriormente hubo una coordinación entre otros usuarios a base de retuits y menciones para amplificar la campaña", añade Vidal-Alaball. "Esta coordinación incluso fue mayor en la otra de las grandes 'fake news' de la covid-19, que fue la del 5G, donde se trataba de usuarios individuales no coordinados".

El procedimiento solía ser parecido. Al mensaje original con el 'hashtag' se le añadía otro contenido, por lo general, vídeos de YouTube. Estos son algunos de los mensajes que los acompañaban: "He estado en dos hospitales de Los Ángeles que según los medios están abarrotados; ¡están VACÍOS y en silencio! Nos están mintiendo. Como no podemos confiar en las noticias, deberíamos empezar a cubrirlo nosotros; por favor, mandad fotografías de vuestros hospitales"; "Ved los vídeos que están siendo publicados con el tag #FilmYourHospital y llegad a vuestras conclusiones"; "Los lamentables medios están diciendo que #FilmYourHospital puede rastrearse en Qanon, que es un grupo de extrema derecha".

"La ausencia de imágenes de muerte hizo que algunos creyesen que el covid no existía"

Para el investigador catalán, hay un factor que favoreció la desconfianza en esas etapas iniciales. "Durante las primeras semanas de pandemia, en general se tomaron muy pocas imágenes de lo que realmente pasaba en los hospitales", explica. "Había pocas imágenes de enfermos en urgencias y aún menos en las UCI. La prensa, en casi todos los países, se dedicó (y no lo critico) a enviar mensajes positivos a la población (resistiré, esto pasará, todo va a salir bien, este virus lo paramos unidos…) y se evitaron las imágenes reales de sufrimiento y muerte. El hecho de que no hubiese este tipo de imágenes de la realidad hizo que alguna gente creyera que la covid-19 no existía o que no era tan grave como nos decían".

Brasileños sí, 'bots' no

Los investigadores lo tienen claro. Por un lado, como señala el artículo publicado en 'JMIR’' los difusores más importantes de la teoría de la conspiración fueron ciudadanos ordinarios. Por otro, como señala Gruzd, "después del empuje inicial por unas pocas cuentas destacadas, la campaña se sostuvo sobre todo por las cuentas pro-Trump, seguida por una segunda ola fuera de Estados Unidos". Aquí entra la trama brasileña.

placeholder Las redes de #FilmYourHospital según la lengua del tuit. (Fuente: 'Going viral: How a single tweet spawned a COVID-19 conspiracy theory on Twitter')
Las redes de #FilmYourHospital según la lengua del tuit. (Fuente: 'Going viral: How a single tweet spawned a COVID-19 conspiracy theory on Twitter')

Aunque la teoría también llegó a Arabia o a Japón, fue gracias al influyente Allan dos Santos, periodista del Portal Terça Livre, como penetró en el hemisferio sur. El 3 de abril se produjo un "brote" en el país gobernado por Bolsonaro que terminó derivando en 15.699 tuits. Otra lección sobre la transversalidad de las teorías de la conspiración, como apunta Gruzd: "Este caso muestra que las fronteras no pueden detenerlas", explica. "Los usuarios de redes sociales políticamente activos y de mente conspirativa prestan atención a lo que ocurre en el mundo. Por lo tanto, las estrategias y la retórica que funcionan en un país a menudo se adoptan y se prueban en otros países por individuos parecidos".

"No es sorprendente que esta teoría también fuese tendencia en Brasil", prosigue. "Las políticas al estilo de EEUU se han afianzado en Brasil durante los últimos años, lo que resultó en la elección del presidente Jair Bolsonaro en 2018". Otra de las patas de influencia de la teoría era Reino Unido, donde fue defendida por partidarios del Brexit. A medida que pasaban los días, la conspiración perdió fuerza. Sin embargo, incluso después de casi dos millones de muertos, muchos usuarios siguen publicando vídeos con el 'hashtag' #FilmYourHospital.

"Me cuesta creer que alguien se gaste su dinero para promover ciertas teorías"

¿Y los 'bots'? Los sospechosos habituales de la expansión de toda teoría de la conspiración o 'fake news' no fueron clave en esta, señalan ambas investigaciones. Tan solo un 9,2% parecían serlo, así que alrededor del 90% de los mensajes eran genuinos. No, los principales culpables fueron tanto los partidarios con intereses en la difusión del mensaje como ciudadanos comunes. ¿No es sobrevalorar el rol de los 'bots' otra teoría de la conspiración en sí? "En nuestro estudio vimos que los 'bots' tuvieron poco impacto en la difusión de la conspiración y que muchos estaban activos antes de que apareciese la conspiración", valora Vidal-Alaball. "Cuando una conspiración alcanza la popularidad que alcanzó esta, no hacen falta 'bots' para potenciarla, se propaga sola. Como dices muy bien, el uso de los 'bots' para propagar teorías conspiratorias puede ser una teoría conspiratoria en sí misma. Me cuesta creer que alguien se gaste su dinero para promover ciertas teorías conspiratorias".

¿Quién es @22Century Assets?

Lo que nadie ha sido capaz de responder es quién y qué intereses tenía la cuenta original a la hora de poner en marcha el 'hashtag' #FilmYourHospital. Para Grudz, es irrelevante. "Es más importante señalar que hay un grupo de 'influencers' 'online' y 'offline' que están deseando retuitear cualquier mensaje que apoye su agenda y sus creencias (en este caso, su creencia preexistente de que la pandemia es un invento)", explica. "En otras palabras, podría haber sido un tuit diferente de una cuenta diferente lo que pusiese en marcha la campaña, pero se publicó en el momento justo y la audiencia receptiva estaba lista para compartir el tuit inicial con sus seguidores".

Un mensaje más instrumentalizado que prefabricado. Por lo general, la mayoría de estos bulos tienen poco éxito. Pero de vez en cuando, algo se cuela por el colador de las redes sociales. "Es habitual que los usuarios de redes sociales con motivaciones políticas compartan las publicaciones de individuos que piensan igual para reforzar sus argumentos y creencias", prosigue el profesor de la universidad canadiense. "Donald Trump, por ejemplo, a menudo selecciona lo que le conviene en su cuenta de Twitter con más de 88 millones de seguidores. Algunos se hacen virales, la mayoría pasan desapercibidos".

"Así que, aunque parezca que hace falta un único tuit para lanzar una teoría de la conspiración, debe haber muchos más ejemplos que pasaron desapercibidos", concluye Grudz. Vidal-Allaball aporta un último matiz ante la cuestión de quién era y qué quería @22CenturyAssets: "Esta pregunta solo nos la puede contestar el autor o autora del tuit original. Tampoco podemos descartar que iniciase la campaña como una broma…".

Dos moralejas finales

¿Cómo impedir que algo así vuelva a ocurrir, sobre todo teniendo en cuenta que nos encontramos en plena campaña de vacunación y que muy probablemente la pandemia durará un tiempo más? Los investigadores tienen un par de reflexiones.

"Las afirmaciones falsas dirigidas por políticos son más difíciles de combatir"

Cuidado con los políticos. "Este caso demuestra que mientras la difusión de desinformación y teorías de la conspiración pueden ser potencialmente mitigadas por el 'fact-checking' y dirigiendo a la gente a las fuentes de información veraces, las afirmaciones falsas y engañosas que están dirigidas por políticos son mucho más difíciles de combatir", reflexiona Gruzd. "Y las redes sociales hacen mucho más fácil difundirlas y ver cuáles funcionarán mejor entre el público".

Agencia antibulos. "Twitter y YouTube han hecho bastante porque a raíz de la covid-19 han cerrado y bloqueado cuentas de usuarios y usuarias que difunden 'fake news'", valora el médico catalán. "Seguramente podrían hacer más para perseguir a los 'bots'. En general, en estos casos, siempre suele faltar una figura con suficiente autoridad científica o social que contrarreste de manera rápida este tipo de 'fake news'. Hay páginas antibulos, pero no se responde de forma 'institucional', de manera rápida y utilizando el mismo medio donde se ha generado el bulo. Haría falta una Agencia Mundial Anti-Bulos".

''La víspera de Halloween de 1938, Orson Welles hizo historia sin pretenderlo al provocar el pánico entre millones de estadounidenses, que confundieron su adaptación de ‘La guerra de los mundos’ de H.G. Wells con una invasión alienígena real. El aliado del director de ‘Ciudadano Kane’ no era ni la desinformación ni la credulidad del público, sino una alianza entre el tono veraz y periodístico de su versión del clásico y la confusión de millones de oyentes que sintonizaron el programa tarde, cuando ya se había anunciado que se trataba de una ficción.

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