Una semana a bordo del Cantabria, el buque militar que España quiere exportar al mundo
Nos embarcamos en el que, según la Armada española, es su buque militar de aprovisionamiento más moderno y avanzado, el Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) Cantabria
Llevamos varios días navegando y no está resultando un viaje de placer. Un nuevo temporal azota la costa gallega y nos encontramos con fuertes rachas de viento y olas de hasta 6 metros. Es lo que tiene navegar en invierno por la 'Costa da Morte'. Nos hemos embarcado en el que, según la Armada española, es su buque militar de aprovisionamiento más moderno y avanzado. No solo lo dice España, Australia ha firmado la compra de dos unidades, Canadá, Noruega y Nueva Zelanda han estado a punto de quedárselo y ahora se buscan nuevas fronteras. Bienvenidos a bordo del Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) Cantabria (A-15).
Salimos de Ferrol y dejamos el Arsenal con una calma engañosa hasta llegar a la cruda realidad: la furia del Atlántico. “Hay que arranchar el barco a son de mar”, anuncian. Es decir, toca asegurar y “trincar” todo en previsión de mucho movimiento. La pasada noche el temporal golpeó sin piedad. Todo lo que no estaba sujeto e incluso mucho de lo que lo estaba, salió rodando o volando. Al día siguiente la lista de 'bajas' fue extensa, desde la tostadora del comandante a la cafetera de marinería.
Embarcamos formando parte de los ejercicios denominados MAR-31, maniobras de diestramiento naval básico y avanzado que, en esta ocasión, cuentan con participación de cuatro fragatas: Álvaro de Bazán (F-101), Cristóbal Colón (F-105), Reina Sofía (F-84) y Navarra (F-85), el BAC Cantabria (A-15) y el submarino Tramontana (S-74). Estaba prevista la participación de un destructor francés, el Latouche Treville (D-646), pero sufrió una avería y no se pudo incorporar. El ejercicio se complementa con la participación de un avión de patrulla francés Atlantique (MPA) y dos F-18 españoles.
El Cantabria en detalle
El BAC Cantabria se trata de un buque de grandes dimensiones. Con sus 174 metros de eslora, 23 de manga y con un desplazamiento de casi 20.000 toneladas es, tras el LHD Juan Carlos I, el segundo mayor buque de la Armada española. Su misión es abastecer de todo lo necesario a otros buques que se encuentren en la mar, por lo que realiza una misión vital al permitir que una fuerza naval que se encuentre actuando, pueda extender su período de permanencia en la mar de manera exponencial.
Dispone de una propulsión convencional con dos motores diésel acoplados a un árbol con una hélice. Puede utilizar cualquiera de los dos en navegación económica o los dos para alcanzar unos buenos 20 nudos sostenidos. Su autonomía es de 6.000 millas náuticas. Es un buque muy espacioso y funcional y cuenta con una buena habitabilidad.
El Cantabria puede proveer de combustible a otros buques, pero también de muchas más cosas, como víveres, asistencia hospitalaria (ROLE-2, hasta cirugía estabilizadora), recambios, armas, etc. Es esta capacidad ampliada de apoyo a otras unidades lo que diferencia su diseño del de otros buques que pueden parecer similares, como son los Petroleros de Flota, que únicamente proporcionan combustible, o los que se denominan como AOR (Auxiliary Replenishment Ship) ya que el Cantabria tiene características superiores a la mayoría de buques de este tipo.
Para actuar como petrolero (de doble casco) el buque cuenta con cuatro estaciones laterales de combustible, mediante las que puede proporcionar petróleo a dos buques a la vez por ambas bandas (costados). A ellas se suma una quinta estación a popa, por lo que podría (y se ha hecho) suministrar combustible a tres buques simultáneamente, dos a los lados y un tercero a popa. Con esto, es obvio, los tiempos para reaprovisionar a una formación naval se acortan. Para esta función, el Cantabria tiene capacidad para almacenar en sus tanques 8.920 m3 de fuel (casi 9 millones de litros) y además 1.585 m3 de combustible de aviación JP5. Esta maniobra de dar combustible en el mar se denomina RAS (Replenishment At Sea).
Sin embargo son el resto de capacidades las que marcan la diferencia. Internamente dispone de depósitos de 215.000 litros para agua potable, así como bodegas de carga para 470 toneladas. Esta carga puede ser de víveres, para lo que dispone de enormes cámaras frigoríficas y almacenes específicos. También recambios para otros buques, para lo que dispone de almacenamiento logístico informatizado que permite que el resto de buques, mediante la aplicación GALIA de la Armada, sepa en tiempo real si el Cantabria dispone de esa pieza necesaria.
Hay almacenes preparados para transportar armas hasta una carga de 280 toneladas, pudiendo llevar todo tipo de munición incluyendo los nuevos misiles SM-2 de las fragatas F-100, siendo este barco el único capaz de transportarlos por sus dimensiones. Adicionalmente dispone de unas cubiertas muy espaciosas y muy bien aprovechadas donde se pueden almacenar, en caso necesario, contenedores de carga general, contenedores para oficinas en incluso contenedores para vida de personal, algo muy útil en caso de intervención en desastres humanitarios y desastres ecológicos, como vertidos de petróleo.
A todo esto se une una capacidad de movimiento de cargas basada en grúas de diversa capacidad entre las que destaca una gran grúa de 20 toneladas situada tras el puente principal, que le permitiría trabajar en cualquier puerto con total independencia de los elementos que allí estuvieran disponibles.
Capacidad aérea, sistemas y armamento
El Cantabria fue entregado a la Armada en 2010 y en lo que aún es una corta vida ya ha participado en importantes misiones. Entre ellas destaca una importante comisión de un año de duración en Australia. También ha participado en la Operación Sophia, lucha contra el tráfico de personas en el mediterráneo, donde ha actuado como buque de mando gracias a otra de sus capacidades, la de disponer de espacio y sistemas para alojar un Estado Mayor.
Destaca su preparación para operar con aeronaves, pues tiene una gran cubierta de vuelo y un espacioso hangar capaz para tres helicópteros pequeños como los AB-212 o dos medianos como el Sea King o el NH-90. Utiliza un radar de superficie Aries-Nav y un radar de helicópteros Aries-Par de Indra, ambos similares a los del Juan Carlos I. Muy importante es que dispone del sistema de combate Scomba de la Armada, por lo que se puede integrar como uno más en una agrupación naval y compartir la información facilitada por los sensores de otros buques.
El armamento es, como ocurre en otros buques de la Armada, el capítulo pendiente. Estaba previsto instalar montajes Bushmaster de 25mm que no terminaron de llegar, por lo que ahora mismo el buque solo puede enfrentarse con eficacia a amenazas asimétricas, contando para ello con cuatro emplazamientos de ametralladoras pesadas de 12,70 mm y varios más, a proa y popa, de ametralladoras ligeras. Esto, que es una carencia crónica en nuestros buques, está previsto que mejore a corto plazo con la instalación de dos montajes automáticos RWS de Escribano, de fabricación nacional y a medio plazo con la instalación de sistemas de defensa basados en misiles de corto alcance Mistral.
Éxito exterior
Diseñado y construido por la empresa pública española Navantia, el Cantabria es sin ningún género de dudas un excelente buque y lo prueba el hecho de que se hayan vendido a Australia dos unidades idénticas al buque español. Tanto entusiasmaron a los australianos sus capacidades que pidieron expresamente que los suyos, que se están terminando en Ferrol, fueran idénticos y solo incorporan pequeñas diferencias en detalles internos.
Y podían haber sido muchas más ventas de no haber intervenido cuestiones políticas. Canadá, por ejemplo, pudo haber sido otro comprador de este diseño y Noruega estuvo también a punto. Los nórdicos, que ya conocían los productos españoles por sus fragatas clase 'Nansen', descartaron la oferta de Navantia en favor de un diseño coreano. Según dijeron, el buque español “se pasaba” en 30 millones de euros. El astillero coreano ofreció un buque grande que no ha resultado bien. Llevan más de dos años de retraso y, ahora que ya ha sido entregado a la marina noruega, sus propias autoridades han prohibido que navegue hasta que se solucionen sus graves problemas.
Navantia está ahora además como candidata a un importante encargo británico por dos buques de 40.000 toneladas cada uno, el doble del Cantabria, pero hay enormes presiones políticas para que el encargo se quede en astilleros nacionales. No es probable que se logre este pedido, pese a que la propia Royal Navy dijera que le satisfacía el buque español.
Llevamos varios días navegando y no está resultando un viaje de placer. Un nuevo temporal azota la costa gallega y nos encontramos con fuertes rachas de viento y olas de hasta 6 metros. Es lo que tiene navegar en invierno por la 'Costa da Morte'. Nos hemos embarcado en el que, según la Armada española, es su buque militar de aprovisionamiento más moderno y avanzado. No solo lo dice España, Australia ha firmado la compra de dos unidades, Canadá, Noruega y Nueva Zelanda han estado a punto de quedárselo y ahora se buscan nuevas fronteras. Bienvenidos a bordo del Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) Cantabria (A-15).