Probamos el Huawei MateBook 13: este es el golpe más duro al MacBook Air de Apple

A pesar de que ha tardado tres años en hacer una renovación significativa de un modelo tan emblemático como el MacBook Air, Apple sigue siendo una referencia en equipos portátiles ultraligeros. Sigue siendo la voz cantante, aunque el resto de fabricantes que integran el pelotón 'ultrabook' (el nombre que patentó Intel para ese tipo de equipo) han afinado mucho. En resumen, acción, reacción. Los de Cupertino ponen un nuevo modelo sobre la mesa y semanas más tarde aparece alguien con una alternativa sobre la mesa. En este caso ha sido Huawei, que en el Consumer Electronic Show de Las Vegas que se celebró la pasada semana, puso sobre el tablero su MateBook 13.

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Es cierto que Huawei lleva apenas dos años enredado en esto de hacer portátiles. Pero parece que llevase mucho más tiempo haciendo estos equipos. Se trata de un mérito relativo, que no hay que olvidar los ingentes recursos que tiene la multinacional, que se ha convertido en un claro aspirante al trono que Samsung, primer vendedor mundial, ostenta en teléfonos móviles. Pero ahora hablamos de ordenadores. Hemos tenido la oportunidad de conocerlo durante la feria y así poder hacernos una fotografía general, antes de que llegue a España y podamos probar más a fondo este clon del MacBook Air. Antes de empezar a recibir collejas virtuales de un lado y de otro, soy plenamente consciente de que hay una salvedad insalvable entre ambos equipos: uno funciona con macOS y el otro con Windows. Aclarado esto, aquí van nuestras primeras impresiones.

Tu diseño me suena...

Aunque tiene algún modelo más, como el MateBook D, los portátiles que más visibilidad han tenido de Huawei han sido aquellos acompañados con la coletilla 'X' y 'X' Pro. Es más, por el tipo de curvas, su acabado, el color, su silueta y, en general, el diseño que le han otorgado, este equipo de 13 pulgadas recuerda mucho al MateBook X que ya pudimos probar en su momento en Teknautas. La disposición del teclado o los puertos disponibles refuerzan esa semejanza.

Pero esta imagen que la factoría de ojos rasgados ha impreso en sus portátiles tiene una inspiración innegable: la de los equipos Apple. Juega al despiste con los nombres. Es más, les diré que en alguna ocasión me han bailado los nombres y he tenido que retroceder unas palabras para comprobar a quién me refería. "Este es como el MacBook pero de Huawei, ¿no?", me preguntaba un amigo cuando le enseñé el primer modelo de la gama. Pero, ¿qué quieren que les diga? Estamos en un momento en el que hay que juzgar si el resultado final es bonito y útil, más allá de si ha copiado a este o aquel.

Prefiero un acabado bonito que imite algo que funcione que un esperpento muy original

Si funciona en el mercado, por algo será. Mejor un chasis que imite ciertos aspectos estéticos de algo ya reconocido que intentar reinventar la rueda y acabar con un adefesio entre las manos (cosa que ha ocurrido, por ejemplo, cuando muchos intentaron emular el 'notch' del iPhone X).

Así que tenemos un equipo de trece pulgadas, de aluminio en dos acabados, que pesa 1.270 gramos. Kilo y cuarto, vamos. Si lo ponemos en una báscula, veremos que es prácticamente lo mismo que el Air de 2018 y es más ligero que el anterior modelo, aún a la venta. El grosor es de 1,49 centímetros. Esto significa que es más fino que el equipo de Apple en su parte más gruesa (1,56 cm) pero dista mucho de alcanzar la sutileza que logra la manzana en la zona de su cierre con 0,46 cm.

Cada vez menos marcos

La pantalla de este MateBook es una de las cosas a la que más atención hemos prestado en este primer contacto. Tenemos un panel LTPS (un tipo de material hecho con silicio cristalino y que se presenta como una alternativa mejorada de las TFT) de trece pulgadas con una resolución que alcanza los 2160 píxeles por 1440, algo que se traduce en una densidad de 200 píxeles por pulgada. Le han bautizado como 'Full View', un concepto que ya les vimos utilizar en sus móviles anteriormente para describir los equipos sin marcos.

La pantalla, sin ser sobresaliente en nada, ofrece una experiencia equilibrada

Lo cierto es que el borde de la frontal no es tan fino como en el Pro, entre otras cosas porque la cámara delantera (1mpx de resolución) no se oculta bajo ninguna tecla ni nada parecido, pero se logra un resultado bastante notable. En la parte inferior, donde son más gruesos, se disimula por el tipo de bisagra que han puesto, que oculta parte de esa zona inútil bajo el mecanismo al tenerlo desplegado. Sobre la calidad de imagen cabe hacer un apunte. Este contacto tuvo lugar en el 'stand' que la marca montó en el centro de convenciones de Las Vegas. Es decir, con un tipo de iluminación concreta. No hemos podido probarlo en exteriores pero tuve la sensación de que los 300 nits ofrecían una luminosidad suficiente y que habían mejorado la capa antirreflectante, una de las carencias de su primer equipo. En colores y ángulos de visión no roza el sobresaliente en nada pero tampoco flojea.

Las tripas

Llegará en dos configuraciones. El motor escogido son los Whiskey Lake de Intel. Tenemos un modelo básico con i5, 8GB de RAM y 256 GB de memoria interna. La versión superior tendrá un i7, 8GB de RAM y 512 GB de almacenamiento, así como una gráfica Nvidia Mx150. En ambos casos, el i5 y el i7, corresponden a la serie U del fabricante de procesadores... ¿Y qué significa eso? Pues que están optimizados energeticamente. Es decir sacrifican algo de potencia por alargar autonomía.

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A esto hay que añadirle el sistema de refrigeración que han incluido en este equipo. Se trata de un sistema compuesto por doble ventilador y que han bautizado como Sherki. Habrá que esperar a tener una unidad durante unos días para poder comprobar la eficacia y si se llega a calentar o no el equipo.

Comentar aquí la parte de la batería, de 41,7 Whr de capacidad. No hemos podido hacer pruebas sobre esto porque nos hubiesen supuesto echar a perder la mitad de una jornada en una feria hiperactiva como esta. Aseguran que la versión estándar rondará las nueve horas y media y la superior, debido a la gráfica, rondará caerá un poco.

Sobre el papel, las nueve horas y media de autonomía pueden resultar algo escasas

Personalmente, creo que con un uso estándar esta duración se verá reducida, como suele ocurrir siempre con las cifras que suelen dar los fabricantes, que controlan hasta el último detalle de unas pruebas casi irreplicables en la realidad. Quizás esa sea la gran cucharadita de ricino de este equipo. Pero al final es de lo que se trata, hacer equilibrios entre diseño y batería, cuya capacidad influye siempre en el grosor. Eso sí, cuentan con un cargador rápido que permitirá en quince minutos tener dos horas y media de autonomía para tareas típicas de oficina.

Escribir y pinchar

El teclado retroiluminado del MateBook 13 presenta un acabado y una estética muy similar a la del MateBook X. El Pro tenía la singularidad que tenía una tecla en el que a modo de periscopio escondía la cámara, pero no había nada más que llamase la atención. Ni para bien, ni para mal. Aquí tres cuartas partes de lo mismo. Hay recorrido suficiente y a la hora de teclear la percepción es normal y corriente, no se siente nada extraño. Y eso al final es una buena noticia.

El 'trackpad', aunque Apple sigue siendo la gran reina en esto, deja muy buen sabor de boca. La sensibilidad es uniforme, incluso en el borde inferior he notado mejoras respecto a otros modelos de la empresa, y la respuesta es muy rápida. La biometría corre de la mano de un sensor de huellas.

Turno ahora para los puertos. Aqui también hay sacrificios. Los había en el MateBook X. La penitencia por tener este delgado equipo es la siguiente: tener solo dos puertos USB Tipo C. Yo pasé un buen tiempo con ese equipo y el día que me olvidaba el 'dongle' no es que fuese una pu*tad*** mayúscula, pero era un contratiempo notable. En este caso incluyen el dongle 2.0 propio que incluye un USB 3.0, otro USB-C, un VGA y uno HDMI.

Por cerrar este episodio y casi estas primeras impresiones hablemos del apartado del sonido. Por un lado contamos con conector 'jack' para auriculares (su supervivencia parece asegurada ahora que móviles y tabletas lo repudian) así como dos altavoces estéreo Dolby Atmos. Nos falta verlo, mejor dicho escucharlo, en otro entorno pero hay buenas sensaciones, teniendo en cuenta el grosor del equipo y lo que nos rodea en el momento de la prueba.

Clon no significa 'low cost'

Después de estas valoraciones, vamos a hablar de lo importante. La pela. La pasta. El dinero. Contante y sonante. Faltan aún los precios en euros, pero los de su presentación en EEUU nos sirven como un buen termómetro. 999 dólares para el modelo de salida. 1.300 el superior. Personalmente creo que el de la versión más completa podría estar ligeramente más bajo.

Pero si la versión básica se mantiene por debajo de los mil euros sería una buena opción para aquellos que quieren un equipo ultraportátil premium. También es cierto que la competencia tiene precios ligeramente inferiores para configuraciones similares aunque no lleguen a igualar aspectos como el diseño. De todas formas, hay que tener en cuenta la política de precios de Huawei, con bastante cintura para bajar un escalón los precios unos meses después de sus estrenos.