Es noticia
Llega la moda del agua hidrogenada: ¿timo o revolución terapéutica?
  1. Tecnología
El nuevo producto milagro

Llega la moda del agua hidrogenada: ¿timo o revolución terapéutica?

El agua enriquecida con hidrógeno promete ser el gran remedio antioxidante y antiinflamatorio, pero la comunidad científica es escéptica y cree que solo sirve para vender

Foto: Máquina de agua hidrogenada en casa
Máquina de agua hidrogenada en casa

La solución a una gran cantidad de problemas de salud puede estar en una acción tan simple como beber agua. Eso sí, no puede ser un agua cualquiera, porque entonces todos estaríamos sanísimos, hablamos del agua hidrogenada, es decir, enriquecida con hidrógeno, un gas inodoro e insípido.

Así lo defiende una nueva corriente que procede de Japón y que ha tenido cierto eco en Estados Unidos, pero aún es poco conocida en Europa. En esencia, sus impulsores dicen que el hidrógeno es capaz de penetrar en las células y reducir la inflamación, lo cual tiene que ver con muchas enfermedades, y de neutralizar los radicales libres, átomos que contribuyen a la oxidación celular y el envejecimiento.

Foto: La bandeja de aguacates que se vende en Inglaterra (Marks & Spencer)

Sin embargo, buena parte de la comunidad científica se muestra escéptica: no hay una base sólida para pensar que el hidrógeno puede lograr estos resultados, pero aunque así fuera, nadie nos garantiza que podemos asimilar una cantidad extra de hidrógeno ingiriéndolo a través del agua.

El procedimiento consiste en “añadir hidrógeno extra que se pega a la molécula del agua, ‎H2O, es un enlace iónico”, argumenta en declaraciones a Teknautas Rafael Saiz Gamarra, coach profesional e ingeniero industrial que desde hace tres años difunde los beneficios de esta nueva tendencia y vende hidrogenadores en Hidrogenada.com. Según explica, estos aparatos funcionan por electrólisis, es decir, mediante la corriente eléctrica el agua se descompone en los gases oxígeno e hidrógeno y este último se vuelve a mezclar con el agua.

El hidrógeno es poco soluble en agua, se evaporaría y quedaría poquísima cantidad

El bioquímico y divulgador científico José Miguel Mulet desmonta todo el proceso: no se produce tal enlace iónico y, además, “el hidrógeno es poco soluble en agua, se evaporaría y quedaría poquísima cantidad”. Aparte de manifestar sus dudas sobre el funcionamiento de los hidrogenadores, considera muy difícil que este sistema llegase a producir algún beneficio para la salud. “El hidrógeno es muy reactivo, así que va a interaccionar con cualquier otra molécula y lo más probable es que acidificase el agua”, afirma.

Además, el agua enriquecida con hidrógeno tendría que pasar por nuestro estómago, lo cual ya alteraría sus supuestas propiedades, y después “habría que aclarar cómo es absorbida por el intestino”. Incluso yendo a la clave del asunto, aunque este hidrógeno extra llegase hasta las células, “no está demostrado que tenga algún efecto beneficioso”.

¿Respaldo científico?

La principal organización que apoya esta tendencia es la Molecular Hydrogen Foundation, que menciona la existencia de más de 500 artículos científicos sobre el potencial terapéutico del hidrógeno, aplicados a unos 150 modelos de enfermedades humanas, aunque solo una parte de ellos tiene que ver con el agua.

“Son publicaciones de temas muy concretos y específicos”, señala Mulet. En su opinión, en absoluto pueden dar pie a extraer conclusiones con respecto al efecto que el agua hidrogenada tendría en el cuerpo humano. “Como revisor de una revista solo me he encontrado una vez con un trabajo sobre los efectos del hidrógeno en plantas y el método consistía en inyectar directamente el hidrógeno puro”, apunta.

placeholder Algunos productos de agua hidrogenada vendidos en Japón
Algunos productos de agua hidrogenada vendidos en Japón

El nutricionista y divulgador Juan Revenga incide en la idea de que en la literatura científica “no se puede encontrar nada en firme” más allá de resultados parciales, generalmente in vitro y con animales, pero ninguna conclusión significativa con respecto al ser humano. “A todo el mundo se le llena la boca hablando de estudios científicos, pero no todos son buenos ni válidos”, afirma. “Suelen ser investigaciones con importantes errores metodológicos, de pésima calidad científica y publicados en revistas con un factor de impacto bajo”, comenta en referencia al instrumento que sirve para medir la repercusión que tiene una publicación en la comunidad científica.

Una de las principales referencias de los defensores del agua hidrogenada es una revisión de estudios publicada en 2016 en International Journal of Clinical Medicine. En efecto, esta revista de acceso abierto tiene escaso prestigio y entre los firmantes del artículo encontramos, por ejemplo, a un representante de un centro denominado Hope Cancer Institute que se dedica a investigar terapias alternativas para el cáncer, ampliamente rechazadas por los investigadores.

El primer firmante es Gart Nicolson, ferviente defensor de las virtudes del agua hidrogenada y “nominado al Nobel de Medicina”, aseguran en la web de Saiz, aunque en realidad el Instituto Nobel no publica los nombres de los candidatos hasta 50 años después de otorgar los premios. Otro reclamo es Nicholas Perricone, muy polémico por sus particulares recomendaciones contra el envejecimiento a través de una dieta que lleva su nombre. Y para apoyar las bondades del agua hidrogenada tampoco falta una referencia al best seller La enzima prodigiosa de Hiromi Shinya, desacreditado por la comunidad científica.

Testimonios para todos los gustos

Al margen de los estudios, la lista de testimonios que ofrece en su web que respaldarían posibles aplicaciones es enorme y abarca casi cualquier problema: psoriasis, cataratas, alergias, hemorroides, ciática, migraña, autismo… Incluso sensibilidad química múltiple, una patología que en realidad no existe, según la ciencia. Asimismo, parece que algunos pacientes le encuentran utilidad en el caso del cáncer, para llevar mejor la recuperación tras la quimioterapia.

Sin embargo, los impulsores del método reconocen que no vale para todo o, más bien, que hay potenciales usos que aún no están probados. “El hidrógeno rebasa la barrera hematoencefálica del cerebro, así que hay médicos convencidos de que puede servir para tratar enfermedades neurodegenerativas, pero esto aún no lo podemos afirmar porque no hay estudios sobre ello”, comenta el coach.

No obstante, el mercado del agua hidrogenada no se limita a las personas con problemas de salud, ya que sus defensores hacen un especial hincapié en los deportistas: “Si tienes que afrontar una carrera dentro de unos días, te dará más energía, más vitalidad, previenes lesiones y agujetas y te garantizas una mejor recuperación”. Y sea cual sea el destinatario, el gran argumento es la capacidad antioxidante, realmente sorprendente: beber litro y medio equivale a consumir cientos de frutas y verduras.

Vende un mensaje buenrollista con afirmaciones que no hay forma de contrastar

La conclusión de Juan Revenga es que todo este asunto “tiene más pinta de fraude que de otra cosa”. Como en otros casos de terapias de dudosa efectividad, “vende un mensaje buenrollista con afirmaciones que no hay forma de contrastar”.

¿Y cuánta agua hay que beber para que sea efectivo? La cantidad que cada cual beba normalmente, salvo que sea demasiado poca. “Un cliente me dijo que no bebía más que medio vaso al día, así que le dije que no se lo vendía, porque con esa cantidad no va a ser efectivo y me va a decir que no funciona”, asegura Saiz.

Este tipo de términos –energía, vitalidad, pero también las alusiones al envejecimiento– se encuadran dentro de la “parafernalia pseudocientífica habitual”, según el nutricionista. Entre ellos está el pH y la dieta alcalina, un asunto que también forma parte de los argumentos de los defensores del agua hidrogenada –sería un elemento más para mantener un pH adecuado, afirman– y que rechazan los expertos.

Aparatos caros

El coach dice que no puede revelar el precio del aparato que venden. En otras web similares encontramos que solo aparece el precio de los hidrogenadores portátiles, una opción que el propio Saiz considera ineficaz. Al llamar a una de estas empresas, con sede en Valencia, y después de esquivar repetidamente la cuestión del precio, nos explican que a grandes rasgos hay tres opciones: el portátil, con un precio de 469 euros; el hidrogenador fijo, por 1.550 euros; y otro que requiere de instalación para conectarlo a la red de agua y que incluye otras acciones de “filtración, purificación, vitaminización” y alguna cosa más que sale como mínimo por 2.300 euros, más en el caso de que en nuestra zona haya aguas con mucha cal.

Esta misma empresa vende otro tipo de productos del mismo estilo (purificadores de aire, jarra de agua alcalina, ducha terapéutica…), pero otras se dedican exclusivamente al sector del agua hidrogenada y ponen el énfasis en diferenciarse de otros productos más conocidos y, por lo tanto, más ampliamente rechazados por la ciencia, por ejemplo, el agua alcalina, con sus correspondientes alcalinizadores de agua, que tienen su propio mercado.

“Me recuerda mucho al caso del ozono, que era una especie de terapia mágica que servía para todo pero que ya pasó de moda, así que ahora buscan algo nuevo que vender que suene natural, se quieren posicionar buscando una nueva marca diferenciada, no vaya a ser que acabes comprando los aparatos de la competencia”, comenta Mulet.

El 'boom' que esperan en 2021

En este caso, parece que solo estamos al principio. La agenda del responsable de Hidrogenada.com está repleta: ofrece una charla cada dos días. Además, vaticina que el gran 'boom' está por venir y se atreve a ponerle una fecha concreta, 2021. “Los próximos Juegos Olímpicos serán en Japón en 2020 y allí está muy extendida el agua hidrogenada, cuando atletas y periodistas vean sus efectos, se popularizará en el resto del mundo”, asegura.

Además, aparte de la venta de hidrogenadores, parece que aún está por desarrollar otra línea de productos, la comercialización del agua hidrogenada como tal, una opción que ni siquiera algunos defensores de este método recomiendan, puesto que habría que embotellarla en un envase adecuado y beberla rápido para que no se fuese el hidrógeno.

En cualquier caso, incluso los críticos le reconocen una virtud a esta nueva terapia: beber agua no le hace mal a nadie. Salvo al bolsillo.

La solución a una gran cantidad de problemas de salud puede estar en una acción tan simple como beber agua. Eso sí, no puede ser un agua cualquiera, porque entonces todos estaríamos sanísimos, hablamos del agua hidrogenada, es decir, enriquecida con hidrógeno, un gas inodoro e insípido.

Agua Japón Valencia Dietas Migrañas Estudio científico Dieta milagro
El redactor recomienda