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Seis medidas para mejorar el emprendimiento en España
  1. Tecnología

Seis medidas para mejorar el emprendimiento en España

¿Quién crea empleo neto? Según el estudio de la Kauffman Foundation sobre la creación de empleo en EE. UU., el verdadero motor a largo plazo para la

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Seis medidas para mejorar el emprendimiento en España

¿Quién crea empleo neto? Según el estudio de la Kauffman Foundation sobre la creación de empleo en EE. UU., el verdadero motor a largo plazo para la generación de empleo neto son las start-ups (compañías de nueva creación) y no las empresas existentes. El estudio revela que, de media (y salvo siete años desde 1977 hasta el 2005), las compañías ya existentes destruyen empleo (1 millón de puestos netos por año). Por el contrario las start-ups contribuyen de media con 3 millones de puestos de trabajo al año. Por lo tanto, para resolver la lacra del desempleo en España es necesario facilitar e impulsar la creación de nuevas empresas.

¿Qué problemas tenemos actualmente en España? El cambio de modelo productivo que España necesita debe pasar, entre otras medidas, por reducir la gran dependencia que nuestras pymes tienen frente a la banca tradicional. Las nuevas compañías (especialmente aquellas basadas en tecnología sin activos que dar en garantía y, por tanto, intrínsecamente de riesgo) no tienen acceso al crédito bancario y, por consiguiente, es necesario impulsar la creación de vías alternativas para que el dinero llegue a estos nuevos proyectos mediante el apoyo a los business angels (a los que nos referiremos más abajo), la industria del venture capital (entidades de capital riesgo que invierten en las primeras etapas) y el resto de la cadena de inversión para evitar el denominado equity gap, que hace que no sobrevivan los proyectos por falta de financiación.

¿Cómo está la industria del venture capital  en España? En términos generales las start-ups están recibiendo un buen apoyo por parte de ciertas instituciones semipúblicas (ENISA, CDTI). Pero estas ayudas o préstamos blandos no son suficientes en términos absolutos para hacer crecer un proyecto en sus primeros años de vida. Las start-ups necesitan más capital por parte de los fondos de  venture capital pero para ello el dinero debe de entrar primero en ellos. España cuenta con excelentes gestores de tales fondos, pero desde el 2008 el principal problema con el que se encuentran la mayoría de ellos es la gran dificultad que tienen para «levantar»  nuevos fondos. Los inversores extranjeros no mueven ficha con España, las Administraciones Públicas y las entidades financieras están pasando por sus propios problemas y los family offices (patrimonios familiares que, por cierto, están haciendo una gran contribución al sector) tienen un patrimonio limitado para este tipo de inversiones y suelen estar muy expuestos al ladrillo y a la bolsa.

Las start-ups necesitan más capital por parte de los fondos de venture capital pero para ello el dinero debe de entrar primero en ellos.

1. Fondos de pensiones: Uno de los principales participantes en la industria del  venture capital y capital riesgo en otros países desarrollados son los fondos de pensiones. En España su aportación ha sido bastante limitada, en parte, debido a limitaciones legales. Para ello es necesario modificar la normativa vigente (art. 84 del Reglamento de Planes y Fondos de Pensiones) relativa a las comisiones en cascada para permitir que los fondos de pensiones puedan invertir una parte de su patrimonio en entidades de capital riesgo y que las limitaciones a las comisiones en cascada se apliquen sólo a las entidades del mismo grupo. Hay incluso quien aboga por obligar o incentivar fiscalmente la inversión por parte de los fondos de pensiones en estos vehículos.

Los business angels, son por tanto el primer eslabón de la cadena. Si no fomentamos y facilitamos su inversión, de nada servirá tener fondos de venture capital o private equity (que invierten en etapas más avanzadas)2. Mejorar la tributación de los business angels: Los primeros inversores en una start-up después de las tres efes (friends, family y los irónicamente denominados fools) son los business angels. Generalmente se trata de profesionales cualificados con un alto poder adquisitivo que conocen muy bien el sector en el que invierten y que aportan un valor adicional a la empresa (smart money) mediante su consejo, contactos, experiencia, etc. Los business angels, son por tanto el primer eslabón de la cadena. Si no fomentamos y facilitamos su inversión, de nada servirá tener fondos de venture capital o private equity (que invierten en etapas más avanzadas), ya que los proyectos ni siquiera llegarán a ellos. Las entidades de capital riesgo en España tienen un marco fiscal muy favorable en virtud del cual prácticamente no pagan impuestos (99 % de exención). Obligar a los business angels a canalizar su inversión a través de tales entidades gestionadas por otros para beneficiarse de su régimen fiscal es injusto y va en contra de la naturaleza de los business angels: éstos quieren poder elegir los proyectos en los que invierten y participar en ellos. Por tanto, es necesario sembrar para poder recoger y esto pasa por igualar (o al menos mejorar significativamente) la tributación de las inversiones con independencia del vehículo que utilicen y poder compensar las pérdidas de las inversiones con cualesquiera otras rentas, incluidas las del trabajo.

Algunos gestores de fondos españoles, con muy buen criterio, ya se han dado cuenta del potencial y están creando los primeros fondos de deuda enfocados a start-ups3. Venture debt: Así como los fondos de capital riesgo invierten en el capital de las compañías (es decir en equity o activos similares), los denominados venture debt funds invierten en deuda de start-ups (conjuntamente con warrants convertibles en capital y ligados a eventos de liquidez) y proporcionan a éstas una vía alternativa de financiación con deuda sin dilución del capital. En países como EE. UU. o el Reino Unido, la industria del venture debt está muy desarrollada y supone una vía de financiación vital para la cadena de emprendimiento. En España necesitamos reforzar esta alternativa y algunos gestores de fondos españoles, con muy buen criterio, ya se han dado cuenta del potencial de este producto y están creando los primeros fondos de deuda enfocados a start-ups. No obstante, la tributación de estos vehículos tiene importantes restricciones en la normativa de entidades capital riesgo (especialmente para prestar dinero a sociedades limitadas) y sus rendimientos tienen un tratamiento fiscal muy desfavorable frente a las entidades de capital riesgo tradicionales que invierten en capital.  

Si queremos mejorar el emprendimiento en España es absolutamente crítico tener un mercado alternativo bursátil fuerte4. Mercado alternativo bursátil (MAB): Otro de los grandes problemas de nuestro mercado de venture capital es la falta de liquidez. Si queremos mejorar el emprendimiento en España es absolutamente crítico tener un mercado alternativo bursátil fuerte que suponga una salida fácil para los business angels y los fondos de venture capital. Otros países de nuestro entorno como el Reino Unido o Francia han desarrollado con gran éxito mercados alternativos enfocados a compañías pequeñas y medianas en crecimiento. España debe tomarse muy en serio este mercado y aplicar medidas concretas para incentivar la inversión en él (tales como la ampliación y homogenización a nivel nacional de las deducciones fiscales que han aprobado algunas comunidades autónomas, fomentar el seguimiento y análisis de valores por parte de bancos de inversión e impulsar la creación de fondos de inversión enfocados en este mercado).

Tenemos que crear los mecanismos necesarios para retener el talento español y poder contratar a los mejores profesionales del extranjero.5. Stock options  (opciones de compra sobre acciones): Si queremos que nuestras start-ups puedan competir en este nuevo entorno globalizado tenemos que crear los mecanismos necesarios para retener el talento español y poder contratar a los mejores profesionales del extranjero. Y una de las fórmulas más utilizadas es el otorgamiento de planes de stock options, ya que las start-ups carecen de los recursos necesarios para pagar grandes sueldos. Desde el famoso caso Villalonga, la tributación de las stock options en España se han ido endureciendo y actualmente las deducciones aplicables están muy limitadas. Esto provoca que, una vez superados dichos límites, el tipo efectivo puede llegar a superar el 50 %. Mejorar la tributación de este tipo de rendimiento es fundamental para mejorar la competitividad de nuestras compañías.

Debemos fomentar y premiar la cultura del esfuerzo y el trabajo en nuestros jóvenes y un cambio de mentalidad en nuestra sociedad que pase por ser más tolerante con el fracaso empresarial6. Cambio de mentalidad: Muchos de nuestros estudiantes salen de la Universidad queriendo ser funcionarios en vez de empresarios. Como apuntaba Robert Kiyosaki en su famoso Padre rico, padre pobre, en el colegio nos enseñan cualquier profesión útil para la sociedad, pero no a ser empresarios. Esta misma crítica debe aplicarse a nuestro sistema educativo. El emprendimiento debe enseñarse desde la escuela y no tener que esperar a cursar un máster en una escuela de negocios. Además, debemos fomentar y premiar la cultura del esfuerzo y el trabajo en nuestros jóvenes y un cambio de mentalidad en nuestra sociedad que pase por ser más tolerante con el fracaso empresarial.


¿Quién crea empleo neto? Según el estudio de la Kauffman Foundation sobre la creación de empleo en EE. UU., el verdadero motor a largo plazo para la generación de empleo neto son las start-ups (compañías de nueva creación) y no las empresas existentes. El estudio revela que, de media (y salvo siete años desde 1977 hasta el 2005), las compañías ya existentes destruyen empleo (1 millón de puestos netos por año). Por el contrario las start-ups contribuyen de media con 3 millones de puestos de trabajo al año. Por lo tanto, para resolver la lacra del desempleo en España es necesario facilitar e impulsar la creación de nuevas empresas.