Du Chaffaut (Unilever): "Nuestras marcas sostenibles han crecido un 50% más rápido"

Unilever es una de las principales compañías de gran consumo. Cerca de un tercio de la población guarda en sus despensas y armarios muchos de sus productos que, además, usa a diario para el cuidado y la higiene personal, la limpieza del hogar o la alimentación, con marcas tales como Axe, Dove, Skip, Mimosín, Frigo, Magnum, Knorr, Hellmann’s o Calvé.

Hablamos con Jerome du Chaffaut, director general de la compañía, en el ciclo de encuentros de ‘Directivos por la economía circular’ sobre los retos a los que se enfrentan ante esta nueva normalidad y la importancia de seguir haciendo que la sostenibilidad sea algo intrínseco en las compañías.

PREGUNTA. El planeta nos está enviando mensajes de alerta, ¿ha cambiado sus hábitos en los últimos años para luchar contra el cambio climático?

RESPUESTA. Es difícil no estar concienciado cuando formas parte de Unilever desde hace más de veinte años, como es mi caso. En los últimos años la sociedad ha ido sensibilizándose cada vez más, sobre todo a medida que los efectos del cambio climático se han hecho más evidentes, pero en Unilever esta lucha forma parte de nuestro ADN desde hace mucho tiempo. Hace diez años pusimos en marcha el Plan Unilever para una Vida Sostenible. Este plan marca la estrategia que hemos seguido desde entonces para crecer al tiempo que reducíamos a la mitad nuestro impacto medioambiental. Actualmente ha evolucionado a lo que llamamos nuestro Compass, que marca un propósito muy claro: promover en nuestro día a día un estilo de vida sostenible. En este sentido, las decisiones que se toman hoy en Unilever tienen siempre en cuenta este impacto y esto sin duda ha marcado profundamente los hábitos de las personas que trabajamos en esta compañía.

"Hemos puesto en marcha un plan para luchar contra los efectos del covid-19 que supone una inversión de 100 millones de euros"

P. El sector del gran consumo no solo no ha parado, sino que se ha convertido en uno de los indispensables en esta pandemia, ¿cómo han afrontado desde la compañía esta situación?

R. Con mucha humanidad, respeto y agilidad, siendo nuestra máxima prioridad la de proteger la salud, el bienestar y la seguridad de nuestros empleados y colaboradores en todos los países donde opera nuestra compañía. Y por otra parte, asegurando que dábamos respuesta a las necesidades de nuestros consumidores en la situación de pandemia, además de poderles abastecer con nuestros productos. Todos los equipos de Unilever en España han estado teletrabajando, ayudando los que tenían menos trabajo a otras áreas de mayor trabajo, demostrando siempre el espíritu de equipo, una gran resiliencia y gran capacidad de adaptación y esfuerzo. Trabajar desde casa no ha sido fácil, teniendo en cuenta las situaciones individuales. En este sentido, tenemos la suerte de no haber necesitado llevar a cabo ningún ERTE en estos meses de pico de la pandemia.

P. Una buena higiene de manos es fundamental en la lucha contra el covid-19. Unilever lleva más de un siglo contribuyendo a ello con sus jabones, geles y otros productos de higiene y cuidado personal, ¿de qué manera están ayudando a combatir esta pandemia?

R. Hemos puesto en marcha un plan para luchar contra los efectos del covid-19 que supone una inversión de 100 millones de euros y que prevé medidas concretas para proteger a consumidores, clientes, proveedores y trabajadores de la compañía. El plan incluye la donación de productos como jabones y desinfectantes por valor de, como mínimo, 50 millones de euros; la adaptación de nuestras líneas de producción para producir desinfectantes para su uso en hospitales y escuelas; el pago anticipado a proveedores y la extensión del crédito a clientes minoristas, cuyo negocio depende de Unilever.

En España hemos donado tanto mascarillas como geles, jabones y crema de manos a diferentes hospitales, ONG, etc. Adicionalmente, hemos querido lanzar en España una de nuestras marcas más emblemáticas a nivel mundial: Lifebuoy, con más de 100 años de vida, y su gel hidroalcohólico. También hemos creado un gran programa de educación, dirigido especialmente a niños y niñas, sobre la importancia de lavarse las manos con jabón, para reducir el riesgo de enfermedades respiratorias, diarreas...

P. Una de las imágenes que más estamos observando estos días es la de guantes, bolsas de plástico y mascarillas tiradas por el suelo, ¿cree que la sociedad es consciente del impacto medioambiental que conlleva?

R. Es evidente que la pandemia está siendo un escollo importante en la lucha contra el plástico de un solo uso. Sin embargo, creemos que en estos momentos todos los esfuerzos deben centrarse en salvar vidas. A partir de aquí, la falta de civismo es algo contra lo que debemos luchar siempre, aunque soy optimista y creo que la mayoría de la ciudadanía conoce el impacto ambiental que genera el abandono de estos residuos en el entorno y que sabe dónde debe depositarlos correctamente. Entiendo que la mayoría conoce que el material de protección (mascarillas y guantes desechables) debe depositarse en la fracción resto de residuos.

P. Hace unas semanas el Gobierno daba un paso más en la lucha por reducir los plásticos, especialmente los de un solo uso. Ustedes llevan una década replanteándose el uso de materiales reciclados, ¿qué medidas han adoptado a este respecto?

R. Unilever es una de las compañías líder en la lucha contra el plástico de un solo uso, y hemos llevado a cabo importantes compromisos en este sentido. Por ejemplo, en cinco años reduciremos a la mitad el uso del plástico virgen en nuestros productos, cuyos envases serán 100% reciclables, reutilizables y compostables en 2025. Nuestros equipos de I+D+i están constantemente investigando la forma en que nuestros envases puedan reducir o sustituir el plástico siempre que sea posible, o mejorarlo cuando es indispensable, bajo nuestra estrategia: “No, mejor o menos plástico”.

"Es responsabilidad de las empresas poder proporcionar alternativas al plástico de usar y tirar en sus envases"

P. El reciclaje es una buena herramienta para preservar el entorno. Como miembro del Consejo de Administración de Ecoembes, ¿podría decirnos a qué retos se enfrentan ciudadanos y empresas en materia de reciclaje?

R. Hay varios retos que debemos superar. Si bien el reciclaje está muy implantado en España y son muchos los ciudadanos que separan sus residuos en los contenedores correspondientes, no hay que bajar la guardia y debemos incentivar que sean cada vez más las personas que reciclan. Durante el confinamiento y desde el inicio del estado de alarma, ha habido un aumento en el uso del contenedor amarillo por parte de los ciudadanos de hasta un 15%, lo cual es una buena noticia, porque significa que hemos tomado mayor responsabilidad y compromiso con el medio ambiente. A nivel empresarial y de la administración, el reto es trabajar de la mano tanto como sea posible. Se está haciendo ya en muchos casos, pero es importante recordar una vez más que las sinergias entre compañías y sector público son indispensables para promover la transición hacia la economía circular y la mitigación de la crisis climática.

P. La preocupación de los ciudadanos por cuidar del medio ambiente ha llevado a que el reciclaje se convierta en el principal hábito para proteger nuestro planeta incrementándose un 32% el uso de los contenedores amarillo y azul, ¿cómo valora esta tendencia?

R. Creo que la mayoría de los ciudadanos siguen buscando alternativas al plástico de usar y tirar, y es responsabilidad de las empresas poder proporcionar esa alternativa en sus envases. Ojalá la mayor humanidad, con todo lo que conlleva, que nos ha traído esta pandemia haya llegado para quedarse, así como las consecuencias que está teniendo en nuestro día a día, transformando nuestros usos y costumbres para mejorar nuestra relación con el planeta.

P. La salud de las personas está ligada indudablemente a la salud del planeta y el consumo feroz se convierte en el principal enemigo, ¿cambiará, en este sentido, la percepción del consumidor poscovid-19 y sus hábitos? ¿Cómo?

R. Hace tiempo que vemos que es indispensable que las compañías integren la sostenibilidad a sus estrategias de negocio. No solo como una moda, sino como un factor que marque la toma de decisiones a corto, medio y largo plazo. A través de nuestro Plan Unilever para una Vida Sostenible, hemos dotado de propósitos sostenible a varias de nuestras marcas y son estas las que más están contribuyendo al crecimiento del grupo: estas enseñas han crecido un 50% más rápido que el resto del negocio y registran sobre un 70% de la facturación de la compañía. Esto demuestra que la implicación que una marca o empresa tiene en materia medioambiental acaba repercutiendo decisivamente en la acción de compra del consumidor. Es una tendencia al alza que, de acuerdo con diversos y recientes estudios, tras la pandemia se intensificará mucho más.

"Debemos esforzarnos para que los mensajes relacionados con la sostenibilidad se comuniquen al consumidor de manera fácil y comprensible"

Conscientes de ese mayor compromiso de nuestros consumidores con el planeta y para satisfacer sus exigencias, estamos incorporando marcas como los detergentes Seventh Generation o la línea de cosmética Love, Beauty & Planet, ambas elaboradas a base de ingredientes vegetales 100% naturales y sin restos de contaminantes. Con ello hemos iniciado el cambio de nuestro 'portfolio' de productos hacia marcas 100% sostenibles y directamente vinculadas con la economía circular.

P. Es cierto que desde hace años la importancia de impulsar prácticas sostenibles a todos los niveles no es algo ajeno a la sociedad. Sin embargo, ante una más que probable y dura recesión económica, ¿podría quedar la agenda verde relegada a un segundo plano?

R. Hay quien considera que puede existir este riesgo, pero es deber de todos seguir trabajando para que esto no pase. El Banco Mundial estima que entre 40 y 60 millones de personas caerán en la pobreza extrema en 2020 debido a los efectos del covid-19. Debemos evitar que esto ocurra. Por eso, nosotros hemos destinado 100 millones de euros para paliar los efectos de la pandemia. Las compañías tenemos que continuar demostrando que queremos convertir este mundo en un lugar mejor. Es cierto que la sociedad se enfrenta a multitud de problemas: cambio climático, desigualdades... que no podemos olvidar a pesar de los efectos económicos de la pandemia. Aunque estamos lejos de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), necesitamos movilizarnos como sociedad y colaborar todos juntos. Es nuestro problema, no podemos permanecer impasibles cuando muchas personas continúan muriendo cada vez que desperdiciamos alimentos, cada vez que emitimos gases de efecto invernadero, que contaminamos el agua o el suelo con las malas prácticas agrícolas y que nos comportamos de manera irresponsable con el medio ambiente. Debemos vivir en armonía, colaborando y afrontando conjuntamente los retos del planeta.

P. ¿Se verá afectado algún objetivo de su plan para una vida sostenible por la crisis del coronavirus?

R. Se ha visto afectado en positivo. Somos aún más conscientes de que el coste de la inacción es superior al de la acción y que debemos continuar haciendo el bien, haciéndolo bien. Precisamente, la pandemia que está padeciendo el mundo entero nos obliga a dirigir esfuerzos hacia la mejora del medio ambiente y del bienestar de las personas. Sin ir más lejos, nuestro compromiso para reducir los residuos derivados de nuestros envases sigue vigente y tiene hoy más sentido que nunca. Además, esperamos que próximamente puedan lanzarse en España nuevos formatos de envase que ya han sido testados en otros mercados y van en esa línea.

P. Esta pandemia es una prueba de fuego para el planeta, ¿cree que la economía circular se convertirá en la vía para superar la crisis económica y social que deja el virus?

R. Todas las tendencias en torno a la sostenibilidad, la economía circular y la protección del medio ambiente que estaban entrando en el día a día de nuestra sociedad cobrarán impulso tras la pandemia. Durante el confinamiento hemos visto como la contaminación en Madrid y Barcelona se reducía considerablemente, y que las aguas de muchas de nuestras playas urbanas pasaron a ser cristalinas de repente. Estoy seguro de que son muchos los ciudadanos que se han dado cuenta del gran impacto que su día a día tiene en el entorno. No obstante, si queremos ampliar esa conciencia, debemos esforzarnos para que los mensajes relacionados con la economía circular y la sostenibilidad se comuniquen al consumidor de manera fácil y comprensible y que, así, sea consciente de lo mucho que puede aportar a nivel individual para contribuir a los retos medioambientales y sociales del planeta.