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Piloto a los 30, abogada a los 80
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FUE LA PRIMERA MUJER PILOTO EN CANARIAS

Piloto a los 30, abogada a los 80

Ajena a la controversia generada por la edad de jubilación, Nieves Sánchez Montero sigue ejerciendo como abogada cuando está a punto de cumplir 83 años. Y tiene para

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Piloto a los 30, abogada a los 80

Ajena a la controversia generada por la edad de jubilación, Nieves Sánchez Montero sigue ejerciendo como abogada cuando está a punto de cumplir 83 años. Y tiene para rato. Quizás sea porque ingresó tarde en la profesión -a los 61 años-, pero ha llegado para quedarse.

Nieves no sólo es la abogada en ejercicio con más edad del colectivo, como certifica el Colegio de Abogados de Las Palmas, también es la primera mujer piloto de avión de Canarias, la primera en participar en un rally de montaña y de las primeras en estudiar la licenciatura de Derecho en la UNED. Así lo explica en una carta titulada Mis vivencias en la UNED, que ha hecho pública la universidad.

Nieves Sánchez Montero es una mujer luchadora que ha conseguido todo lo que se proponía, pese a que nació en una España que arrinconaba a sus mujeres. Nació en 1928 en la calle Triana de Las Palmas de Gran Canaria, siendo la menor y única niña de la familia con un futuro que ya estaba escrito: ser ama de casa. Sin embargo, sería ella la que acabaría reescribiendo el guión de su vida. Por tierra, mar y aire.

"A medida que pasaba el tiempo y me iba haciendo mayor, más crecían mis deseos por estudiar y conocer mundo y un día les dije a mis padres que quería estudiar Derecho. Al estar la facultad en Tenerife, significaba estar sola en La Laguna y como no querían que me separase de ellos, pues no se realizó mi deseo", apunta en su carta.

Contrajo matrimonio en 1953 con Paco Vila, quien le alentó a pelear por sus sueños, "lo que en aquella época era bastante inusual en un marido", reconoce. "Me enseñó a conducir y recuerdo que para que me dieran el permiso de circulación él tuvo que firmar. En 1956 era necesaria la autorización del marido. También aprendí a nadar, a hacer submarinismo, a disfrutar con el esquí acuático...". Su interés por el mar hizo que aprendiera a navegar y que se sacara el título de patrón de Yate. Una vez explorado y dominado el medio acuático, era el turno de plantearse un nuevo reto: la  velocidad. "En los años 60 participé en tres competiciones automovilísticas y en un rally, como mujer pionera en carreras de velocidad".

Ya sólo le quedaba el cielo por conquistar. "Un día me fascinó la idea de volar. Entonces hice el curso de piloto en el Real  Aeroclub de Gran Canaria y cuando sumé ocho horas de aprendizaje el profesor me dio la 'suelta' y me convertí en la primera mujer canaria que ha volado sola".

No sólo fue pionera, también fue heroína. "Avisé a la Base Aérea para que salieran a salvar a unos hombres que se encontraban en el agua a punto de ahogarse junto a su pesquero que se hundía rápidamente en la Baja de Gando. Los divisé justo cuando iniciaba la maniobra de aterrizaje y felizmente todos salvaron la vida". La prensa lo recogió al día siguiente: "Una mujer salva la vida a 17 hombres".

Sin embargo, aún quedaba un sueño por cumplir: ser abogada. Con una familia formada y tras superar el Curso de Acceso a la Universidad para mayores de 25 años, Nieves empezó a estudiar Derecho en el año 1979, cuando ella ya sumaba 51 años.

Por fin, el 16 de mayo de 1989 juró como abogada en el Ilustre Colegio de Abogados de Las Palmas. "Me sentí una mujer nueva, distinta. Al fin realicé el sueño de mi vida en una época donde extrañaba el que hubiera tenido que emprender a los 50 años una carrera que siempre fue mi vocación", señala.

Desde entonces son ya 22 años ejerciendo la abogacía "felizmente y con la misma ilusión del primer día". Satisfecha, pero nunca conformista, Nieves tiene un nuevo sueño: "llegar a cumplir los 25 años en esta profesión. Cada día ruego a Dios me permita llegar con salud a ese día".

Hoy se puede encontrar a Nieves en los pasillos de los juzgados o en un parque jugando con sus nietos. Mientras, repasa sus hazañas en el recuerdo. "En estos momentos la mayor de las satisfacciones me las da el ejercicio de la abogacía. Mis retos con la velocidad tuvieron su momento en mi vida y quedé plenamente satisfecha de lo que conseguí", matiza; y concluye: "En todo lo que he emprendido y me ha gustado he puesto todo mi entusiasmo y tesón pero ha sido importante que antes me fascinara la idea". Superados con éxito muchos más retos de los que una persona pueda tener a lo largo de su vida, cabe preguntarse cuál será su próximo sueño.

Ajena a la controversia generada por la edad de jubilación, Nieves Sánchez Montero sigue ejerciendo como abogada cuando está a punto de cumplir 83 años. Y tiene para rato. Quizás sea porque ingresó tarde en la profesión -a los 61 años-, pero ha llegado para quedarse.