Es noticia
Así incumplen las empresas sus promesas de contaminar menos
  1. Mundo
  2. Europa
CUANDO EL 'GREENWASHING' SALE MAL

Así incumplen las empresas sus promesas de contaminar menos

Dos tercios de las promesas empresariales para ser más ecológicas con los plásticos no se cumplen o no vuelven a mencionarse en sus informes

Foto: Residuos plásticos en Indonesia. (EFE)
Residuos plásticos en Indonesia. (EFE)

En 2008, el gigante de alimentación francés Danone hizo una promesa ambiciosa: para 2009, el 50% de los plásticos utilizados en las botellas de agua de la empresa estarían hechos de materiales reciclados. El informe de sostenibilidad de Danone calificó la medida como "una palanca para reducir el peso de los envases y disminuir las emisiones de CO₂".

Habría sido un paso en la dirección correcta en la lucha contra la contaminación global por plásticos. El plástico no es solo uno de los principales productos fabricados a partir de combustibles fósiles como el petróleo y el gas natural: también es uno de los más duraderos. Las botellas de plástico, por ejemplo, pueden tardar hasta 450 años en descomponerse. Las piezas resultantes de microplásticos dañan a los animales y a los humanos por igual, contaminando los océanos, el suelo e, incluso, el aire. Y la industria de alimentos y bebidas es una de las mayores contaminadoras de plásticos del mundo.

Foto: La energía limpia en África es una prioridad. (iStock)

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en 2019 se liberaron 79 millones de toneladas de desechos plásticos al medio ambiente a través de fugas terrestres o acuáticas, quemas a cielo abierto o vertederos. Eso representa más de una quinta parte del total mundial.

¿Las empresas cumplen sus promesas en materia de medioambiente? El medio alemán 'Deutsche Welle' y la Red Europea de Periodismo de Datos (EDJNet, por sus siglas en inglés), de la que forma parte El Confidencial, han investigado algunas de las compañías de alimentos y bebidas más grandes de Europa para averiguar si son consecuentes con sus propias políticas.

Danone, por su parte, no lo hizo. Para 2009, el objetivo de la empresa sobre plásticos reciclados había cambiado: "El grupo apunta a lograr un 20-30% en 2011", se lee en su informe de 2009. "Y el 50% eventualmente". Cuando la empresa tampoco cumplió con ese objetivo, volvió a cambiar su meta. Y otra vez. En 2020, Danone todavía usaba solo un 20% de PET (polietileno tereftalato) reciclado en sus botellas de agua en todo el mundo. Y, para 2025, 16 años después de su primer plazo autoimpuesto, Danone se ha vuelto a fijar el objetivo de 2009: 50% de plástico reciclado en botellas de agua.

En total, la Deutsche Welle, en colaboración con EDJNet, ha identificado 98 compromisos medioambientales sobre plásticos de 24 empresas de alimentos y bebidas con sede en Europa, realizados durante los últimos 20 años. Más de la mitad de estas promesas se hicieron en los últimos años, y la mayoría declara tener un objetivo para 2025.

En el caso de al menos 37 compromisos que ya deberían haberse cumplido, el resultado no es bueno: el 68% fracasó claramente o nunca volvió a informar. Cuando las empresas no cumplen con sus compromisos, por lo general no lo mencionan abiertamente. En cambio, abandonan silenciosamente la meta o cambian su alcance o el año objetivo.

Esta cifra de incumplimientos está en línea con estudios de otras industrias. En 2021, la Unión Europea investigó las afirmaciones ecológicas en los sitios web de empresas de sectores como el textil, cosmética y artículos para el hogar y descubrió que el 42% probablemente eran exageradas, falsas o engañosas.
De los objetivos que supuestamente se lograron, algunos fueron más estrategias de 'marketing' que mejoras reales. Está, por ejemplo, la cervecería belga Anheuser-Busch InBev, la empresa detrás de cervezas como la estadounidense Budweiser, Corona y Beck’s. En 2017, AB InBev anunció que se comprometía a "proteger 100 islas de la contaminación marina por plásticos para 2020".

En la práctica, la empresa no realizó prácticas de protección a largo plazo. En cambio, AB InBev organizó 214 limpiezas en playas de 13 países y luego declaró que los esfuerzos fueron un éxito un año antes de lo previsto.

"Muchas empresas utilizan la limpieza de playas para promocionarse", explica Larissa Copello, activista política de la ONG medioambiental Zero Waste Europe. “Pero son ellos los que están poniendo todos estos desechos en las playas en primer lugar”. Zero Waste Europe aboga por "cerrar el grifo" para reducir los residuos de envases en origen.

Foto: Mapamundi de temperaturas en superficie. Julio de 2022. (NASA)

Solo 19 de los 98 compromisos que Deutsche Welle ha localizado ofrecen compromisos para reducir la cantidad de plástico utilizado en los envases o la cantidad de plásticos vírgenes, y la mayoría de ellos se proyectan de cara al futuro. Los datos están disponibles aquí.

Además, 16 de las 24 empresas analizadas se comprometieron a producir envases con plásticos reciclables, pero eso no garantiza que el plástico sea luego reciclado.
“Si no hay infraestructura para recolectar estos productos por separado, entonces no se pueden reciclar”, dijo Copello. Lo mismo ocurre con los productos supuestamente degradables o compostables. "Al menos aquí, en Bélgica, no tenemos una recolección separada para artículos compostables o biodegradables", dijo Copello. "Simplemente, terminan en el contenedor de basura mixta".

En un tercio de los casos, las empresas se comprometieron a incluir más plásticos reciclados en sus envases. Eso sería una mejora, dijo Copello. Y se han dado algunos pequeños pasos: Ferrero de Italia, por ejemplo, comenzó a aumentar la cantidad de PET reciclado utilizado en envases secundarios en 2010. La empresa embotelladora suiza de Coca-Cola, Coca-Cola HBC, lanzó una botella hecha de PET 100% reciclado para cuatro marcas de agua en 2019, tras anunciarlo el año anterior.

En general, la demanda de plásticos reciclados sigue siendo baja y los precios altos, lo que significa que es más rentable para las empresas utilizar plásticos vírgenes recién producidos.

Las iniciativas voluntarias no son suficientes, explica Nusa Urbancic, directora de Campañas de Changing Markets Foundation, con sede en Bruselas, que trabaja para exponer prácticas corporativas irresponsables y cabildear por una legislación más integral sobre plásticos. "En lugar de usar su poder, dinero y recursos para impulsar soluciones, muy a menudo las empresas hacen lo contrario", dijo Urbancic. "Se están escondiendo detrás de compromisos voluntarios para no hacer los cambios que tendrían que hacer".

"Se están escondiendo detrás de compromisos voluntarios para no hacer los cambios que tendrían que hacer"

De hecho, según Urbancic, los compromisos voluntarios suelen ser una táctica consciente diseñada para retrasar y distraer la atención de la legislación progresista. En su informe 'Talking Trash', Changing Markets detalla el 'lobby' practicado durante mucho tiempo contra los sistemas de reciclaje efectivos.

La legislación impulsa el PET reciclado

A pesar de estos esfuerzos en relaciones públicas, la Unión Europea ha aprobado recientemente una ambiciosa legislación sobre plásticos. Según la directiva de plásticos de un solo uso, por ejemplo, los artículos desechables como bolsas de plástico, cubiertos y pajitas ya no se pueden distribuir dentro de los mercados de la UE. Esto sigue el ejemplo de países africanos como Eritrea, que prohibió las bolsas de plástico en 2005, Ruanda (2008) y Marruecos (2009).

La directiva de la UE también incluye el objetivo de incorporar al menos un 25% de plástico reciclado en botellas de PET para 2025 y un 30% en todas las botellas para 2030.

Es probable que la nueva legislación sea parte de la razón del rápido aumento de los compromisos con los plásticos. "Ha hecho que las empresas se den cuenta de que necesitan aumentar sus esfuerzos para cumplir esos objetivos", dijo Urbancic. Ahora, las propias empresas están pidiendo mejores sistemas de reciclaje para ayudarlas a cumplir con sus obligaciones legales, añade.

Los compromisos y el 'greenwashing'

Más iniciativas también están recopilando los compromisos voluntarios de las empresas en bases de datos públicas. La UE compila los compromisos en la Plataforma europea de partes interesadas de la economía circular, y la Fundación Ellen MacArthur, con sede en el Reino Unido, recopila las iniciativas de plásticos de los firmantes en su programa Compromiso global.

Las promesas hechas a la fundación varían ampliamente en su ambición. Unilever, por ejemplo, ha declarado su objetivo de reducir el uso de plásticos recién producidos en un 50% de 2020 a 2025, pero Ferrero prometió solo un 10%, y la empresa francesa de vinos y licores Pernod Ricard ofreció únicamente una reducción del 5%.

"Las empresas ni siquiera están obligadas a revelar información básica como su huella de plástico. Y los datos que se publican no se verifican de forma independiente", denuncia Urbancic. Al igual que otros esquemas voluntarios, considera que se corre el riesgo de ser utilizado como una cortina de humo para facilitar el lavado verde y retrasar el cambio real.

Desacelerar la producción de plásticos

Changing Markets recomienda que, como mínimo, las iniciativas voluntarias establezcan unos objetivos ambiciosos para la participación, se asegure que los miembros informan sobre su progreso y responsabilicen públicamente a las empresas por su desempeño.

En los próximos años, la UE planea implementar una legislación sobre plásticos más exhaustiva bajo el Plan de Acción de Economía Circular, que incluirá objetivos para el reciclaje de plásticos y medidas para evitar el desperdicio de envases. Y el cambio es muy necesario: la producción mundial de plásticos sigue creciendo y se prevé que siga haciéndolo en las próximas décadas.

Para frenar este aumento, otros países tendrían que hacer lo mismo. Los datos muestran que las empresas solo cambian sus tácticas cuando se ven presionadas por la legislación, la responsabilidad pública y la demanda de los consumidores. La próxima prueba de fuego llegará en 2025, cuando las empresas tendrán que cumplir sus actuales promesas sobre plásticos. Algunas de ellas ahora son obligatorias, al menos dentro de la UE.

En 2008, el gigante de alimentación francés Danone hizo una promesa ambiciosa: para 2009, el 50% de los plásticos utilizados en las botellas de agua de la empresa estarían hechos de materiales reciclados. El informe de sostenibilidad de Danone calificó la medida como "una palanca para reducir el peso de los envases y disminuir las emisiones de CO₂".

Danone
El redactor recomienda