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Merkel empuja a la UE a restringir los viajes bajo la amenaza de nuevos cierres fronterizos
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Miedo a las nuevas variantes

Merkel empuja a la UE a restringir los viajes bajo la amenaza de nuevos cierres fronterizos

Las nuevas variantes del coronavirus han hecho saltar todas las alarmas y los líderes europeos discuten cómo hacer frente a esta nueva situación

Foto: Aviones de Iberia y AirEuropa en el aeropuerto de Barajas. (Reuters)
Aviones de Iberia y AirEuropa en el aeropuerto de Barajas. (Reuters)

La videoconferencia que este jueves han celebrado los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea no ha tenido un ambiente demasiado festivo: las nuevas variantes del coronavirus han hecho saltar todas las alarmas y los líderes europeos discutieron durante horas cómo hacer frente a este nuevo escenario pandémico. La idea de cerrar fronteras ha sido un tema central. En algunos puntos, la discusión fue un regreso a marzo de 2020.

La idea de establecer controles fronterizos llegaba con nombre y apellido: Angela Merkel, canciller alemana, y los mensajes vienen ya desde hace días. ¿La razón? En la zona fronteriza entre Alemania y República Checa, uno de los países con mayor ratio de infecciones del mundo, los casos se están disparando. El Bild alemán ha calificado a los checos de “turistas del coronavirus” aunque muchos de ellos cruzan la frontera para trabajar en Sajonia.

Foto: Una solitaria corredora, cerca de la City de Londres. (EFE)

El mensaje de Merkel durante la reunión fue claro: o se establecen restricciones coordinadas, o habrá que echar el cierre fronterizo. 'Déjà vu'. Marzo de 2020. La Comisión Europea pidió en aquel momento a todos los Estados miembros que evitaran cerrar fronteras. Todo fueron oídos sordos y cerrojazos. Vuelta a aquella casilla: habría que establecer medidas conjuntas, pero la cuestión es que, prácticamente un año después del inicio de la pandemia, la Unión Europea sigue sin tener una coordinación suficiente en este asunto.

Advertencia del ECDC

La discusión de los jefes de Estado y de Gobierno se desarrollaba al mismo tiempo que el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) avisaba en su último informe de que hay un riesgo “alto” o “muy alto” de expansión comunitaria de la variante británica de coronavirus. En ese informe pedía endurecer las restricciones y confinamientos, y también limitar los viajes no esenciales. La situación es grave y los líderes europeos saben que al mismo tiempo que comienza la vacunación, y esperan que el ritmo de administración de dosis aumente de forma exponencial en las próximas semanas, empieza una fase crítica de la pandemia en la que la prioridad es controlar las nuevas variantes.

Foto: Viandantes pasan junto a un anuncio del Gobierno británico sobre el coronavirus. (EFE)

Pero el cierre de fronteras sin más es la peor solución desde el punto de vista de Bruselas: daña al mercado interior, afectando a las cadenas de suministro, además de complicar la vida a los trabajadores transfronterizos. “Debemos mantener las fronteras abiertas para garantizar el buen funcionamiento del mercado interior”, explicaba tras el encuentro Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, que subrayaba que sí que “deberían considerarse restricciones” para los viajes no esenciales. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, también señalaba en esa dirección, pidiendo que se limitaran los movimientos no esenciales.

En los próximos días, Bruselas tratará de ensamblar esa estrategia coordinada que este jueves pedía Merkel para limitar los movimientos no esenciales, aunque lo hace con la experiencia de primavera de 2020 todavía en la retina: en última instancia son los Estados miembros los que deciden qué hacer con sus fronteras, y, cuando el miedo empieza a asentarse en las capitales, eso suele traducirse en acciones descoordinadas y puede acabar en un “sálvese quien pueda”.

Oposición de España, Grecia y Luxemburgo

Frente a la posición de Alemania o Bélgica se encuentran otros países, como España, Grecia o Luxemburgo, que se oponen frontalmente a un cierre de las fronteras. Los sureños porque necesitan que el turismo se reactive cuanto antes y prefieren no seguir sentando las bases de cierres fronterizos, y Luxemburgo porque es un país cuya propia existencia está vinculada completamente a la realidad transfronteriza.

Lo acordado al final fue el establecimiento de una nueva categoría en la paleta de colores del ECDC incluyendo ahora una zona “rojo oscuro” con peor situación epidemiológica en la que se “desincentiva fuertemente todos los viajes no esenciales”, pero que por el momento no se concreta en nada más. Depende de cada Estado miembro tomar esta decisión. Los jefes de Estado y de Gobierno también pactaron establecer requisitos como PCR negativa obligatoria además de una cuarentena, algo que ya tienen en marcha algunos países como Bélgica.

La videoconferencia que este jueves han celebrado los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea no ha tenido un ambiente demasiado festivo: las nuevas variantes del coronavirus han hecho saltar todas las alarmas y los líderes europeos discutieron durante horas cómo hacer frente a este nuevo escenario pandémico. La idea de cerrar fronteras ha sido un tema central. En algunos puntos, la discusión fue un regreso a marzo de 2020.

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