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Bruselas propone reforzar el papel de la UE en futuras crisis sanitarias
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se hará con 300M de dosis de la vacuna

Bruselas propone reforzar el papel de la UE en futuras crisis sanitarias

El colegio de comisarios de la UE ha dado luz verde a un contrato para la adquisición de 300 M de dosis de la vacuna de Pfizer y de BioNTech

Foto: La comisaria europea de Salud Stella Kyriakides. (Reuters)
La comisaria europea de Salud Stella Kyriakides. (Reuters)

Una de las principales lecciones de la pandemia es que la salud, especialmente en casos de emergencia, es algo con una dimensión europea. La Comisión Europea se ha visto incapacitada para coordinar a los Estados miembros, cuya gestión caótica e independiente de la crisis sanitaria evitó tomar medidas conjuntas que habrían ayudado a gestionar mejor el impacto del coronavirus.

Por eso Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció durante su discurso del estado de la Unión de 2020 ante el Parlamento Europeo, que Bruselas perseguiría poner las primeras piedras de una Unión de la Salud que ayudará a la UE a gestionar mejor las crisis sanitarias en el futuro a una escala europea.

“En tiempos de crisis, los ciudadanos esperan con razón que la UE asuma un papel más activo”

Y es lo que ha querido hacer hoy el Ejecutivo comunitario, tras la adopción de una serie de propuestas que han sido presentadas por Stella Kyriakides, comisaria de Salud. “En tiempos de crisis, los ciudadanos esperan con razón que la UE asuma un papel más activo”, ha señalado la chipriota, que sabe de lo que habla: muchos miraron a Bruselas en los primeros compases de la pandemia, cuando en realidad Bruselas poco podía hacer. No se trata de una “Unión de la Salud”, pero sí de un reforzamiento de la cooperación, la monitorización y del rol de las instituciones europeas en la gestión de crisis.

300 M de dosis de la vacuna

El Ejecutivo comunitario ha hecho también oficial este miércoles que el colegio de comisarios ha dado luz verde a un contrato para la adquisición de 300 millones de dosis de la vacuna de Pfizer y de BioNTech SE, que está presentando una efectividad del 90%. La Comisión Europea ya avanzó el martes que sería parte de la agenda de la reunión.

Ahora los Estados miembros cuentan con cinco días para comunicar al Ejecutivo comunitario si quieren participar en el contrato conjunto. Una vez la vacuna se haya demostrado segura y pueda comenzar a repartirse, el plan de Bruselas es utilizar como criterio la población de los distintos Estados miembros, por lo que España podría optar a un 10% de las dosis.

La comisaria de salud ha admitido que la vacuna no será una “bala de plata” que permitirá un regreso a la vida ordinaria automáticamente

Ursula von der Leyen celebró este martes que se ha comenzado “a trabajar con los Estados miembros para preparar campañas nacionales de vacunación”. “Una vez que esta vacuna esté disponible, nuestro plan es implementarla rápidamente en cualquier lugar de Europa. Este será el cuarto contrato con una empresa farmacéutica para comprar vacunas. Y vendrán más. Porque necesitamos tener un amplio portafolio de vacunas basadas en diferentes tecnologías”, explicó la alemana en un comunicado el martes.

Porque además del contrato autorizado con Pfizer y el laboratorio alemán, Bruselas tiene firmados otros contratos con distintas empresas: con AstraZeneca para 300 millones de dosis, Sanofi-GSK para otros 300 millones de dosis y uno último con Johnson & Johnson para 200 millones de dosis.

“Estamos casi ahí. Mientras tanto, seamos prudentes y mantengámonos seguros”, celebró la presidenta de la Comisión Europea. En todo caso, Kyriakides ha llamado este miércoles a la prudencia, recordando que la vacuna no será una “bala de plata” que permitirá un regreso a la vida ordinaria de manera automática.

Reforzar la cooperación

Kyriakides, que se vio en el ojo del huracán durante los peores días de la pandemia sin ningún instrumento, ha hecho una dura crítica a la “descoordinación y falta de preparación” y de material con el que los Estados miembros se enfrentaron a la pandemia. “La fragmentación hace a todos los Estados miembros vulnerables”, ha asegurado Kyriakides, que ha señalado que 2020 se recordará también como el año en el que los ciudadanos europeos pidieron “más Europa en el área de la salud pública”

La propuesta presentada por Kyriakides busca “renovar el marco legal existente para las amenazas transfronterizas graves para la salud”, así como mejorar la capacidad de agencias como el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en casos de crisis. Este empuje del Ejecutivo comunitario llega meses después de una encuesta del Parlamento Europeo en el que se reflejaba que una gran mayoría de los encuestados estaban muy a favor (21%) o tendían a estar a favor (47%) de que la UE tuviera más competencias en materia sanitaria. Esa cifra era todavía mayor en el caso de España (22% y 53%).

Bruselas propone reforzar la preparación y vigilancia con nuevos requisitos para los Estados miembros, que por ejemplo tendrían que comunicar indicadores sanitarios (como la disponibilidad de camas de hospital) y cuyos planes nacionales de preparación serían “auditados y sometidos a pruebas de resistencia por parte de la Comisión y las agencias de la Unión Europea”. Además, de declararse una “situación de emergencia de la UE” se activaría un proceso de mayor coordinación y permitiría el desarrollo, almacenamiento y adquisición de productos relevantes para la crisis.

Por otro lado, las agencias clave se verían reforzadas. El ECDC tendría nuevos roles que permitirían a la agencia realizar recomendaciones y opciones no vinculantes para la gestión de riesgos para los Estados miembros, capacidad para movilizar y desplegar un grupo de trabajo sanitario de la UE que se establecerá en el seno de la ECDC para ayudar a la respuesta local en los países europeos y la creación de una red de laboratorios de referencia de la UE.

Por otro lado, la EMA también se verá reforzada monitoreando el riesgo de escasez de medicamentos y dispositivos médicos, y haciendo recomendaciones para mitigarlos. Además, la EMA proporcionaría asesoramiento científico sobre medicamentos que pueden tener el potencial para tratar, prevenir o diagnosticar las enfermedades, coordinaría estudios sobre la efectividad y seguridad de las vacunas y coordinaría ensayos clínicos.

Una de las principales lecciones de la pandemia es que la salud, especialmente en casos de emergencia, es algo con una dimensión europea. La Comisión Europea se ha visto incapacitada para coordinar a los Estados miembros, cuya gestión caótica e independiente de la crisis sanitaria evitó tomar medidas conjuntas que habrían ayudado a gestionar mejor el impacto del coronavirus.

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