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Mattia, el más joven de la UCI de Cremona (Italia): "Mamá, no te dejaré, lucharé por ti"
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18 años y en coma farmacológico

Mattia, el más joven de la UCI de Cremona (Italia): "Mamá, no te dejaré, lucharé por ti"

La ambulancia, bolsa de ropa limpia y el último abrazo: ese fue el último día que Ombretta vio a su hijo de 18 años, al que tuvieron que ingresar en la UCI de urgencia tras contagiarse por coronavirus

Foto: Hospital en Brescia, Italia (EFE)
Hospital en Brescia, Italia (EFE)

"Limpio la casa, me paro, miro el reloj: el tiempo no pasa. Yo no entiendo mucho, pero tengo confianza en los médicos". Ombretta es la madre de Mattia, un chico de 18 de años que se encuentra en coma inducido farmacológico tras haberse contagiado por coronavirus. Es el paciente más joven ingresado en el hospital de Cremona (Italia), al que llegó después de haber sufrido varias crisis respiratorias.

La ambulancia, bolsa de ropa limpia y el último abrazo: ese fue el último día que Ombretta vio a su hijo, al que tuvieron que ingresar en la UCI de urgencia, cuenta hoy Il Corriere della Serra.

Foto: Un paciente en Grassobbio (Bergamo) (EFE)

El 16 de marzo, Mattia tuvo fiebre y su madre lo llevó a Urgencias, donde le diagnosticaron pulmonía por coronavirus. En esos momentos, el médico le dijo que se podía recuperar en casa, pero algunos días después, empezaron las dificultades para respirar y la situación se agravó. "Llamé al 112, vinieron a recogerlo, lo ingresaron. La última imagen que tendo de él es mientras que lo metían en la ambulancia", recuerda Ombretta.

Madre e hijo sufren separados la soledad y la angustia del aislamiento. La misma noche, Mattia, tras ser ingresado en el hospital, le mandó un mensaje a su madre: "Dentro de poco me entuban. Quédate tranquila, no te dejaré sola. Te quiero mamá, lucharé por ti y por Anastasia. Ahora tengo que irme".

Desde entonces, Ombretta espera todos los días que suene el teléfono por las tardes para que desde el hospital le informen sobre cómo está su hijo. "Es mi boletín. Después cuelgo y espero que no suene más, porque significaría que ha empeorado".

Foto: Doctores cuidando a enfermos en Brescia, Italia (EFE)

Anastasia, por la que Mattia también luchará contra la enfermedad, es la hermana que no llegó a conocer, porque murió hace cinco años durante el parto. "Yo ya he visto este dolor. Mattia siempre ha querido una hermana. Durante la fiesta de su 18 cumpleaños, a media tarde salió y encendió una velita por ella", cuenta Ombretta.

Mattia es un chico responsable que estudia el último año del instituto técnico. Después está su mapa de afectos: el Inter, los partidos de fútbol en San Siro y los amigos. "Cada día me llaman sus compañeros de colegio, sus profesores, los bedeles. Yo intento mostrarme fuerte", afirma su madre.

Las condiciones de Mattia continúan siendo "estables dentro de la gravedad" y Ombretta cuenta con el personal sanitario del hospital, verdaderos aliados en estas situaciones en los que la lejanía entre madre e hijo se hace más cruda.

"He hecho un pacto con las enfermeras: van con él, le acarician por mí y le dicen que estas caricias son las de mamá"


"Me escriben por WhatsApp. Hace dos días fui yo la que llamé al hospital. Les dije que estaba ahí, a dos pasos de donde ellos estaban, les supliqué a los médicos que me dejaran ver a mi hijo, aunque fuera a través del cristal. Sin embargo no me dejaron, hay reglas y se tienen que respetar. Así que he hecho un pacto con las enfermeras: van con él, le acarician por mí y le dicen que estas caricias son las de mamá".

Mientras tanto, la espera es la que permanece y Ombretta, su compañero Davide y los tres perros que comparten vida con la familia aguardan la llamada de la tarde en la que sabrán cómo se encuentra hoy Mattia.

Ombretta pretende aguantar, igual que siempre le ha tocado hacerlo: "Hay que estar lúcidos y no derrumbarse, como me ha pedido en su mensaje. Quién sabe si Mattia se acuerda que cuando él tenía tres años y yo 30 tuve cáncer. Él estaba en el carrito de bebé cuando me operaron de urgencia. Dos meses después pude decirles a todos que yo había ganado. La fuerza es la misma, aunque ahora los roles se han invertido: es una madre la que espera que su hijo vuelva a casa".

"Limpio la casa, me paro, miro el reloj: el tiempo no pasa. Yo no entiendo mucho, pero tengo confianza en los médicos". Ombretta es la madre de Mattia, un chico de 18 de años que se encuentra en coma inducido farmacológico tras haberse contagiado por coronavirus. Es el paciente más joven ingresado en el hospital de Cremona (Italia), al que llegó después de haber sufrido varias crisis respiratorias.

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