Un sacerdote en Italia muere por Covid-19 tras dar su respirador a otra persona
El religioso no conocía a la persona a la que cedió el aparato que le habría salvado la vida, pero renunció a él al enterarse que alguien más joven lo necesitaba
El padre Giuseppe Berardelli, un sacerdote de 72 años, se ha convertido en uno de los héroes italianos de este coronavirus. El religioso ha fallecido en el hospital de Lovere, una población cercana a Bérgamo, en la región italiana de Lombardía, una de las más afectadas de todo el mundo por la propagación del Covid-19.
Berardelli era el párroco de la pequeña localidad de Casnigo, de apenas 3.500 habitantes. Enfermó de coronavirus y comenzó a sufrir dificultades respiratorias, pero no había respiradores suficientes en su hospital. Por eso, sus feligreses hicieron una colecta y le compraron el aparato que el religioso necesitaba para vivir.
Fr. Giuseppe Berardelli, a 72-year-old priest who gave a respirator (that his parishioners had purchased for him), to a younger patient (whom he did not know), has died from #coronavirus.
— James Martin, SJ (@JamesMartinSJ) March 24, 2020
"Greater love has no person..." (Jn 15:13) https://t.co/qXQ6knoE6n via @Araberara pic.twitter.com/uKxRNghire
Sin embargo, tal y como publica el diario italiano Araberara, Giuseppe Berardelli renunció a ese respirador poco después. Tuvo conocimiento de que una persona más joven lo necesitaba para sobrevivir y no dudó en proporcionárselo, aun a sabiendas de que era muy probable que ese gesto le terminara costando la vida.
Aplausos de despedida
Berardelli falleció en el hospital de Lovere, apenas a 30 kilómetros de distancia del pueblo donde residía. Sin embargo, eso no impidió que sus restos mortales regresaran a la pequeña localidad de Casigno para ser enterrado. Sus feligreses salieron a sus balcones para aplaudir la comitiva fúnebre, aunque no se pudo celebrar un funeral como a ellos les hubiera gustado.
El religioso era consciente de que al renunciar al respirador ponía en serio peligro su vida, pero no le importó
Quienes le conocieron explican que "era una persona sencilla y directa, con una gran amabilidad y ayudaba a todo el mundo, creyentes y no creyentes. Su saludo siempre era el mismo: ‘paz y bien’. Siempre era cordial y participaba en todo aquello que tenía relación con su parroquia".
Giuseppe Imberti, alcalde de Casigno, fue el encargado de dar la maña noticia a sus vecinos: "Giuseppe Berardelli renunció a su respirador para asignárselo a alguien más joven que él. Ésta es la mejor fotografía del alma de un sacerdote que había conquistado a todo el mundo: los escuchaba y sabían que podían contar con su ayuda. Fue una gran persona".
El padre Giuseppe Berardelli, un sacerdote de 72 años, se ha convertido en uno de los héroes italianos de este coronavirus. El religioso ha fallecido en el hospital de Lovere, una población cercana a Bérgamo, en la región italiana de Lombardía, una de las más afectadas de todo el mundo por la propagación del Covid-19.
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