El coronavirus llega a las instituciones de la UE en plena polémica por la visita de Greta

En las últimas horas se ha vuelto muy popular una fotografía que muestra una promoción de una conocida cadena de supermercados belgas: llévate dos 'coronas' (la cerveza Coronita en España) y te regalan una 'Mort Subite' (‘Muerte súbita’, otra famosa cerveza belga). Así se toman las cosas en la capital comunitaria, con una mezcla de resignación e indiferencia que, en la mayoría de los casos, sirve de barrera ante el pánico del momento.

Durante los últimos días se habían estado detectando los primeros casos de coronavirus, y este miércoles las instituciones europeas han anunciado el primer trabajador contagiado: un miembro de la Agencia Europea de la Defensa (AED) que había estado en Italia y que presentaba síntomas leves. Sus compañeros se han puesto en cuarentena y las instituciones trabajan para acotar cualquier contagio. El Consejo ha anunciado un segundo caso, contagiado por el trabajador de la AED.

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El Parlamento Europeo fue la primera institución en tomar ciertas medidas, pidiendo que aquellos que hubieran estado en las zonas de riesgo no acudieran a las instalaciones de la Eurocámara o suspendiendo en un primer momento el comienzo de las prácticas de los becarios italianos. Este lunes David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo, anunció que se suspendía cualquier actividad en la institución que incluyera la entrada de visitantes y cualquier actividad que estuviera fuera del circuito legislativo. Algunos dentro de la institución defienden que debería cancelarse el desplazamiento hasta Estrasburgo la semana que viene, donde se debe celebrar la sesión plenaria de la institución.

El Parlamento Europeo es normalmente un hervidero de visitas. Grupos de jubilados de todos los Estados miembros, lobistas, estudiantes de todas las nacionalidades, presentaciones, exposiciones, visitas de grupos culturales, representantes de minorías étnicas, sindicatos, miembros de la política nacional de los Veintisiete… Cada día miles de personas ajenas al personal del Parlamento Europeo entran y salen de la institución. Todo eso se ha cortado de un día para otro.

La polémica Greta

Lo que no se ha suspendido ha sido la visita de la activista sueca Greta Thunberg, que este miércoles ha dado un discurso ante los miembros de la comisión parlamentaria de Medio Ambiente. "La UE debe liderar, tienen una obligación moral de hacerlo", señalaba Greta a los miembros de la Eurocámara minutos después de que la Comisión Europea presentara su Ley Climática, que no ha convencido a la joven activista.

Mientras tanto, pero también en los días anteriores a su visita, eurodiputados se quejaban de lo que señalan que es un trato diferente para la joven sueca que para los muchos grupos con los que han tenido que cancelar visitas y reuniones.

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Algunos eurodiputados intentan mantener su actividad de encuentros con personas ajenas a la institución manteniendo las reuniones en los bares y cafeterías de la Plaza Luxemburgo, donde se sitúa la entrada a la sede bruselense del Parlamento Europeo.

“¿Por qué se le ha permitido el acceso a Greta Thunberg cuando hay una prohibición expresa de entrada a todo aquel que no sea personal fijo?”, se ha quejado a través de Twitter el eurodiputado José Ramón Bauzá, de Ciudadanos. “¿Por qué hemos tenido que cancelar toda nuestra agenda de visitas por orden del presidente pero a ella sí se le permite entrar?”, ha continuado el eurodiputado.

También han llegado quejas por parte de los eurodiputados de Vox. Jorge Buxadé, líder de las filas del partido de Santiago Abascal en la Eurocámara, ha acusado a Sassoli de haber construido un “templo fortaleza” al que solo ha permitido entrar a Greta para dar su "homilía climática". Critican que, por ejemplo, su grupo europeo haya que cancelar un encuentro con fuerzas políticas africanas a las que iba a acudir el presidente de Ghana, pero que se haya mantenido este discurso de Thunberg.