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La única solución que le queda a Europa para evitar un "baño de sangre" en Siria
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La única solución que le queda a Europa para evitar un "baño de sangre" en Siria

Otra crisis humanitaria está teniendo lugar a las puertas de la UE y a los europeos no se les ve por ninguna parte

Foto: Refugiados provenientes de Idlib en la frontera entre Turquía y Grecia. (Reuters)
Refugiados provenientes de Idlib en la frontera entre Turquía y Grecia. (Reuters)

El ataque militar de los gobiernos ruso y sirio contra Idlib ha empujado a un millón de sirios hacia la frontera turca y matado alrededor de 300 personas. Sin embargo, esto no debería considerarse simplemente como una barbaridad moral. También tiene un impacto directo en los intereses europeos, abriendo la puerta a nuevos flujos migratorios y a una movilización extremista. Una mayor escalada de tensiones también puede provocar un peligroso choque entre Turquía, que apoya a las fuerzas rebeldes, y Rusia.

Lo cierto es que el asalto a Idlib se veía venir desde hace tiempo y los europeos deberían haberse preparado para ello. Aun así, los europeos - tal y como hicieron durante la trágica y larga guerra civil siria- parecen ajenos a lo que está ocurriendo ahora mismo.

Foto: Tayyip Erdogan. (Reuters)

No hay soluciones fáciles para esta crisis. La situación se debería arreglar probablemente con un acuerdo diseñado entre Turquía y Rusia en vez de bajo los auspicios de países occidentales o de las Naciones Unidas. Y, en ese escenario, es casi inevitable que Damasco vaya a volver a conseguir gran parte del control de Idlib. Pero los europeos no se pueden conformar con su estado actual de complacencia. Podrían hacer mucho más para evitar futuras tragedias.

​Inminente baño de sangre

Mientras los europeos se han adjudicado la superioridad moral en las últimas semanas tratando de presionar a Rusia para lograr un cambio de acontecimientos, está claro ya que a Moscú no le afecta la humillación pública. Los europeos necesitan urgentemente comprometerse en esfuerzos de alto nivel para promover el único resultado que podría paliar la situación y ayudar a los civiles sirios: un acuerdo entre Turquía y Rusia. La propuesta de una reunión entre los presidentes Vladimir Putin, Recep Tayyip Erdogan y Emmanuel Macron y la canciller Angela Merkel -seguida de una llamada reciente entre Putin, Macron y Merkel- sugiere que Francia y Alemania ya han dado un paso adelante para comprometerse. Pero los civiles sirios no se pueden permitir esperar más para una solución - y nada parece indicar que las distintas partes vayan a alcanzar un plan para acabar con la violencia.

Más allá de esto, los europeos deberían aumentar de forma urgente su apoyo humanitario a los inmigrantes que busquen refugio en la frontera turca en medio de unas horribles condiciones invernales. En esencia, quedan dos opciones para intentar evitar el peor escenario posible, lo que la ONU ha llamado un inminente “baño de sangre”.

El primero está relacionado con la posición turca. Significa enviar tropas a Idlib y rechazar la ofensiva. Pero Ankara, que ya ha perdido 15 soldados en la pelea, fracasará con alta probabilidad en la operación si no consigue un mayor apoyo internacional. Rusia ha demostrado que no tiene ningún interés en frenar su avance militar o reducir sus ambiciones de cara a la intervención turca.

Foto: Refugiados e inmigrantes en la frontera entre Turquía y Grecia. (EFE)
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Y uno debe ser honesto: nadie en Europa o EEUU está preparado para seguir este camino y arriesgarse a un conflicto con Rusia, especialmente cuando Turquía se ha aliado con soldados extremistas en el terreno. De hecho, el apoyo del Representante Especial para Siria de Estados Unidos Jim Jeffrey a Turquía para luchar contra Rusia -pese al rechazo del presidente Donald Trump- es bastante dudoso, recordando promesas similares de funcionarios estadounidenses a los kurdos. Incluso cuando Jeffrey estaba en Ankara apoyando la posición turca, el Asesor de Seguridad Nacional de EEUU Robert O’Brien dijo que EEUU no se meterían en el conflicto.

La única solución disponible

Una variante típica europea de esta estrategia supone imponer más costes a Rusia a través de las sanciones. Pero aunque las medidas punitivas pueden hacer sentir a los europeos bien, no ayudarán a los civiles en el terreno. La reciente escalada rusa - en el asalto de idlib y en el bloqueo de ayudas de la ONU interestatales- viene en parte como respuesta a la aprobación de la Ley de Protección civil Caesar estadounidense. Este intensifica de forma considerable las sanciones norteamericanas en Siria e impone sanciones secundarias a entidades que hagan negocios con el país, como empresas rusas. Es poco probable que otras medidas punitivas cambien la estrategia de Moscú, en vez de que acabe insistiendo en su enfoque actual.

En estas circunstancias, la única opción viable que queda en Idlib es incentivar un acuerdo entre Turquía y Rusia que acabe con el enfrentamiento militar. Este acuerdo formalizará inevitablemente los avances significativos del régimen sirio, incluyendo el control de dos autopistas estratégicas que cruzan Idlib. Sin embargo, podría acabar con el bombardeo y preservar para los rebeldes sirios un espacio más amplio que la estrecha franja de territorio fronterizo que actualmente Rusia le está ofreciendo a Turquía.

Europa necesita centrar sus energías en ese acuerdo, de algún modo ofreciendo incentivos a Rusia. El régimen sirio puede querer restaurar el control total de Siria, pero una oferta europea que vincule un cierto grado de alivio de sanciones a un alto el fuego podría ayudar a cambiar sus ideas. Si bien Moscú nunca ha respondido de forma positiva a las sanciones, no está claro si un incentivo positivo tendría un impacto distinto. Es algo que merece la pena probar. Cualquier acuerdo político supondrá el reconocimiento de la soberanía del gobierno sobre Idlib, pero tendría como objetivo salvar a los actores locales.

Foto: Un combatiente sirio apunta a sus objetivos en Idlib. (Reuters)

Muchos rechazan el valor de cualquier forma de acuerdo diplomático con Moscú y Damasco, pero las alternativas son peores. Al fin y al cabo, no es un gran acuerdo, pero podría salvar vidas y Europa lo podría frenar si no hay progresos. Las partes implicadas necesitarán encontrar una forma para que la oposición en Idlib conviva con el régimen, lo que incluirá solucionar el problema de los extremistas, un área en la que los europeos necesitan asumir parte de su responsabilidad. Pero eso lo dejamos para otro día. Ahora mismo, la prioridad de los europeos debe ser acabar con la horrorosa violencia en la provincia. Los sirios que viven en Idlib se lo merecen. En los últimos nueve años, todo el mundo ha fracasado. Y este escenario se está repitiendo otra vez en la más horrible de las circunstancias.

*Análisis publicado en el European Council on Foreign Relations por Julien Barnes-Dacey y titulado 'How Europe should respond to the assault on Idlib'.

El ataque militar de los gobiernos ruso y sirio contra Idlib ha empujado a un millón de sirios hacia la frontera turca y matado alrededor de 300 personas. Sin embargo, esto no debería considerarse simplemente como una barbaridad moral. También tiene un impacto directo en los intereses europeos, abriendo la puerta a nuevos flujos migratorios y a una movilización extremista. Una mayor escalada de tensiones también puede provocar un peligroso choque entre Turquía, que apoya a las fuerzas rebeldes, y Rusia.

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