Boris Johnson, señalado por favorecer con dinero y viajes a una exmodelo de EEUU

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha sido señalado por favorecer a la exmodelo estadounidense, Jennifer Arcuri, con más de 126.000 libras procedentes de fondos públicos. El entonces alcalde de Londres era un invitado habitual del apartamento en Shoreditch de Arcuri y acudió a numerosos eventos promocionales de su compañía de tecnología, según una investigación de The Sunday Times.

Un grupo de periodistas preguntó a Johnson sobre su relación con Arcuri seis veces durante su viaje a Nueva York con ocasión de la cumbre climática y él se negó a contestar si hubo algún conflicto de interés o si era necesaria una investigación para esclarecer el asunto, pero horas después rompió su silencio y aseguró que "todo se hizo de la manera adecuada".

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La investigación ha desvelado que la exmodelo tenía menos de 30 años en el momento de los hechos y se refería a Johnson como “uno de mis mejores amigos”. El diario británico ha denunciado que en el 2013 la nueva empresa de Arcuri recibió 10.000 libras en efectivo de una organización de la que el primer ministro era responsable como alcalde de Londres; el 2014 se hizo con 15.000 libras a través de una subvención del Gobierno que buscaba incentivar la inversión de emprendedores extranjeros; y el año pasado recibió un premio de 100.000 libras.

La estadounidense también recibió un trato de preferencia a la hora de unirse a misiones comerciales en el extranjero dirigidas por Johnson. De hecho, la californiana viajó con el primer ministro al menos en tres viajes oficiales, y un informe demuestra que su compañía no cumplía con los criterios de elegibilidad para asistir a alguno, pero la oficina del exalcalde intervino para ayudarla.

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Los laboristas han exigido una investigación sobre el asunto. Jon Trickett afirmó que las acusaciones deberán ser investigadas por el secretario del gabinete, Mark Sedwill: “A pesar de lo que su vida de privilegio lo ha llevado a creerlo, Johnson no está por encima de la ley y no puede eludir y esquivar la responsabilidad. Se trata de la integridad del primer ministro, que parece pensar que puede salirse con la suya ”