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Corrupción en el sur vs. egoísmo en el norte: ¿quién tiene razón en la dividida Italia?
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UN PAÍS PARTIDO EN DOS

Corrupción en el sur vs. egoísmo en el norte: ¿quién tiene razón en la dividida Italia?

La brecha económica, social y cultural entre el norte y sur de Italia es mastodóntica. No hace falta acudir a los números, solo hay que viajar por este país para constatarlo

Foto: Dos personas 'sintecho' en frente de una iglesia en Roma. (Reuters)
Dos personas 'sintecho' en frente de una iglesia en Roma. (Reuters)

Castellabate es un bellísimo pueblo del sur de Italia, situado sobre una colina desde la que se contempla el mar, en el que solo está permitido morir por sobredosis de auténtica 'mozzarella' de búfala. Al menos eso dice una inscripción de 1811 que asegura: "Aquí no se muere". Esta población del Cilento, cerca de Nápoles, es además famosa porque en ella se grabó una popular película italiana: Bienvenidos al Sur.

La comedia trata de un trabajador de correos milanés al que le transfieren a este pueblo de Campania. Su esposa, cuando recibe la noticia, enloquece. Él se pone un chaleco antibalas y los vecinos le despiden angustiados como si bajara al infierno de Dante. El film, una parodia de los estereotipos regionales similar a la española "Ocho apellidos vascos", muestra en todo caso una realidad evidente. Italia es un país partido en dos, norte y sur, desde un punto de vista económico, social, histórico y cultural.

El mercenario Garibaldi

"Somos dos países distintos. Nosotros en el sur somos borbónicos. En el norte nos llaman 'terroni', que significa el que ama y trabaja la tierra aunque ellos lo usen como un insulto", explica a este diario Berto Cannavaro, tío del futbolista Fabio Cannavaro y dueño de la Osteria 1123 de Castellabate. "Garibaldi era un mercenario que conquistó militarmente el Reino de las dos Sicilias porque aquí había más riqueza. La banca napolitana era la más fuerte de Italia. Él y la Casa Saboya se llevaron toda esa riqueza a su tierra, el norte. Nos saquearon. Es una diferencia cultural, éramos distintos países, como la zona noreste que era austrohúngara", denuncia Berto. Este mensaje, más allá de la anécdota, es compartido por parte de un sur cansado de ser señalado con el dedo por el norte como corrupto y poco trabajador. "El norte no sería rico sin la mano de obra del sur", recuerdan muchos ciudadanos meridionales.

Foto: Salvini agita una bandera en un mitin de 2015. (Reuters)

¿Es verdad la afirmación de Cannavaro sobre la unificación que cuestiona el estereotipo cultural de que el sur siempre fue vago y pobre y el norte trabajador y próspero? Los estudios económicos, incluido uno del Banco de Italia, señalan que en 1861, año de la unificación de Italia, Nápoles y Sicilia tenían una industrialización y riqueza similar o superior a Lombardía y Piamonte (noroeste). Calabria (sur) sí ha sido siempre una región pobre, como lo era entonces el Véneto (noreste) que, sin embargo, hoy es una de las áreas más prósperas de Europa.

Pero desde la unificación, y especialmente tras la Segunda Guerra Mundial, el noreste y el noroeste se despegaron de un sur cada vez más empobrecido. "En 1862, el Reino de las Dos Sicilias traía menos deuda y más grande riqueza pública. Hubo un éxodo de esa riqueza del sur al norte", escribió Francesco Saverio Nitti, primer ministro italiano entre 1919 y 1920, en su libro 'El presupuesto del Estado entre 1862 al 1897'.

El tercer mundo... italiano

Algo más de 150 años después, la brecha es mastodóntica. No hace falta acudir a los números, sólo hay que hacer un viaje por Italia para verificarla. Las carreteras, el tratamiento de basuras, las edificaciones o el transporte público en algunos puntos del sur se asemejan a las de un país de los antes llamados del tercer mundo. El norte, sin embargo, ofrece un panorama parecido al de los países más avanzados europeos como Suiza, Alemania o Austria.

La avalancha de datos económicos sobre esta diferencia haría este artículo interminable. Van solo algunos. Según Eurostat, Sicilia tiene una tasa de empleo del 44,1%, por el 45,3% de Campania, el 45,6% de Calabria y el 49,4% de Puglia. En el norte, por ejemplo, la tasa de ocupación de Bolzano es del 79% y de Emilia-Romaña del 74,4%.

En renta per cápita, desde hace años, la media de ingresos entre un habitante de Lombardía o Trentino (en torno a 35.000 euros al año) duplica la de un habitante de Sicilia o Calabria (cerca de los 16.000 euros). Un último ejemplo de 2019: la renta de ciudadanía, una ayuda media de 526 euros al mes promovida por el gobierno del Movimiento 5 Estrellas para personas sin ingresos, ha sido solicitada en un 61% en regiones del sur, en un 24% en el norte y en un 15% en la zona centro.

Foto: Masones franceses durante un ritual. (Reuters)

Algunos intentos de equilibrar esa balanza, como el plan "Cassa del Mezzogiorno" creado en 1950 por el Gobierno italiano, los fondos europeos y alguna agencia propia para fomentar el desarrollo de las regiones del sur han sido un fracaso. Pese a que alrededor de 450.000 millones de euros han sido destinados a planes de infraestructuras, las pobres regiones del sur de Italia no consiguen despegar. ¿Corrupción, ineficiencia, cultura del subsidio...? Muchas voces del norte creen que el sur es un pozo sin fondo que gasta sus recursos sin alcanzar ningún objetivo entre corruptelas y amiguismos.

"La mierda no es culpa de la Liga"

Cannavaro y los nostálgicos del Reino de las Dos Sicilias creen que hay, sobre todo, una culpa histórica que se remonta un siglo y medio atrás y se sufre desde entonces. Para Fabio Cantarella, el primer concejal en la historia de Sicilia de La Liga, partido del norte de Italia liderado por Matteo Salvini que hasta hace pocos años buscaba independizarse del sur, hay que mirar más adelante: "Hay una diferencia estructural. El sur tiene menos y peores infraestructuras, pero hay también un problema cultural. Los sicilianos no cuidamos nuestra tierra. Si vas al norte y tiras un cigarro a la calle te reprimen, aquí la gente sale de los bares y tira la botella en la acera o arroja la basura en cualquier parte sin que a nadie le importe", cuenta este político de Catania a El Confidencial.

Eso ha provocado un segundo problema, la inmigración interior que hace que muchas de las personas más valiosas del sur se vayan a buscar la vida al norte. Según un informe de la Asociación por el Desarrollo Industrial del Sur, "dos millones de italianos de las regiones del sur han emigrado al norte en los últimos quince años".

"La diferencia es que en el norte hay una conciencia social de cuidar las cosas que en nuestra tierra no existe. Mira la basura que hay por todas partes"

Claudia y Vincenzo son dos de esos jóvenes profesionales sicilianos que viven ahora en Milán y que vienen cada año a pasar sus vacaciones en su tierra. ¿Cuál es la diferencia norte y sur? ¿Allí son más fríos? "No, eso es un estereotipo que es falso, la gente allí es igual de encantadora. Estudiamos la carrera en Milán y nos quedamos allí a vivir porque había trabajo. La diferencia es que en el norte hay una conciencia social de cuidar las cosas que en nuestra tierra no existe. Mira la basura que hay por todas partes", explica la pareja en la barroca ciudad siciliana de Ragusa, una zona monumental fascinante junto a las ciudades Scicli, Noto y Modica que se conecta por unas carreteras bacheadas y rodeadas de toneladas de basura arrojada a los arcenes.

"Una diferencia fácil de apreciar es que en el sur hay un montón de vertederos ilegales, mientras que en el norte con la basura que se recicla se está haciendo energía. Nos falta conciencia", señala Cantarella. ¿Quién tiene la culpa de ese retraso? "Los políticos sicilianos que han servido a sus propios intereses. Las obras las debe hacer el gobierno regional. Con Salvini hicimos la prueba de ir de Trapani a Agrigento de tren, 200 kilómetros. Salimos a las 05:40 horas y tardamos nueve horas en llegar al destino. Somos una región italiana sin alta velocidad y una red de vías antigua", señala el líder regional de un partido odiado por muchos de sus vecinos tras años de constantes ataques y vejaciones a su tierra y costumbres.

Foto: Matteo Salvini, tras reunirse con Mattarella en Roma. (EFE) Opinión

¿Se puede ser siciliano y ser de la Liga tras años de recibir insultos desde esa formación? "Yo soy de la Liga de Salvini que paró con esa división de Umberto Bossi (creador de la Liga e independentista de lo que él bautizó como Padania, la Italia al norte de río Po). La mierda de esta tierra no es culpa de la Lega que no ha gobernado nunca aquí. Me interesa la buena gestión y los hechos más que los eslóganes de decir que nos llamaban 'terroni".

El desmoronamiento de Italia

La diferencia económica y social regional italiana está en un punto crítico con el proyecto de la autonomía regional diferenciada. Un proyecto opaco potenciado durante el año de mandato del Gobierno entre la Liga, impulsor de la medida, y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), y que en este momento, ante el nuevo gobierno de la izquierda del PD y el M5S, no se sabe dónde va a acabar.

Simplificando el asunto, tres regiones italianas del norte, Emilia-Romaña, Lombardía y el Véneto, han solicitado, tras hacer primero un referéndum consultivo entre sus ciudadanos, que les transfieran competencias estatales que manejarían con sus propios recursos acogiéndose al título V de la Constitución de 2001. Un asunto que algunos economistas y escritores como Gianfranco Viesti han bautizado como "la secesión de los ricos". El prestigioso profesor afirma que "se establece el criterio de quien vive en una región con una renta más alta tendrá un nivel mejor de servicios".

Esta especie de federalismo fiscal, que incluye la transferencia de medioambiente, sanidad, educación, trabajo y relaciones con la UE, generó el pasado febrero una respuesta en forma de carta, firmada por 130 intelectuales, que denunciaban que "la unidad de Italia comienza a desmoronarse". El texto concluía afirmando que "elevamos la protesta más fuerte contra una operación que desmantela el propio estado regional, disuelve un gobierno central ya débil que sin embargo en las regiones ya es fuerte y decidido. Un viento de locura está barriendo el país, lo que queda del estado se desmorona a favor de regiones que, en casi medio siglo, a menudo han mostrado inercia, incapacidad, opacidad y dañado a la nación italiana".

Foto: Tres oficiales de seguridad estudian fotos de Morabito. (EFE)

Otros, como el también historiador, abogado y escritor Paolo Macry, nacido en la central región de Los Abruzos, alertan sin embargo sobre el riesgo de victimización y uso político de este tema por las regiones del sur: "Hace más o menos ciento cincuenta años que el meridionalismo rima con victimismo, conspiración y reclamo de derechos. Cada vez que el Sur ha aparecido en el discurso público, la retórica siempre ha sido la misma. (...) Incluso un académico reflexivo como Gianfranco Viesti no ha encontrado nada mejor que lanzar el eslogan de la secesión de los ricos. (..) Está en juego un equilibrio difícil pero estratégico, un equilibrio nunca alcanzado en la historia infinita del dualismo, entre diversificación e igualdad, entre competencia y cooperación. Cosas muy serias, que no deberían mezclarse con atajos populistas", manifestó el intelectual italiano en un artículo publicado en 'Il Foglio'.

Con un país que en las últimas elecciones europeas de Roma para arriba ha votado mayoritariamente a la extrema derecha antieuropeísta de la Liga y de Roma para abajo ha vencido el populismo del M5S, parece prioritario enfrentar el problema de cohesión territorial. Es un problema que comparte con otros países europeos como España, donde este texto en algunos puntos podría estar vigente con sólo cambiar algunos nombres de lugares.

Italia, mientras tanto, deberá resolver en el siglo XXI si hay un victimismo, corrupción y mala gestión en el sur o una insolidaridad egoísta y prepotente en el norte. Quizá haya ambas.

Castellabate es un bellísimo pueblo del sur de Italia, situado sobre una colina desde la que se contempla el mar, en el que solo está permitido morir por sobredosis de auténtica 'mozzarella' de búfala. Al menos eso dice una inscripción de 1811 que asegura: "Aquí no se muere". Esta población del Cilento, cerca de Nápoles, es además famosa porque en ella se grabó una popular película italiana: Bienvenidos al Sur.

La Lega Movimiento 5 Estrellas
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