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"La masacre de la harina": reconstrucción parcial de tanques, disparos y estampida en Gaza
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"La masacre de la harina": reconstrucción parcial de tanques, disparos y estampida en Gaza

Las imágenes de cientos de personas hambrientas luchando por conseguir comida desnudan el caos y desesperación de una Franja en la que Israel no está siendo tampoco capaz de imponer su control, incluso sin Hamás

Foto: Palestinos lloran a sus muertos tras los ataques aéreos israelíes en Rafah. (EFE)
Palestinos lloran a sus muertos tras los ataques aéreos israelíes en Rafah. (EFE)
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Incluso en una guerra que se prolonga ya cinco meses y que acumula más de 30.000 muertos, hay momentos que se quedan grabados en la psique colectiva antes de que el siguiente horror los sustituya. El sangriento asalto de Hamás a los kibutz del sur de Israel y la masacre de la 'rave', el bombardeo contra un convoy de evacuación, el primer ataque contra un hospital en Gaza, la entrada de las tropas israelíes en el enclave, los tres rehenes muertos "por error" israelí, la muerte de la niña Hind sola en un coche rodeada de los cadáveres de su familia mientras esperaba una evacuación médica que nunca llegó. No necesariamente porque sean más espeluznantes que el momento anterior, con más muertos, con más sangre, sino porque quizá cruzan una nueva línea psicológica todavía en pie. La "masacre de la harina", como la llaman ya los palestinos, será muy seguramente uno de esos momentos.

Al menos 110 personas han muerto y 760 han resultado heridas entre una multitud que esperaba la entrega de ayuda humanitaria en el sur de la Ciudad de Gaza. Las versiones de lo ocurrido ofrecidas por Hamás, gobierno que controla la Franja, e Israel y sus IDF son contradictorias. Sin acceso de la prensa, es difícil ofrecer un reporte más amplio de lo sucedido. Como en anteriores ocasiones en este conflicto, la comunidad de analistas de inteligencia de fuentes abierta (Osint) deben escudriñar los pocos vídeos e imágenes del incidente para intentar establecer, si no responsabilidades directas, al menos una reconstrucción de los hechos.

Por el momento, esto es lo que se conoce. No un relato definitivo, pero que deja ya una conclusión: las imágenes de cientos de personas hambrientas luchando por conseguir comida desnudan el caos y desesperación de una Franja en la que Israel no está siendo capaz tampoco de imponer su control, incluso sin Hamás.

01.00 de la mañana. Todavía quedan horas para que se desate la masacre. En un vídeo publicado por un periodista gazatí en redes sociales se observa a un buen grupo de gente, varias decenas, caminando entre hogueras esparcidas en la zona de la Ronda 17, una intersección en la carretera Al Rashid que bordea la costa en la Ciudad de Gaza. Están, cuenta el periodista, esperando: dice el rumor que va a llegar un convoy de ayuda humanitaria y quieren estar presentes para recibir lo que se pueda de harina o medicinas, escasísimas en una ciudad bloqueada por las tropas israelíes. Más de medio millón de gazatíes están "enfrentándose a niveles catastróficos de hambre", según Naciones Unidas.

Tres horas después, se desataría el pánico en esa misma plaza. Unos 30 vehículos cargados de ayuda humanitaria (solo se ha podido confirmar visualmente 18) entraron en la Franja por el cruce de Kerem Shalom, en el sur de Israel, y se dirigieron hacia el norte. Cruzaron sin problemas el último check point de las IDF, pero entonces, cuando entraban en el barrio Al Rashid, se desató el caos.

Según ha denunciado Hamás, los soldados israelíes que supervisaban la entrega de la ayuda humanitaria desde los camiones dispararon contra la multitud, cometiendo una "masacre horrenda y sin precedentes en la historia de los crímenes de guerra". Las IDF han ofrecido al menos tres versiones de los hechos, añadiendo nuevas capas temporales. La última, descrita en rueda de prensa por un portavoz de las IDF la noche del jueves, hacen referencia a dos incidentes separados: los palestinos habrían primero rodeado en masa los camiones para hacerse con la ayuda, lo que provocó el pánico de los conductores —"contratistas privados"—, que habrían arrollado a decenas de gazatíes en su intento de huida.

Foto: Palestinos cargan con sacos de harina distribuidos por un camión de ayuda humanitaria en la Ciudad de Gaza. (Reuters/Kosay Al Nemer)

Algo después (no han detallado), grupos de palestinos se acercaron "peligrosamente" a los soldados israelíes desplegados, que dispararon entonces contra los ellos. Para el final de la tarde, las IDF aseguraron haber llevado a cabo una investigación interna para concluir que, cuando docenas de palestinos se acercaron a un tanque israelí en el check point más cercano, los soldados allí estacionados dispararon al aire tiros de advertencia, así como a las piernas de aquellos que siguieran avanzando. Según las IDF, estos disparos solo habían provocado 10 de los muertos. El resto, habrían sido atropellados o asfixiados en la marabunta.

"Los camiones se dirigieron hacia el norte, luego se produjo la estampida y luego pasó lo de contra nuestras fuerzas. Así sucedieron las cosas", dijo el portavoz.

Para apoyar su versión, las IDF han publicado unos fragmentos de vídeo tomados por un dron. Hacia las 04.30 de la mañana, llegan los camiones. En las imágenes pueden observarse las pequeñas motas que son los palestinos, arremolinándose alrededor de los camiones. También se puede detectar la presencia de al menos un tanque que avanza en paralelo a la multitud. Se producen distintos cortes del vídeo, y en otro de los fragmentos se puede apreciar como uno de los camiones arranca con gente todavía a su alrededor. En otro fragmento, se ven palestinos subiéndose a uno de los camiones. En otro momento, empiezan a correr.

El vídeo no tiene audio y uno de los fragmentos ha podido ser geolocalizado a unos 400 metros del puesto de control de las IDF en la calle Al Rashid, carretera que recorre la ciudad de Gaza en paralelo a la playa.

placeholder Geolocalización por imágenes previas del ataque a población civil en la madrugada del 28 de febrero. (Planet Labs/Jake Godin)
Geolocalización por imágenes previas del ataque a población civil en la madrugada del 28 de febrero. (Planet Labs/Jake Godin)

El único otro vídeo hasta el momento publicado del incidente nocturno es de la cadena qatarí Al Jazeera. Este sí tiene sonido. En él, entre la oscuridad de la noche apenas iluminada por las hogueras y las cabezas de la multitud, se puede observar cómo los palestinos rodean los camiones de ayuda humanitaria, a veces subiéndose encima. Entonces, comienza un ruido de disparos que fuentes de la comunidad Osint considera que podría coincidir con las armas automáticas 5.56mm que utilizan las tropas israelíes. Se recogen al menos seis ráfagas y un par de haces rojos, de un arma que en un foro de Discord del medio de investigación Bellingcat se afanan todavía en identificar.

Este vídeo, aunque de apenas un minuto y medio de duración, por lo que es difícil establecer el contexto, parece apoyar la versión de testimonios recogidos por distintos medios de comunicación, entre ellos la CNN, en los palestinos presentes apuntan a que, tras comenzar los disparos, los conductores de los camiones intentaron huir y entonces se habrían producido los atropellos y estampida.

El resto de vídeos disponibles del incidente y que han podido ser geolocalizados en la calle Al Rashid y la Ronda 17 son ya de al menos un par de horas después, ya de día. En ellos, se puede observar primero a gente corriendo despavorida, con ruido de ráfagas de disparos de fondo.

En otro, se detecta la presencia de al menos un tanque Merkava israelí, con también el pa-pa-pa-pa-pa de algún tipo de arma disparando por detrás. Entonces, la boca del cañón del Merkava se gira hacia la posición del que está grabando, que sale corriendo y se acaba el vídeo antes de saber si llega a disparar o el movimiento es solo disuasorio. Estos vídeos no contradicen necesariamente parte de la versión israelí de que en ese segundo incidente se produjeron disparos (que las IDF defienden que fueron en defensa propia), pero sí en la secuencia de eventos o el alcance de los disparos.

El portavoz de las FDI, Daniel Hargari, admitió que los tanques israelíes habían disparado tiros de advertencia para dispersar a la multitud alrededor de un convoy de ayuda en Gaza, después de ver que la gente estaba siendo pisoteada. Insistió en que los tanques estaban allí “para asegurar el corredor humanitario” para que el convoy de ayuda pudiera llegar a su destino. Cuando la multitud empezó a crecer y “las cosas se salieron de control”, el tanque se habría retirado, según la versión.

En un tercer vídeo, también geolocalizado en la zona, se puede observar al menos un hombre herido con restos de sangre. La agencia Reuters ha logrado verificar un vídeo en la plaza Al Nabulsi en la que se puede ver varios hombres inmóviles en una suerte de parihuela, así como otros tantos heridos. Otro vídeo, que Reuters no pudo verificar, mostraba a personas ensangrentadas siendo transportadas en un camión, médicos atendiendo a personas en el suelo de un hospital y cuerpos envueltos en mortajas. Solo con los que ya ha sido posible verificar, la cifra de 10 muertos por disparos admitida por las IDF parece pequeña.

A partir de aquí, la evidencia deja de ser de imágenes y vídeos para ser de testimonios. Palestinos grabándose en vídeo hablan de disparos contra la multitud, o de gente atropellada por los tanques. Doctores entrevistados por Al Jazeera o Anadolu defienden que la mayoría de las víctimas de la jornada serían por disparos, aunque no hay manera de verificarlo sin un acceso que todavía impide Israel.

Han pasado más de cinco meses desde el inicio de la ofensiva e invasión israelí de Gaza. En el norte de la Franja, las IDF aseguran haber logrado expulsar al aparato y milicianos de Hamás. Y sin embargo, este tipo de tragedias siguen sucediendo, en una zona técnicamente controlada por Israel, ya sea frente a unas fuerzas armadas que no pueden o no quieren hacerse cargo de la gestión de una población en crisis humanitaria.

Incluso en una guerra que se prolonga ya cinco meses y que acumula más de 30.000 muertos, hay momentos que se quedan grabados en la psique colectiva antes de que el siguiente horror los sustituya. El sangriento asalto de Hamás a los kibutz del sur de Israel y la masacre de la 'rave', el bombardeo contra un convoy de evacuación, el primer ataque contra un hospital en Gaza, la entrada de las tropas israelíes en el enclave, los tres rehenes muertos "por error" israelí, la muerte de la niña Hind sola en un coche rodeada de los cadáveres de su familia mientras esperaba una evacuación médica que nunca llegó. No necesariamente porque sean más espeluznantes que el momento anterior, con más muertos, con más sangre, sino porque quizá cruzan una nueva línea psicológica todavía en pie. La "masacre de la harina", como la llaman ya los palestinos, será muy seguramente uno de esos momentos.

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