"Enemigos en común": Rusia explota las protestas de los agricultores en España

"Mientras el campo español se levanta contra la Agenda 2030, corren supuestas informaciones virales por internet de que el Servicio de Información de la Guardia Civil, esa policía militar cuyo lema se supone que es 'Todo por la patria' (o, mejor dicho, 'todo por la pasta'), estaría haciendo uso del software espía ilegal FinSpy para monitorizar los grupos de WhatsApp que están actualmente promoviendo las tractoradas por todo el territorio español".

Así arranca un post de Alena Rusa, uno de los principales canales de Telegram en castellano creados por Rusia para difundir no solo la visión de Moscú sobre la guerra de Ucrania y su versión de los hechos, sino todo tipo de desinformación y teorías de la conspiración. Se trata de una afirmación muy grave, pero no se aporta ninguna prueba. Un mínimo rastreo digital muestra que el origen es un medio de corte conspiranoico y también cercano a la órbita rusa, MPR21, que tampoco contiene evidencia alguna. No existe ninguna otra fuente que haga referencia a estas alegaciones o que secunde lo que, a todas luces, es un bulo interesado.

El objetivo, como en otras campañas de desinformación rusa, sería una vez más incrementar el malestar dentro de la sociedad a la que se dirige. "Probablemente, en este caso lo que se busca es conseguir que este mensaje salga del cerrado ecosistema de medios rusos y traspase a otros canales, como pueden ser los que utilizan los propios agricultores para organizar sus protestas", explica un experto en desinformación que pide no ser identificado por su nombre para evitar un posible hostigamiento en redes.

"Si logran que ellos mismos, los supuestamente afectados por esta situación, empiecen a pasárselo unos a otros, entonces se consigue una difusión orgánica que además tiene mucha más credibilidad al provenir de una fuente de confianza como pueden ser otros agricultores. Lo hemos visto en ocasiones anteriores, por ejemplo, en ciertas movilizaciones de ultraderecha en otros países", agrega este experto. La referencia a FinSpy, de hecho, probablemente no es casual, sino que entronca con una supuesta "revelación" hecha por el polemista Alvise Pérez, quien en mayo de este año aseguró que el Gobierno de Pedro Sánchez estaba utilizando ese mismo software para espiar a miembros de la sociedad civil.

Este ejemplo es quizás el más extremo, pero no el único, de hasta qué punto Rusia está tratando de explotar las protestas de los agricultores en Europa y, desde hace apenas unos días, también en España. Sin salirnos del canal de Alena Rusa, nos encontramos con varios posts sobre concentraciones de tractores, agricultores indignados e incluso vídeos de detenciones de manifestantes acompañados de un mensaje prístino: "Tenemos enemigos en común. Envíanos tus denuncias, nosotros sí las vamos a difundir", junto a iconos de las banderas de España y Rusia.

Amplificar las tensiones

El panorama es similar en los cientos de canales rusos en Telegram, no solo en castellano sino en todos los idiomas, e incluso en los medios estatales convencionales como RT y Sputnik, que llevan semanas magnificando estas movilizaciones. El Zoom, el programa estrella de RT en Español, le ha dedicado ya un programa a este asunto y prepara otro más. En el primero, titulado "UE-Ucrania: ¿autodestrucción en marcha?", critica sin ambages que la Unión Europea haya destinado "un paquete de 50.000 millones de euros a Ucrania en medio de las protestas de los agricultores, que exigen medidas para no arruinarse" y "la paradoja de las políticas europeas que anteponen invertir en la guerra y en el sector de defensa en lugar de responder a las demandas de sus ciudadanos, que ven cómo se arruinan por mantener la causa perdida de Kiev". El conocido canal Rubar ha publicado un detallado mapa de los lugares de Europa donde se han producido estas protestas, con un foco especial en España.

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En paralelo a esta campaña en medios, hackers rusos atacaron ayer las webs de varias instituciones españolas, supuestamente como acto de solidaridad con las protestas agrarias. Los ciberataques lograron bloquear temporalmente las webs de los parlamentos de Navarra, País Vasco, Asturias y Canarias, así como las de la Comunidad Autónoma de Murcia, la de la Cámara Foral navarra y la de la empresa de transportes de Alicante. Estas acciones fueron reivindicadas por el grupo NoName057, que ya jugó un papel destacado durante la operación de interferencia rusa en las elecciones generales españolas en julio del año pasado, de la que ya informó en exclusiva El Confidencial. El último informe de la Unión Europea sobre manipulación de la información e interferencia extranjera, publicado a finales de enero, confirmó este intento de manipulación de los comicios en España.

"Tenemos que al aparato mediático de Rusia le interesa poner el foco y amplificar cualquier movimiento de protesta dentro de Occidente. Tenemos el antecedente de los chalecos amarillos, que fue un movimiento ideológicamente amorfo e incomprendido por los intelectuales y los medios de comunicación. En aquel caso, el canal de televisión ruso RT ofreció un altavoz al movimiento, cuyos miembros llegaron a manifestarse con carteles que decían que solo atenderían a periodistas del canal ruso", explica Jesús Manuel Pérez Triana, analista y creador del proyecto Monitor Disinfo, dedicado a la investigación, análisis y educación en el ámbito de la desinformación y la guerra híbrida.

"A Rusia le interesa dar notoriedad a cualquier movimiento que pueda desestabilizar a sus rivales geopolíticos. Por eso mismo hemos visto que desde Rusia se han promovido movimientos separatistas de Estados Unidos o España. También se han promovido partidos euroescépticos en ambos extremos del arco político", dice a El Confidencial.

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Es por ello que los medios rusos a menudo prestan una atención absolutamente desproporcionada a aquellas movilizaciones, sean masivas o marginales, que mayores tensiones generan en el seno de las sociedades occidentales. Los ya mencionados chalecos amarillos en Francia, los Querdenker o negacionistas del covid en Alemania, la llamada "Caravana de la Libertad" contra las restricciones de la pandemia en Canadá… "El objetivo último no es solo debilitar y desestabilizar a sus rivales, sino también promover una narrativa de que las democracias occidentales están en crisis permanente y su población está profundamente insatisfecha", señala Pérez Triana. "Es un discurso que sirve para vender puertas adentro la bondad del régimen de Putin, como alternativa estable y segura. Y para vender en el llamado Sur Global la legitimidad de los regímenes autoritarios que ofrecen una aparente estabilidad y fortaleza en contraste con el caos y decadencia de Occidente", añade.

En ese sentido, no es de extrañar que la red de medios rusos se haya pasado las últimas semanas cubriendo de cerca las movilizaciones de agricultores, ganaderos y tractoristas en Alemania, Francia, los Países Bajos, Polonia, Grecia, Italia… y ahora que las protestas han llegado a nuestro país, también en España. Probablemente en los próximos días las audiencias de estos canales oirán muchas historias, ciertas o no, sobre las reivindicaciones de estos sectores, y quizás estos se vean expuestos a algunas falsedades originadas en esos mismos medios. Pero no hay que caer en el error de pensar que a Rusia le importa lo más mínimo la suerte del campo español. Lo que busca, por desgracia, es otra cosa.