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Un viaje a Al Shifa: "Los techos del hospital están arrancados y el banco de sangre está vacío"
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Testigo de la masacre

Un viaje a Al Shifa: "Los techos del hospital están arrancados y el banco de sangre está vacío"

Aurélie Godard, responsable de las actividades médicas de Médicos Sin Fronteras, relata su experiencia en el hospital Al-Shifa de Gaza, transformado en un campo para desplazados

Foto: Un palestino llora sobre el cuerpo sin vida de su hijo en el hospital Al-Shifa tras un ataque aéreo en Gaza, Franja de Gaza, el 9 de octubre de 2023. (EFE / Mohammed Saber)
Un palestino llora sobre el cuerpo sin vida de su hijo en el hospital Al-Shifa tras un ataque aéreo en Gaza, Franja de Gaza, el 9 de octubre de 2023. (EFE / Mohammed Saber)

Era el hospital de referencia y el más grande de Gaza. Pero eso fue antes de la respuesta de Israel al ataque de Hamás el pasado 7 de octubre. En los últimos 4 meses, Al-Shifa se ha convertido en uno de los epicentros de la masacre en la Franja. El centro hospitalario está paralizado desde noviembre, cuando el Ejército israelí lanzó varios ataques contra el edificio y lo rodeó hasta que fue evacuado.

Gradualmente, se ha transformado en un campo para personas desplazadas y ahora alberga a cerca de 50.000 gazatíes que esperan que Al-Shifa sea un lugar seguro. Mientras tanto, el personal médico intenta mantener el acceso a la asistencia sanitaria para la población. La actividad se ha reanudado, pero solamente de manera parcial.

Aurélie Godard, responsable de las actividades médicas de Médicos Sin Fronteras (MSF), ha visitado el hospital como parte de un convoy de suministros organizado por las Naciones Unidas. Esta es una parte de lo que ha vivido dentro de Al-Shifa.

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"El objetivo principal del convoy en el que viajaba era entregar 19.000 litros de combustible a Al-Shifa. Este combustible es esencial porque se emplea para hacer funcionar los generadores que suministran electricidad al hospital.

Logramos pasar el puesto de control que separa el norte y el sur de Gaza a primera hora de la tarde, e inmediatamente después, nuestros dos automóviles y el camión de combustible fueron rodeados por una multitud de personas bastante jóvenes que reclamaban agua y comida. Les decepcionó mucho saber que solo transportábamos combustible. Nos costó mucho abrirnos paso a través de esta densa multitud de gente hambrienta.

Al-Shifa sigue en pie, pero está muy dañado y apenas funciona. En los pasillos, los falsos techos han sido arrancados y hemos visto bolsas de suero [para suministrar medicamentos a los pacientes por vía intravenosa] colgadas directamente de las paredes del hospital, a falta de algo mejor.

Los equipos médicos presentes en el lugar han logrado poner en marcha la sala de urgencias, pero la mayor parte está ocupada por pacientes ingresados. Y el resto del hospital está lleno de personas desplazadas que buscan seguridad.

Foto: Un herido es atendido en el hospital de Al-Shifa. (Reuters/Mohammed Al-Masri)

El personal médico se las arregla para recibir, clasificar y estabilizar a los heridos, pero luego se genera un estancamiento, porque hay una gran escasez de camas de hospital. El personal médico cuenta con un espacio de reanimación, donde se puede tratar a personas en estado crítico y en riesgo de muerte, ya sea por una enfermedad crónica o, más a menudo, porque han resultado heridas por una bala o una explosión. Durante nuestra visita, oímos regularmente explosiones no muy lejos del centro.

El equipo del hospital, muchos de ellos voluntarios, entre ellos dos miembros de MSF, consiguió habilitar tres quirófanos para cirugías urgentes. El personal médico quiere reabrir la unidad de cuidados intensivos. Ahora mismo, no tienen forma de realizar un seguimiento adecuado de los pacientes a los que logran operar.

En urgencias vimos a un paciente gravemente herido que había llegado el día anterior. Le habían realizado una traqueotomía, le colocaron un tubo torácico y le practicaron una cirugía abdominal. Estaba rodeado por decenas de otros pacientes en una sala sin electricidad, ya que en ese momento había un corte de energía eléctrica y, por lo tanto, sus funciones vitales no estaban siendo monitoreadas porque los dispositivos de seguimiento no funcionaban.

El equipo nos dijo que recientemente habían perdido a un paciente porque no pudieron realizarle una transfusión de sangre. Su banco de sangre estaba vacío. Trabajan en condiciones terribles.

Un gran número de pacientes

El personal de Al-Shifa tiene dificultades para atender a los pacientes porque las necesidades son enormes. Hay mucha gente en el hospital y en los alrededores, principalmente personas desplazadas. Todavía hay muchas personas viviendo en el norte de Gaza, y muchas de ellas han sufrido lesiones relacionadas con las heridas de guerra, pero también por las malas condiciones de vida y las patologías invernales.

El número de pacientes es muy elevado, y el personal médico nos ha dicho que hay dificultades en muchos ámbitos, ya sea en el suministro de oxígeno, la electricidad, los equipos médicos o, simplemente, en cuestión de alimentos. Todo esto hace que brindar atención médica sea extremadamente difícil y que haya enormes dificultades operativas que superar.

Los 19.000 litros de fuel del convoy abastecerán al hospital durante apenas una semana. Se necesitan unos 3.000 litros diarios para mantenerlo en funcionamiento. Fue una visita muy corta, ya que el viaje desde el sur de la Franja de Gaza nos llevó mucho tiempo y no se nos permitió quedarnos mucho tiempo. El convoy tenía previsto acudir al hospital desde hacía cinco días, pero hasta entonces había sido imposible por diversos motivos. Fue conmovedor ver la sorpresa de los pacientes, las familias desplazadas y el personal al ver gente nueva. Probablemente, llevaban semanas encerrados en el hospital".

Era el hospital de referencia y el más grande de Gaza. Pero eso fue antes de la respuesta de Israel al ataque de Hamás el pasado 7 de octubre. En los últimos 4 meses, Al-Shifa se ha convertido en uno de los epicentros de la masacre en la Franja. El centro hospitalario está paralizado desde noviembre, cuando el Ejército israelí lanzó varios ataques contra el edificio y lo rodeó hasta que fue evacuado.

Gaza Noadex
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