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"Es una fosa común en potencia": muerte y horror en el mayor hospital de Gaza, bajo asedio israelí
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"Probablemente, este sea el fin"

"Es una fosa común en potencia": muerte y horror en el mayor hospital de Gaza, bajo asedio israelí

El hospital de Al-Shifa, el más grande de la Franja de Gaza, está al borde del colapso por los constantes bombardeos de Israel y la falta de electricidad. Sus doctores dicen que falta poco para el fin

Foto: Un herido es atendido en el hospital de Al-Shifa. (Reuters/Mohammed Al-Masri)
Un herido es atendido en el hospital de Al-Shifa. (Reuters/Mohammed Al-Masri)
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"La situación es catastrófica", asegura el Dr. Raed Al-Arini, cirujano torácico del Hospital de Al-Shifa, el más grande de la Franja. "Ha llegado un punto en el que soy incapaz de describir lo que está ocurriendo". Mientras intenta explicar a El Confidencial el estado de colapso en el que se encuentra el complejo, las tropas israelíes intensifican su asedio a cuatro hospitales de Gaza, incluido Al-Shifa. En ese mismo instante, el edificio sufre un ataque que imposibilita cualquier entrada o salida, como confirma más adelante el portavoz del Ministerio de Salud de Gaza.

Las recientes acciones militares han exacerbado el terror en los centros médicos. "Probablemente, este sea el fin", acepta Raed. El estruendo de las explosiones es incesante. Los videos de las víctimas del último bombardeo contra el hospital de Al-Shifa, en la tarde del viernes, son solo una muestra de las situaciones a las que han estado enfrentándose los médicos de Gaza en el último mes. "La mayoría de nosotros no ha visto jamás el tipo de lesiones que hemos tenido que tratar durante estas semanas", relata el doctor.

El estrés del personal médico se intensifica con la cercanía de las explosiones. El estado de pánico de los pacientes y la certeza que muchos heridos que podrían salvarse con los recursos adecuados están ahora al borde de la muerte contribuye a su desesperación.

Los ataques contra Al-Shifa y los alrededores están precipitando el colapso de la institución sanitaria y provocando que la mayoría de las familias desplazadas que habían encontrado refugio a las afueras del hospital emprendan su huida. Muchos heridos han tomado también la decisión de abandonar el lugar, dejando en su éxodo hacia el sur imágenes de pacientes que apenas pueden caminar, mujeres embarazadas y padres que llevan en brazos a sus hijos aterrados.

Atacar hospitales durante una guerra supone una violación del derecho internacional humanitario. El ejército de Israel ha acusado a Hamás de operar un centro de mando militar subterráneo bajo Al-Shifa, lo que lo convertiría en un objetivo legítimo. La versión israelí ha sido rechazada tanto por el grupo islamista palestino como por la administración del centro sanitario. Hasta la fecha, como han recordado múltiples organizaciones por los derechos humanos durante toda la semana, no existen pruebas concluyentes de la existencia de una base militar dentro o debajo del edificio.

El Dr. Raed describe pasillos abarrotados y una inquietante sensación de impotencia ante la incapacidad de atender a todos los heridos: salvar una vida significa, a menudo, la pérdida de otras. "Elegir a quién salvar y a quién dejar morir forma parte de nuestra rutina diaria", explica. Muchos pacientes, incluidos los recién operados, han optado por huir. "Un hospital asediado es una fosa común en potencia", añade. "Solo Alá puede ayudarnos".

Debido al corte total de combustible y electricidad por parte de Israel y tras semanas aguantando con la escasa gasolina que han podido acaparar, el generador principal del hospital ya no da más de sí. En el momento en el que la electricidad deje de funcionar, los 37 bebés que están en incubadoras —eran 39, pero dos ya han fallecido, según la rama israelí de Médicos por los Derechos Humanos— y los 63 pacientes ingresados en la UCI morirán en cuestión de minutos.

De acuerdo con la ONG Médicos Sin Fronteras, Al-Shifa, donde trabaja su personal, ha sido alcanzado varias veces por los bombardeos, incluidos los departamentos de maternidad y de pacientes ambulatorios, lo que ha provocado múltiples muertes y heridos. Las ambulancias ya no pueden recoger a los heridos, y los ataques constantes impiden evacuar a personal y pacientes por igual. El director del hospital, Mohammed Abu Salmiya, afirmó este sábado que algunos de los ocupantes del edificio que intentaron huir durante el sábado, incluida una familia, recibieron disparos por parte de francotiradores israelíes, matando al menos a una persona.

placeholder Palestinos huyen del norte de la Franja de Gaza hacia el sur. (Reuters)
Palestinos huyen del norte de la Franja de Gaza hacia el sur. (Reuters)

En medio del horror, el personal médico trabaja incansablemente a pesar de la escasez de suministros y con la consciencia de que permanecer en sus puestos puede suponer una sentencia de muerte. Al-Shifa no solo funciona como un hospital de guerra. Durante este mes ha sido también refugio de miles de familias. Si se apaga, supondrá el desplazamiento de muchas personas que no están en condiciones de huir. Sin contar todos los niños que se encuentran en las instalaciones hospitalarias y que no tienen a nadie que se haga cargo de ellos en el camino ni ningún lugar al que acudir.

El doctor F. A., un cirujano palestino que opera actualmente en un hospital israelí y que ha ejercido la profesión durante años en Al-Shifa, expresa su desesperación y la impotencia de saber que mientras él opera en Tel-Aviv, caen bombas a las puertas del complejo en el que pasó muchos de sus años de formación. Ni siquiera puede mostrar su pena o su rabia, por miedo a represalias. Tampoco puede entrar en Gaza o mandar ayuda. Pasa los días pegado a su teléfono móvil y trata de ayudar a los médicos que fueron sus estudiantes, buscando con ellos formas de curar cuando ya no queda material. "Viendo las imágenes del ataque de hoy, solo quería correr hacia el hospital", relata a este periódico. "Aun sabiendo que no podría hacer nada, que me convertiría en una víctima más. Esto tiene que parar, por Dios. Que paren ya", implora.

Foto: Guerra entre Israel y Hamás, en directo | Última hora de los ataques en Gaza. (Reuters)

Según el cirujano, aquellos enfermos que siguen en el hospital confían ciegamente en la capacidad del equipo médico para seguir salvando vidas. "Una de mis residentes de cirugía en Al-Shifa me cuenta que cuando ya no pueden hacer más por los pacientes, al menos se preocupan de que sepan que los médicos están ahí. Saber que hay un doctor cerca alivia el miedo a sufrir, el miedo al dolor, el miedo a la muerte". Los profesionales sanitarios saben que no pueden hacer absolutamente nada por muchos de los heridos, ni por ellos mismos, ni por el hospital.

"Al-Shifa significa 'la curación'", relata. "Siempre ha sido una institución de referencia en el sistema de salud de Gaza. Al-Shifa era el lugar donde residía la esperanza de poder curarse. Al-Shifa está repleto de profesionales brillantes comprometidos con el bienestar de su gente, con el desarrollo de la medicina. Se me rompe el corazón al ver que esta noche el hospital es una trampa mortal en la que miles de inocentes esperan la muerte, entre ellos compañeros y estudiantes que no han dejado ni un segundo de honrar su compromiso con el derecho a la asistencia médica, incluso cuando lo que representa el hospital se vuelve contra ellos", concluye.

"La situación es catastrófica", asegura el Dr. Raed Al-Arini, cirujano torácico del Hospital de Al-Shifa, el más grande de la Franja. "Ha llegado un punto en el que soy incapaz de describir lo que está ocurriendo". Mientras intenta explicar a El Confidencial el estado de colapso en el que se encuentra el complejo, las tropas israelíes intensifican su asedio a cuatro hospitales de Gaza, incluido Al-Shifa. En ese mismo instante, el edificio sufre un ataque que imposibilita cualquier entrada o salida, como confirma más adelante el portavoz del Ministerio de Salud de Gaza.

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