"Estamos paralizados": Ecuador vive su primer día de guerra contra el crimen organizado

Daniel Noboa fue contundente: "Estamos en guerra", dijo el presidente ecuatoriano en medio de una ola de violencia sin precedentes. Los enemigos señalados por el Gobierno son las bandas de narcotraficantes que mantienen como rehenes a cerca de 130 funcionarios penitenciarios y que asaltaron en directo el canal TC Televisión. Desde el pasado martes, el país no ha salido de la conmoción por las jornadas de terror y caos, en las que se han registrado asesinatos a agentes de la policía en las calles, coches bomba e intentos de tomar hospitales y universidades por parte de los miembros de las bandas.

"Estamos luchando contra el narcoterrorismo", dijo Noboa, y añadió que las imágenes que se publican para asustar al público no van a hacer mella en él. "[Quieren] poner de rodillas al presidente de la república, y eso no va a suceder". Al decretar el "conflicto armado interno", las bandas criminales que operan en Ecuador pasaron a ser consideradas "terroristas" y objetivos militares a ser "neutralizados", por lo que el primer día bajo este escenario se saldó con "329 terroristas" detenidos y cinco abatidos, mientras que también se registraron dos policías fallecidos y uno herido.

Mientras tanto, en las calles, reina el silencio casi absoluto. Las escuelas han cerrado y mucha gente no ha salido de sus casas para mantenerse segura. “Estamos paralizados. Estamos completamente paralizados. Toda la ciudad es así”, dijo Juan Ciro Granados Criollo, reparador de relojes, a The Guardian. "Todo es un caos absoluto", añadió Martha Sánchez, una comerciante de Guayaquil.

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Héctor Estepa. Buenos Aires

Noboa, que fue elegido en octubre con la promesa de tomar medidas de mano dura para acabar con la violencia, decretó el pasado lunes un estado de excepción durante dos meses en respuesta a la violencia carcelaria y a la fuga de Adolfo Macías, alias Fito, líder de la banda criminal Los Choneros. La medida ha provocado el caos en varias cárceles del país, donde los presos se han amotinado y mantienen a los guardias como rehenes. Los centros penitenciaros se han convertido, en los últimos meses, en el foco de tensión de la violencia por la respuesta de los presos a las políticas de Noboa para endurecer el sistema penitenciario de Ecuador.

Esta última ola de violencia se originó, entre otros factores, por la intención del presidente de aislar a los líderes de las bandas criminales antes de llevarlos a dos cárceles de máxima seguridad cuya construcción prevé presentar este jueves, con un diseño similar a las utilizadas en México y El Salvador. A pesar de la crisis en la que Ecuador está sumida, Noboa se ha mostrado firme en sus reformas y ha rechazado cualquier negociación con las bandas criminales. "Estamos haciendo lo posible y lo imposible para traerlos sanos y salvos, pero no podemos parar una guerra por eso, porque el Estado está en guerra", remarcó. "Estamos en un estado de guerra y no podemos ceder ante estos terroristas".

Cárceles en el punto de mira

Las cárceles están en el punto de mira de Noboa después de que hayan sido asesinados en ellas más de 450 presos desde 2020 en una serie de masacres carcelarias por enfrentamientos entre bandas rivales, una violencia que se ha extendido a las calles hasta convertir a Ecuador en uno de los países más violentos de la región.

Advertido de este plan, se fugó el domingo de prisión José Adolfo Macías Fito, el capo de la banda criminal más importante de Ecuador y una de las más violentas, para la que Ecuador ofrece una recompensa por su captura. También fue incluido en el programa de recompensas Fabricio Colón Pico, un cabecilla de la banda criminal Los Lobos señalado de presuntamente planear un atentado contra la fiscal general, Diana Salazar, y fugado el lunes de la cárcel de Riobamba tras un motín donde se escaparon un total de 32 reos.

Al mismo tiempo, la Fiscalía procesó por terrorismo a los 13 detenidos por el asalto a las instalaciones del canal de televisión el martes en Guayaquil, entre los que hay un venezolano y dos menores. A los 11 adultos, entre ellos el venezolano, se les ordenó el ingreso en prisión preventiva, mientras que los dos menores, de 15 y 17 años, pasarán a un centro de internamiento mientras prosiguen las investigaciones.

La crisis en Ecuador y el miedo a una escalada también ha llegado a los países vecinos. Perú declaró la emergencia en su frontera norte con Ecuador y el Gobierno anunció que desplegaría un número no especificado de tropas del Ejército para apoyar a las fuerzas policiales. Colombia, como muchos países latinoamericanos, expresó su apoyo al Gobierno de Ecuador y dijo el miércoles que aumentaría la presencia militar y los controles a lo largo de su frontera compartida de casi 600 kilómetros.