Temperaturas históricas y toneladas de nieve: ni los países nórdicos pueden manejar su frío inicio de año

Podría decirse que los países del norte de Europa (Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca) estarían acostumbrados a las bajas temperaturas de principios de año. Pero este 2024 han comenzado con más frío y nieve de la que son capaces de manejar. Una masa de aire helado proveniente de Siberia, combinada con una alta presión atmosférica, ha barrido esta semana la península escandinava, provocando temperaturas de frío extremo y acumulando, en algunos puntos, cantidades de nieve récord poco frecuentes, incluso en los países nórdicos.

La temperatura ha sido de varios grados bajo cero en toda Finlandia, pero en la ciudad de Enontekiö, situada en la Laponia, en la madrugada del viernes se registró un récord helado de menos 44,3 grados, lo que representa la temperatura más baja desde el año 2000. Mientras estos días de inicio del año, los finlandeses miran con preocupación el aumento del precio en la factura de la luz a causa del frío extremo, en el norte de Suecia la situación es parecida.

En la ciudad minera de Kiruna, el mercurio se desplomó hasta los 44 grados negativos en la noche de enero más fría en 25 años, lo que ha provocado la cancelación de los trenes en el norte del país. Pero a pesar de encontrarse por encima del Círculo Polar Ártico, este frío extremo es poco frecuente tanto en el norte de Suecia como en Finlandia: "En los últimos años, hemos tenido inviernos más suaves, y aunque en la Laponia estamos acostumbrados al frío, estos días intentamos no salir al exterior", comentaba Turi Wennber, corresponsal de la radio pública SVT. En las ciudades más boreales de Suecia, como Luleå, la vida parece seguir, a pesar del frío más acusado de lo normal: "Volveré a casa en bicicleta, como hago cada día".

Lo que está causando el colapso en los transportes públicos, el trabajo de los servicios de emergencia y las imágenes de situaciones más inusuales por este episodio de clima extremo no es el frío de récord, sino las consecuencias de la nieve que ha caído. En Finlandia, en la estación de montaña de Pyhäkuru, el pasado jueves se encontró el cuerpo sin vida de un menor de 12 años que desapareció dos días antes con su madre mientras estaban esquiando y fueron sorprendidos por una avalancha de nieve.

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Los servicios de emergencia tampoco consiguieron encontrar con vida a la madre del niño a causa del mal tiempo, con fuertes rachas de viento, temperaturas de -23 grados y pocas horas de luz. En Finlandia no existe un registro oficial de avalanchas, lo que da una señal de que la magnitud de esta fue inusualmente grande a causa de la cantidad de nieve acumulada en los últimos días.

Pero, sin duda, donde la nieve está provocando más caos y problemas ha sido en el sur de Noruega, el sur de Suecia y en Dinamarca. Durante el martes 2 de enero, la baja presión se desplazó por la península escandinava, convirtiéndose en una tormenta de nieve y viento que duró 34 horas y que provocó la alerta amarilla por tiempo peligroso en los tres países nórdicos.

Las mayores acumulaciones de nieve se han producido en la costa sur de Noruega, en ciudades como Risør, que pasaron de tener 18 centímetros de grosor en la Noche de Fin de Año a acumular 120 cm durante el pasado miércoles. En Grimstad, una ciudad situada a 170 kilómetros al sur de Oslo, los servicios de emergencia tuvieron que rescatar con un vehículo oruga a los ancianos que quedaron atrapados en el interior de su residencia por culpa de la nieve.

La directora del instituto público de la ciudad, Ellen Brunborg, explicaba en la cadena pública NRK que la nieve también había cubierto por completo la puerta de la escuela durante la vuelta de los alumnos a las clases tras las vacaciones, que han quedado canceladas hasta la próxima semana. Lejos de mejorar el tiempo, el servicio de meteorología de Noruega también ha avisado de que durante este fin de semana en Oslo se puede registrar una temperatura récord de -20 grados, lo que no ocurre desde el año 1979.

En la región de Skåne, en el sur de Suecia, los conductores de más de 1.000 vehículos y camiones también han vivido un auténtico tormento provocado por la nieve. El pasado miércoles, se quedaron atrapados en la autopista E22, en el tramo que une las ciudades de Hörby y Kristianstad. Algunos de los conductores pasaron más de 20 horas en el interior de sus vehículos, hasta que fueron rescatados a lo largo de la madrugada del jueves por vehículos especiales de las fuerzas armadas suecas, que asistieron a los servicios de emergencia en las tareas de rescate.

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En la agencia de noticias TT, el miembro de la Guardia Nacional Frederik Malmberg aseguraba que, en sus más de diez años de servicio, "nunca había experimentado algo similar a esto", mientras que la mayoría de conductores rescatados criticaban la falta de coordinación de las autoridades suecas y la falta de información recibida. En la tarde del viernes, este tramo de la autopista aún no había quedado abierto, mientras que las afectaciones en las líneas de autobús y de tren en toda la región seguían acumulando cancelaciones a causa del hielo en las vías y carreteras.

En Dinamarca, en el norte y el este de la península de Jutlandia se acumularon los mayores grosores de nieve, de hasta 50 cm, provocando imágenes inusuales de camiones y autobuses atrapados o volcados tras salirse de la carretera. El miércoles por la noche, las autoridades policiales prometieron en la cadena pública DR que "nadie pasaría la noche en sus vehículos por culpa de la nieve". Sin embargo, las autoridades de tráfico no pudieron cumplir esta promesa y varios centenares de conductores quedaron atrapados durante ocho horas en las carreteras.

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En el sur del país, la precipitación cayó en forma de fuertes lluvias que hicieron subir el nivel del agua hasta 142 cm en varios puntos, provocando inundaciones y desperfectos en ciudades como Køge, en el sur de Copenhague. Esta tormenta representa la mayor acumulación de nieve que se ha producido en el país en los últimos 13 años y es el cuarto episodio de clima extremo en tres meses, tras las fuertes inundaciones y nevadas que el país ha vivido en octubre y en diciembre. Por este motivo, Bjarne Nigaard, portavoz de la Agencia Danesa de gestión de Emergencias, señaló en la cadena TV2 que "es exigente y difícil planificar a largo plazo cuando algo que debería ocurrir por estadística cada 20 años de repente sucede varias veces al año".

De cara al nuevo año, las predicciones meteorológicas no son muy optimistas para el norte de Europa. Según el servicio de Noruega, esta fuerte tormenta se ha producido tras un calentamiento repentino de la estratosfera, lo que provoca un cambio en los vientos atmosféricos que se conoce como "calentamiento estratosférico abrupto". De acuerdo con la agencia noruega, el clima en diciembre ya ha sido muy frío en Escandinavia y se prevé un enero aún más frío en la región.