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Detectan gigantescas burbujas en movimiento bajo el hielo del círculo polar Ártico
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Saltan las alarmas

Detectan gigantescas burbujas en movimiento bajo el hielo del círculo polar Ártico

Científicos detectan el movimiento progresivo de grandes masas de gas nocivo bajo el hielo del archpiélago de Svalbard, en Noruega

Foto: Interior del hielo ártico. (Daniele Penna, Universidad de Florencia/CC)
Interior del hielo ártico. (Daniele Penna, Universidad de Florencia/CC)

Algo muy grave está pasando en Svalbard, el archipiélago noruego en el océano Ártico cubierto en su mayor parte por glaciares y que es el hogar del famoso refugio global excavado en la roca para guardar las semillas que harían que la humanidad pudiera intentar restaurar la agricultura y sobrevivir en caso de hecatombe mundial.

Un ejemplo de esta posible catástrofe en ciernes lo cuenta el Dr. Thomas Birchall, de la Universidad Central de Svalbard, en un preocupante estudio publicado en el diario científico Frontiers in Earth Science: “Es lo que pasó un pozo que se perforó recientemente cerca del aeropuerto de Longyearbyen. Los perforadores escucharon un sonido burbujeante procedente del pozo, así que decidimos echar un vistazo, armados con alarmas que se activaron de inmediato cuando los sostuvimos sobre el pozo.”

Foto: David Grusch reveló que una de las naves recuperadas en un accidente tiene el tamaño de un campo de fútbol. (Inteligencia artificial/Novaceno)

Algo peligroso se estaba moviendo debajo del permafrost ártico a unos niveles inquietantes. Niveles explosivos de metano, millones de metros cúbicos de un gas que se están moviendo a un ritmo inesperado y que pueden escapar causando un efecto sin precedentes en la atmósfera terrestre. Ya sabíamos que el peligro estaba acechando por otros estudios en Siberia, pero este nuevo trabajo de investigación muestra que es más grave y potencialmente inminente de lo que se pensaba. El permafrost que nos protege de este gas es irregular y más delgado. Y el metano está migrando progresivamente.

Qué han encontrado

El equipo de investigación liderado por Birchall ha descubierto que el metano, un potente gas de efecto invernadero, está migrando activamente bajo el permafrost en Svalbard. En las regiones bajas, el permafrost rico en hielo actúa como un sello eficaz, impidiendo la fuga del gas. Sin embargo, en las zonas altas, donde hay menos hielo, el permafrost es más permeable, lo que aumenta el riesgo de escape de metano.

Esta situación plantea un escenario preocupante: "En la actualidad, la fuga de metano desde debajo del permafrost es muy baja, pero factores como el retroceso de los glaciares y el deshielo del permafrost podrían 'levantar la tapa' en el futuro", afirma Birchall.

placeholder Longyearbyen en Svalbard (James Padolsey/Unsplash).
Longyearbyen en Svalbard (James Padolsey/Unsplash).

Como apunta Micah Hanks en el blog The Debrief, la naturaleza del permafrost en Svalbard es compleja y variable, aseguran los investigadores. Las áreas occidentales del archipiélago, afectadas por corrientes oceánicas más cálidas, poseen un permafrost más delgado y posiblemente más irregular. Mientras tanto, el permafrost en las tierras altas es más seco y permeable, y en las tierras bajas, más saturado de hielo. Estas diferencias influyen en cómo el metano queda atrapado o se libera. Por ejemplo, incluso en áreas con permafrost continuo, ciertas características geográficas podrían permitir la fuga de gas.

Datos históricos

Además, el análisis de datos históricos de pozos perforados en busca de combustibles fósiles ha sido crucial para mapear el permafrost y detectar acumulaciones de gas. "Yo y mi supervisor Kim revisamos muchos de los datos históricos de pozos en Svalbard", relata Birchall, "Kim notó que un tema recurrente era estas acumulaciones de gas en la base del permafrost". Esto ha permitido comprender mejor la presencia y comportamiento del gas bajo el permafrost.

Las observaciones del equipo revelaron que las acumulaciones de gas eran mucho más comunes de lo esperado. De 18 pozos de exploración de hidrocarburos perforados en Svalbard, la mitad de los que mostraron permafrost también encontraron acumulaciones de gas. Este hallazgo resalta la prevalencia del gas bajo el permafrost y el riesgo de una amenaza que no va a desaparecer.

Preocupación creciente

El impacto que podría tener una liberación a gran escala de metano está cada vez más presente en la mente de los científicos, más allá incluso que el efecto del ser humano en el clima.

Un evento catastrófico como el que se puede esperar desencadenaría un ciclo de calentamiento contínuo, uno que aumentaría las emisiones de metano y que a su vez conduciría a más deshielo del permafrost y a la liberación de más gas, entrando en un círculo vicioso imparable. Este evento, junto con el patrón expansivo de la capa activa de permafrost que se descongela y recongela estacionalmente, podría acelerar el calentamiento global y exacerbar la crisis climática de forma irreparable.

Algo muy grave está pasando en Svalbard, el archipiélago noruego en el océano Ártico cubierto en su mayor parte por glaciares y que es el hogar del famoso refugio global excavado en la roca para guardar las semillas que harían que la humanidad pudiera intentar restaurar la agricultura y sobrevivir en caso de hecatombe mundial.

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