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La guerra en Gaza pone en peligro el corredor alternativo a la Ruta de la Seda china
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El IMEC tiembla

La guerra en Gaza pone en peligro el corredor alternativo a la Ruta de la Seda china

El corredor económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC) nació fruto de un delicado acuerdo que incluía una conexión entre Arabia Saudí e Israel. El actual conflicto puede hacerlo saltar por los aires

Foto: Camiones de ayuda humanitaria con destino a Gaza, en el paso de Rafah, en Egipto. (Reuters/Mohamed Abd El Ghany)
Camiones de ayuda humanitaria con destino a Gaza, en el paso de Rafah, en Egipto. (Reuters/Mohamed Abd El Ghany)

"¿Ha nacido muerto el corredor económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC)? La escalada de la guerra entre Israel y Hamás puede haber arruinado el proyecto incluso antes de comenzar", titula un análisis de The Diplomat.

¿Qué es el IMEC? Un corredor comercial multidisciplinar que conecta el subcontinente indio con el norte global a través de los países del Golfo, Israel y el Mediterráneo. Un plan ideado a tres bandas por Tel Aviv, India y Emiratos Árabes Unidos y que ha sido respaldado por Occidente con la esperanza de que sirva de contrapeso a la Belt and Road Initiative (BRI) de China, el megaproyecto de infraestructura conocido popularmente como la nueva Ruta de la Seda. En el pasado G20, celebrado el pasado septiembre en Nueva Delhi, los líderes de Estados Unidos, la Unión Europea, Francia, Alemania, Italia, Arabia Saudí y los Emiratos acordaron el lanzamiento del corredor, que incluye nuevas rutas de tren y marítimas, desarrollo digital y energético y una estructura financiera, entre otras iniciativas.

Este proyecto permitiría conectar el puerto indio de Mumbai con el griego del Pireo en tan solo 10 días. En palabras de Mashi Mohan, director de la Confederación de Industria India, el IMEC es “un verdadero game changer". "Es un acuerdo histórico. El corredor ofrece rutas comerciales alternativas a los prósperos mercados de Oriente Medio y Europa, pero también amplía el alcance de la India al norte de África y América del Norte”, asevera. Se trata de una conexión geográfica sin precedentes que incluye una ruta ferroviaria que conectaría a Dubái con la ciudad de Haifa, en Israel, a pesar de que Arabia Saudí, el reino por el que debe pasar, no mantiene relaciones diplomáticas con el país judío. Es decir, una auténtica revolución geopolítica que ahora, como indica The Diplomat, corre el riesgo de saltar por los aires.

Foto: Reunión en el marco del G20 sobre el IMEC. (EFE)

El conflicto entre Palestina e Israel tiene múltiples ramificaciones. El letal ataque de Hamás y la aún más letal respuesta del ejército israelí han puesto patas arriba el tablero internacional. El enfrentamiento militar ha alcanzado cotas de horror no vistas en muchos años: secuestro de familias, ejecuciones de ancianos y niños, cadáveres sepultados bajo los escombros provocados por bombardeos masivos…

La televisada muerte agita conciencias, pero la geopolítica no sabe de llantos. ¿Por qué Hamás atacó de una forma tan cruenta a Israel? El ataque estaba perfectamente coordinado y parece que fue preparando durante meses. Lo sorprendente es la saña practicada contra civiles que recuerda a acciones llevadas a cabo por el ISIS. La respuesta de Israel, que por mucho menos ha sometido a los territorios palestinos a todo tipo de represalias, parecía algo previsible para los líderes de Hamás. ¿Por qué provocarla? No hay aún una respuesta a qué se buscaba, pero sí empiezan a vislumbrarse algunos significativos resultados colaterales.

Un proyecto con muchos rivales

Las élites políticas de algunos países limítrofes a Israel como Jordania, Egipto o Arabia Saudí tienen mucho poder, pero no pueden guardar silencio en este conflicto cuando sus pueblos apoyan mayoritariamente la causa palestina. No conviene agitar el avispero social y mucho menos si el eslogan es que están apoyando a Israel en medio de bombardeos masivos que están matando a cientos de civiles.

Foto: El Presidente de EEUU, Joe Biden y el Primer Ministro de la India, Narendra Modi. (Reuters/Evelyn Hockstein)

Eso afecta directamente a una de esas ramificaciones de este conflicto, el IMEC, opositor de la nueva Ruta de la Seda china. Hay muchos actores involucrados en una u otra ruta. El BRI parece haberse decantado, ante el desdén de Europa, por el sur, y el corredor indio por el norte. Sin embargo, en realidad ambas rutas confluyen en un lugar en común, Oriente Próximo. Y ahí todos quieren un trozo de la suculenta tarta.

Turquía, por ejemplo, impulsa una alternativa al IMEC que costaría 25.000 millones de dólares y que atravesaría Iraq para acabar en Estambul, desde donde las mercancías llegarían Europa. Ese plan deja fuera a Arabia Saudí, Israel y Grecia. El ministro de Transporte de Turquía, Abdulkadir Uraloglu, ha declarado que su alternativa “es más rápida y barata” y no tiene “problemas de seguridad como está demostrando la guerra entre Israel y Gaza”. El político dijo el pasado septiembre que “vemos que aparecen nuevos corredores, así que debemos movernos deprisa". "Una de las razones de la quiebra del Imperio Otomano fue que la Ruta de la Seda se abandonó tras la creación del Canal de Suez”, recordó.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tras enterarse del acuerdo producido en el marco del G20 para la creación del IMEC, declaró en el avión de regreso de la cumbre de Nueva Delhi: “Los países se esfuerzan por ampliar sus rutas comerciales y ampliar su influencia regional. Nosotros decimos que no puede haber corredor sin Turquía. La ruta más adecuada para el tráfico de este a oeste debe pasar por Turquía”. Este miércoles 25 de octubre, Erdogan manifestaba en el Parlamento, provocando la ovación de la bancada, que “Hamás no es un grupo terrorista, sino una organización que defiende sus territorios y su gente. No estamos en deuda con Israel, pero Occidente sí lo está. Israel no logrará nada bombardeando a los niños. Ya sea que tengas a Estados Unidos detrás de ti o no”. La rivalidad está asegurada.

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Egipto es otro de los posibles damnificados por el IMEC. “Egipto ya se estaba viendo dañado con el Corredor India-Oriente Medio-Europa de Biden, que pasa por alto a Egipto y devalúa las fuertes inversiones que han hecho para modernizar su propia infraestructura”, explicaba en un largo hilo en Twitter, Iyad el-Baghadi, director y fundador de la Kawaakibi Foundation, organización dedicada a promover la libertad de las comunidades musulmanas y del mundo árabe.

La percepción de Iyad al problema que supone para Egipto la creación del IMEC la han confirmado también analistas de Israel. Yoel Guzansky, investigador principal del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Israel, especializado en política y seguridad del Golfo, apunta a que “Egipto perderá cantidades enormes de ingresos financieros muy necesarios generados por el canal de Suez si se establece el IMEC”, publica el Middle East Monitor.

Para Egipto, el canal es una fuente financiera indispensable de la que ingresó en el ejercicio 2022-23 más de 9.400 millones de dólares. Recursos vitales por el cobro por paso de naves que la nueva ruta del IMEC sortearía. “Una reducción de la dependencia de Europa y la India del Canal de Suez, y un acortamiento del tiempo necesario para transportar mercancías entre ellos a través del nuevo corredor de transporte puede ser un golpe crítico para Egipto”, explicó Guzansky.

Foto: Una paloma sobrevuela los escombros de las casas destruidas por los ataques israelíes en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza (Reuters/Ibraheem Abu Mustafa)

Sin embargo, el asesor presidencial sobre el canal de Suez, el almirante egipcio Mohab Mamish, rebajó en un primer momento la alarma creada sobre el efecto que el IMEC tendría: “No tendrá ningún impacto en el tránsito a través del Canal de Suez, particularmente después de que el canal se duplicó en 2015. No hay alternativa al Canal de Suez porque es la vía fluvial más rápida para el transporte marítimo. La travesía entre el Mediterráneo y el mar Rojo dura solo 11 horas a través nuestro”, declaró en televisión tras conocerse el acuerdo.

Guzansky, además de analizar a los problemas que afrontaría Egipto de llevarse a cabo el mega proyecto, habló de los propios problemas internos que debe afrontar Israel para participar en él: “Hay otra cuestión que afectará el futuro del proyecto y es la situación política en Israel. Un proyecto de este tipo requerirá grandes inversiones, por lo que el primer ministro Benjamín Netanyahu tendrá que conseguir un amplio consentimiento dentro de su coalición, y posiblemente también de la oposición. Netanyahu podría verse atrapado entre sus socios de coalición y la oposición, que busca negarle cualquier logro diplomático que pueda mejorar su posición”.

No parece factible realizar grandes inversiones en una ruta comercial que desemboca en una zona por la que sobrevuelan misiles

Sin embargo, poco después de que se anunciara la nueva ruta, para la que la apertura de relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudí es clave, el conflicto palestino ha entrado en una fase de la que parece complicado vislumbrar una salida. Al menos en este actual clima, cualquier opción de que ambos países puedan llegar a acuerdos públicos parece imposible. Tampoco parece factible realizar grandes inversiones en una ruta comercial que desemboca en una zona por la que sobrevuelan misiles.

El IMEC está en el aire, pero sirve para entender algunos de los intereses económicos y políticos que Estados Unidos, India, China, Arabia Saudí, Turquía, Irán, Hamás, Egipto o la Unión Europea tienen en el actual derramamiento de sangre que ocurre en Gaza y alrededores.

"¿Ha nacido muerto el corredor económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC)? La escalada de la guerra entre Israel y Hamás puede haber arruinado el proyecto incluso antes de comenzar", titula un análisis de The Diplomat.

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