Una australiana, acusada de tres asesinatos tras servir un almuerzo con setas a sus suegros

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Este jueves 2 de noviembre, Erin Patterson, una mujer australiana de 49 años acusada de tres asesinatos el pasado verano, ha sido detenida por la policía de Melbourne. Durante un almuerzo con cuatro de sus familiares, la mujer sirvió un pastel de carne con champiñones. Estos hongos resultaron ser tóxicos, tal y como han demostrado los informes de toxicología, y causaron la muerte de tres de sus cuatro invitados, dos de ellos sus antiguos suegros.

Como informa la BBC, los agentes registraron la vivienda de la acusada en la misma mañana del arresto. Patterson mantiene su inocencia e indica en sus declaraciones a las autoridades que el envenenamiento no fue intencionado, a pesar de que las pruebas indican que los champiñones eran tóxicos.

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EFE

Los hechos ocurrieron el pasado 29 de julio, en la ciudad victoriana de Leongatha. Erin Patterson organizó un almuerzo familiar, al que invitó a su exmarido Simon Patterson, a sus dos exsuegros, Gail y Don Patterson, de 70 años de edad, a la hermana de Gail Patterson, Heather Wilkinson de 66 años, y a su cuñado, Ian Wilkinson, de 68 años de edad.

Tres de los afectados fallecieron en el hospital

Su exmarido canceló la cita en el último momento y no acudió a la comida, lo que, sin saberlo, le salvó la vida. Como recoge el informe de la policía, un día después de ingerir los hongos tóxicos, el 30 de julio, los cuatro invitados que asistieron a la comida acudieron al hospital, gravemente enfermos. Todos habían comido del pastel de carne con champiñones que preparó Erin.

Gail y Don Patterson, así como Heather Wilkinson, fallecieron días después de ingresar en el hospital, a causa de la intoxicación. El esposo de Heather, Ian Wilkinson, fue el único superviviente, pero requirió dos meses de tratamiento para poderse recuperar del envenenamiento por hongos. Las sospechas sobre Erin aumentaron cuando la policía comprobó que, tanto ella como sus dos hijos, no habían resultado perjudicados en la comida familiar.

El pastel de carne se cocinó con champiñones de supermercado y hongos secos

Sin embargo, la propia Erin Patterson declaró que ella también tuvo que acudir al hospital debido a unos fuertes dolores de estómago. Allí, afirma que le aplicaron tratamiento, un gotero salino y protectores para el daño hepático. A su vez, la acusada defiende que sus hijos no resultaron perjudicados porque, al no gustarles los hongos, los separaron del pastel y se comieron el resto del alimento.

Durante las pesquisas de las autoridades, Erin Patterson aseguró que todos los champiñones empleados en la preparación del pastel tipo Wellington de carne se compraron en tiendas de alimentación. En concreto, la mujer afirma haber usado una mezcla de champiñones de supermercado y de champiñones secos adquiridos en una tienda asiática.

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En una rueda de prensa, el inspector de Homicidios, Dean Thomas, explicó la complejidad del caso, y destacó el impacto “nacional e internacional” del suceso, que suscitó mucha curiosidad a los medios de comunicación. Erin Patterson, en un comunicado emitido el pasado mes de agosto, afirmaba que “no tenía ningún motivo para lastimar a estas personas, a quienes amaba”. Añadió que se sentía “devastada al pensar que estos hongos pueden haber contribuido a la enfermedad sufrida por mis seres queridos”, y mantiene su inocencia.