"¡Aquí hay perros sueltos!": la psicosis tras el ataque mortal de Zamora multiplica los avisos a la Guardia Civil
La muerte de la mujer atacada por canes y otros sucesos similares de los últimos días, como los ocurridos en Murcia o Pontevedra, disparan el miedo entre los vecinos a nuevos incidentes
El teléfono echa humo. Cuando no han pasado ni 10 días de la muerte de Arancha, la joven que fue atacada por una jauría de mastines, el miedo a estos animales sigue muy presente en Zamora. Tanto, que vecinos de toda la provincia alertan a los agentes de la Guardia Civil cuando, en sus pueblos o caminos cercanos, ven perros sueltos. No quieren que se repita un suceso similar al de Roales del Pan.
En los últimos días, y después de ese ataque mortal, se han sucedido las noticias en otros puntos de la geografía nacional, lo que no ha hecho más que alimentar el nerviosismo entre los vecinos. Hace unos días se conoció la muerte de una anciana en Murcia tras ser mordida por un can y el martes trascendió que otro animal atacó a una menor de edad en la localidad pontevedresa de Fornelos.
Mientras la investigación sigue su curso, fuentes de la Guardia Civil consultadas por El Confidencial confirman la tendencia: "Ahora es muy habitual que nos llamen los vecinos desde los pueblos para advertirnos de que han visto perros sueltos". Estos avisos, como matizan, no proceden de la zona más cercana a Roales, sino que más bien se realizan desde otros puntos de la provincia.
Las fuentes consultadas también advierten que, desde que ocurrieron los hechos y en consonancia con el aumento de los avisos, ha crecido a la par el volumen de controles sobre las mascotas de este tipo. Sin embargo, y pese al aumento de estas comprobaciones, que los efectivos de la Benemérita realizan para examinar que toda la documentación de los animales está en regla, las mismas fuentes señalan que no se están realizando exámenes masivos. Este era, precisamente, el temor de algunos ganaderos.
Avisos puerta a puerta
Los vecinos de Roales del Pan, por su parte, siguen, como admite su alcalde, David García, "muy afectados". Todos allí intentan sobreponerse al duelo y, como expone García, sigue habiendo miedo. Al margen de los controles que la Guardia Civil haya podido realizar en algunas fincas, el primer edil explica que él también ha tomado medidas para que trágicos hechos como el de la muerte de Arancha no vuelvan a ocurrir.
En este sentido, el alcalde comenta que ha acudido a visitar a todos aquellos vecinos que tienen perros de gran tamaño, aunque no sean de raza peligrosa, para intentar concienciarles y que tengan todos los permisos relativos a su animal en regla: "La gente por lo general es cívica, nunca hemos tenido problemas de este tipo".
Al tratarse de un pueblo pequeño, García explica que también han sido numerosos los vecinos que se han dirigido al ayuntamiento para exponer que ya habían tenido problemas con los perros que protagonizaron el ataque a Arancha. No obstante, el primer edil no oculta su malestar en este sentido. No se explica que ahora todo el mundo haya tenido algún encontronazo, pero que nadie lo hubiera denunciado en su momento. Quizá de esta forma se hubiera evitado el trágico suceso.
"Situaciones excepcionales"
La Real Sociedad Canina de España (RSCE), después de estos últimos sucesos y como recoge EP, ha demandado una cría controlada y tenencia responsable para conservar las funciones, temperamento y características de las distintas razas caninas tras los ataques con resultado de muerte a sendas mujeres en Zamora y Murcia.
En una rueda de prensa celebrada este martes en la sede de la RSCE en Madrid, su presidente, José Miguel Doval, ha calificado los recientes ataques de "situaciones excepcionales" y ha insistido en que la cría responsable permite tener animales cuyo comportamiento es predecible, porque "muchos de estos casos suelen ocurrir por la cría incontrolada".
El teléfono echa humo. Cuando no han pasado ni 10 días de la muerte de Arancha, la joven que fue atacada por una jauría de mastines, el miedo a estos animales sigue muy presente en Zamora. Tanto, que vecinos de toda la provincia alertan a los agentes de la Guardia Civil cuando, en sus pueblos o caminos cercanos, ven perros sueltos. No quieren que se repita un suceso similar al de Roales del Pan.