Casi 7.000 nombres, con apellidos: ¿cómo se cuentan los muertos de Gaza?

El horror de Gaza se cuenta en 6.747 nombres enumerados a lo largo de 212 páginas. El Ministerio de Salud palestino, controlado en la Franja por Hamás, publicó el pasado jueves una interminable lista con el número de palestinos fallecidos en el conflicto que empezó el pasado 7 de octubre. Este sábado, tras una de las noches más violentas en la que los bombardeos no han cesado ni por un segundo, ese número de muertos habrá aumentado considerablemente. Saber cuánto exactamente se ha convertido en una tarea casi imposible desde este fin de semana y, desde hace días, una batalla de narrativas tras las acusaciones israelíes y de EEUU sembrando dudas sobre la cifra.

Todas las comunicaciones están cortadas y los pocos mensajes que llegan desde Gaza son a través de algunos periodistas con SIM internacionales que se conectan a las redes israelí o egipcia. "Hemos perdido completamente el contacto con la sala de operaciones en la Franja de Gaza y con todos nuestros equipos que operan allí debido a que las autoridades israelíes cortaron todas las comunicaciones fijas, celulares e Internet", escribía la ONG Media Luna Roja Palestina el viernes a la noche.

Ese aislamiento total en las comunicaciones complica mucho las tareas para saber lo que está ocurriendo en Gaza. Comprobar un nombre de los que aparece en la lista de muertos es una misión difícil de cumplir. Entre los testimonios a los que El Confidencial pudo acceder en los primeros compases del conflicto, varios de los nombres y apellidos de los entrevistados coinciden con algunos de los señalados en el documento. Sin embargo, ningún mensaje sale fuera de la Franja, junto a los mensajes de Said Shoaib solo aparece un único tick en WhatsApp, que indica que al otro lado no hay ningún tipo de señal. Nada.

Desde la explosión en el hospital Ali Ahli al Arabi, que provocó la muerte de al menos 471 personas, según reportó Hamás, se ha dudado de la autenticidad en el recuento de bajas. Israel y Estados Unidos argumentaron rápidamente que realizar un recuento tan rápido de bajas era dudoso. Cuestionaron también la posibilidad de que las muertes estuvieran infladas y otras series de dudas para desacreditar las cifras del Gobierno palestino.

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Este martes, un periodista preguntó al presidente Joe Biden en una conferencia de prensa en la Casa Blanca si el recuento de muertes significaba que Israel estaba ignorando los llamamientos de Estados Unidos para reducir las muertes de civiles en sus bombardeos. Su respuesta fue la siguiente: "Lo que me dicen es que no tengo la menor idea de que los palestinos digan la verdad sobre el número de muertos. Estoy seguro de que han muerto inocentes y es el precio de librar una guerra".

La postura de Biden quedó clara. "No tengo confianza en el número que están utilizando los palestinos", dijo. Otros funcionarios estadounidenses tuvieron la misma duda. "El Ministerio de Salud de Gaza es solo una fachada de Hamás... una organización terrorista... No podemos tomar nada que salga de Hamás, incluido el llamado 'Ministerio de Salud', al pie de la letra", expresó el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby.

"No tengo confianza en el número que están utilizando los palestinos"

Ambas palabras fueron pronunciadas el jueves, unas horas antes de que se publicase la lista con los más de 6.000 nombres y apellidos. Un recuento que cualquier persona puede verificar su autenticidad a través de UNRWA o el propio registro de población de palestinos de Israel.

Recuento de bajas

De las cinco guerras que han tenido lugar en Gaza desde 2008, esta es, según las organizaciones internacionales, la más mortífera. Por eso, las más de 7.000 muertes por los ataques israelíes no han supuesto una sorpresa para aquellos que conocen las características del territorio. "Las cifras de víctimas que estamos viendo están en general en línea con lo que esperaríamos, dado el número de ataques aéreos en una de las zonas más densamente pobladas de la Tierra", afirmó Omar Shakir, director de Israel y Palestina de Human Rights Watch, a The Washington Post.

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La publicación de la lista por parte del ministerio de Salud de Gaza pretende ser la prueba que acabe con las dudas sobre las cifras oficiales, así como un desafío a las declaraciones de Joe Biden y a su escepticismo. El departamento encargado de informar sobre los muertos en el enclave está rodeado de dudas por estar bajo el liderazgo de Hamás. Algunos analistas y líderes apuntan a que el recuento de las víctimas no especifica si son civiles o combatientes de la organización yihadista, mientras que otros afirma que se podrían estar aumentando las cifras de manera indiscriminada para aumentar la presión sobre Israel.

Esta teoría creció después del ataque al hospital Al Ahli de Gaza, del que Hamás culpó a Tel Aviv. El Ejército israelí, por su parte, sostuvo que fue provocado por un fallo de cálculo de la Yihad Islámica que provocó que un cohete cayera sobre las instalaciones del centro. Las primeras informaciones del ministerio de Salud local apuntaron a que más de 500 personas murieron en la explosión. Posteriormente, rebajó la cifra a 471, y los servicios de inteligencia estimaron que el número era mucho más conservador, entre los 100 y los 300 muertos. “Hamás tiene un claro incentivo propagandístico para inflar las bajas civiles tanto como sea posible”, escribió Luke Baker, exjefe de la oficina de Reuters en Jerusalén, en un hilo publicado en X, antes Twitter.

Baker no cuestiona que los ataques de las fuerzas israelíes hayan provocado víctimas civiles, aunque subraya que el número exacto de muertos no se puede verificar de manera independiente porque el ministerio gazatí es la única fuente disponible. "Cualquier funcionario de salud que se salga de la raya y no proporcione a los periodistas el número de muertos que Hamás quiere que se informe a los periodistas corre el riesgo de sufrir graves consecuencias", añadió Baker.

Tanto los medios de comunicación, como las agencias internacionales, dependen de las fuentes gubernamentales, en este caso del lado israelí y palestino para obtener la cifra de muertos en la guerra. A pesar de que especifican que no han podido verificar esos datos de forma independiente, los organismos utilizan estas cifras porque son las más cercanas a la realidad y el ministerio de Salud de Gaza ha demostrado ser fiable en otras ocasiones. "Tienen acceso metodológico a fuentes de información que nadie más tiene (acceso a datos de morgues y hospitales) y, en última instancia, esa será la forma más confiable de contar las víctimas", explica Omar Shakir.

En este sentido, Shakir sostiene que cuando Human Rights Watch ha llevado a cabo sus propias investigaciones, la diferencia entre sus cifras y las de los funcionarios de Salud gazatíes no han sido muy grandes. "Es posible que las cifras no sean perfectamente precisas minuto a minuto, pero reflejan en gran medida el nivel de muertes y lesiones", dijo, por su parte, Michael Ryan, del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud.

Tanto Shakir como Ryan se basan en los números de las muertes de las guerras pasadas, como la de 2008, en la que el ministerio de Salud afirmó que 1.440 palestinos murieron por los ataques. La ONU los cifró en 1.385. En 2014, Gaza elevó la cifra de víctimas mortales en 2.310 personas, la organización en 2.251. Y, en 2021, la diferencia entre los datos de las dos partes fue de seis personas, de los 260 que enumeró el ministerio a los 265 del organismo.

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Las actualizaciones sobre el número de personas que han muerto en el marco de la guerra llegan a una oficina dentro del hospital Al Shifa, uno de los más importantes de Gaza y, desde el pasado 7 de octubre, el que está sufriendo la mayor saturación. A esa oficina acude el portavoz del ministerio de Sanidad, Ashraf al-Qidra, que recibe los últimos datos de las muertes en cada hospital de la Franja de Gaza.

El equipo de cada centro hospitalario es el responsable de actualizar los registros de los heridos, así como de los cuerpos que llegan a la morgue, a través de un programa informático que se comparte con los funcionarios de salud. Según las capturas de pantalla enviadas a la agencia Associated Press, cada hoja de cálculo está dividida por categorías como el nombre, un número de identificación, la fecha de ingreso en el hospital y el tipo de lesión.

Normalmente, los datos de las víctimas mortales se separan entre los hombres, las mujeres y los menores de edad, aunque el departamento no proporciona nombres, edades o ubicaciones. Esta regla se rompió este jueves, cuando el ministerio publicó el informe de más de 200 páginas en las que enumeró y puso nombre a todos los palestinos muertos desde el ataque sin precedentes de Hamás el pasado 7 de octubre.

Los datos, a pesar de todo, siguen siendo poco fiables para algunos organismos, gobiernos y analistas. En primer lugar, porque no se diferencian los civiles de los combatientes. Para tener ese dato, es necesario esperar a que las organizaciones internacionales puedan acceder a Gaza y llevar a cabo las investigaciones. Asimismo, el ministerio de Salud no da detalles en su registro sobre la posible causa de la muerte, y no hay información sobre si un paciente llega a un hospital tras un ataque de Israel o por otro motivo.

El ministerio de Salud de Gaza niega que las cifras de muertos puedan estar edulcoradas y explican que cualquier diferencia con otros números que puedan confirmarse posteriormente se debe a las dificultades para identificar a todas las víctimas en medio de la oleada de bombardeos israelíes en represalia a la ofensiva de Hamás. "Tuvimos momentos especialmente difíciles porque los cuerpos estaban tan desmembrados que había partes de los cuerpos por todas partes", concluyó Mehdat Abbas, funcionario del Ministerio de Salud