Es noticia
El 'parche' migratorio de Meloni: "Lo que necesitamos es una estrategia a largo plazo"
  1. Mundo
El problema migratorio es estructural

El 'parche' migratorio de Meloni: "Lo que necesitamos es una estrategia a largo plazo"

Los analistas y organizaciones apuntan a que el estado de emergencia decretado por Giorgia Meloni responde a intereses políticos y no es una solución para el reto migratorio en el país

Foto: Más de 4.000 migrantes llegan a las costas de Italia en el fin de semana. (EFE/ONG Emergency)
Más de 4.000 migrantes llegan a las costas de Italia en el fin de semana. (EFE/ONG Emergency)

La ONU ha sido muy clara: "La experiencia nos enseña que adoptar una línea dura para detener la inmigración ilegal no impide su llegada, sino que añade más sufrimiento y provoca más muertes en las rutas marítimas". El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha pedido a Italia que no olvide sus obligaciones humanitarias después de decretar el estado de emergencia por el aumento de las llegadas de migrantes al país.

El Gobierno de Giorgia Meloni decidió tomar una de las medidas más drásticas para frenar la migración desde 2011, el punto álgido de la crisis migratoria europea, con el argumento de crear nuevas estructuras para albergar, procesar y repatriar a los migrantes que no cuenten con los requisitos para quedarse en el país. El estado de emergencia, sin embargo, se ha interpretado como una señal de alarma para muchas organizaciones y analistas por las consecuencias que puede tener para los migrantes que llegan a las costas italianas.

Foto: La primera ministra, Giorgia Meloni, el pasado 15 de marzo. (Reuters/Remo Casilli)

Meloni convirtió la saturación de los centros de acogida de islas como Lampedusa en una de sus principales bazas para argumentar el estado de emergencia. Sin embargo, los expertos apuntan que esta medida, con una duración de seis meses y para la que se asignarán cinco millones de euros, no resolverá los problemas estructurales de la gestión migratoria en el país.

"El Gobierno quiere libertad de maniobra para manejar la actual situación migratoria, respondiendo así a lo que ha definido como una emergencia de manera oportuna y eficaz. Sin embargo, esta es otra medida que no tiene en cuenta la naturaleza estructural del fenómeno de la migración, que necesita estrategias más sostenibles a largo plazo que también miren la integración de los migrantes dentro de nuestra sociedad", apunta Lorena Stella Martini, analista de la oficina en Roma del European Council on Foreign Relations (ECFR), a El Confidencial.

Foto: Varios migrantes son atendidos en el puerto de Arrecife. (EFE/Adriel Perdomo) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Vuelve el debate sobre la inmigración, y no será bonito
Ramón González Férriz

Por otro lado, Stella Martini apunta que una de las incógnitas es cómo se utilizará el dinero asignado al estado de emergencias. "Hablamos de construir nuevas estructuras para la recepción de migrantes y para su repatriación, pero falta una estrategia a largo plazo, más allá de la respuesta inmediata, y la situación no mejorará si seguimos tratando la migración únicamente como una emergencia", añade.

'Carta blanca' para rechazar migrantes

Una de las alertas por parte de los analistas es que el estado de emergencia puede permitir al Gobierno de Meloni repatriar de manera rápida a quienes consideren migrantes "ilegales", una acción que repercutiría gravemente en los derechos humanos.

Sobre el papel, asignar cinco millones de euros a las regiones de Italia para hacer frente al aumento de las llegadas, que ha llegado a cerca de las 30.000 personas en los primeros meses de 2023, es una buena noticia. Sin embargo, el hecho de que esto facilite a Meloni "rechazar y devolver migrantes por una supuesta emergencia son muy malas noticias", apunta Alissa Pavia, directora asociada del Programa de África del Norte de Atlantic Council, en un hilo de Twitter.

Foto: Cerca de 400 migrantes fueron rescatados en Lampedusa, Italia, en agosto de 2021. (EFE/Concetta Rizzo)

Pavia subrayó que Italia ha demostrado que sí tiene dinero para ayudar a gestionar los centros de reasentamiento de refugiados y migrantes al sur de Italia y para procesar los permisos más rápido, pero se niega a hacerlo. "El Gobierno solo está dispuesto a desembolsar dinero cuando se trata de prohibir que los inmigrantes se queden en Italia".

La analista coincide en que el estado de emergencia no es una solución sostenible a largo plazo y propone otras medidas como fortalecer los sistemas de asilo y refugio en Italia. Asimismo, plantea que se aborden los desafíos de integración en el país para que la población pueda normalizar una convivencia con los migrantes.

Las llegadas de refugiados han aumentado en los últimos meses por razones como las condiciones climatológicas favorables para cruzar el Mediterráneo en embarcaciones, pero también por motivos sociopolíticos como la ola de odio del presidente de Túnez, Kais Saied, contra los migrantes subsaharianos. En un discurso reciente, el mandatario habló de "hordas de migrantes ilegales" a los que responsabilizó de crímenes y de actos de violencia en el país africano. "En lugar de suplicar al FMI que desembolse más dinero, ¿qué tal si le pedimos a Saied que detenga su retroceso democrático?", plantea Alissa Pavia.

El estado de emergencia responde, según el Gobierno, a una situación de alerta por una cifra que eleva casi por cuatro la llegada de migrantes este año con respecto a 2022. Sin embargo, el número de las 30.000 personas todavía dista mucho de las 200.000 que llegaron a Italia en 2015. El miedo, no obstante, es que a finales de año se pueda igualar o incluso superar el récord de años atrás. Estas cifras se juntan con los 441 migrantes fallecidos en el mar en los últimos tres meses.

La UE "toma nota"

A pesar de que el espectro confirma una excepcionalidad, algunos analistas aseguran que no es suficiente para justificar un estado de emergencia de 6 meses en el país. Además de la preocupación por las posibles violaciones de los derechos humanos y humanitarios de los recién llegados a las costas italianas, los analistas apunta a que la medida tomada por Meloni es una llamada de atención de la Unión Europea para que los países miembros tomen decisiones conjuntas para solucionar la situación.

Foto: Dos remolcadores sacan el portacontenedores alemán "MSC Flaminia" del puerto de JadeWeser en Wilhelmshaven. (EFE / Hans Christian Woeste)

Después de las declaraciones de Meloni sobre la responsabilidad de la UE y de que el vicepresidente del Ejecutivo, Matteo Salvini, indicara que Europa "nunca ha movido un dedo", la Comisión Europea afirmó que ha "tomado nota". Esta fue la respuesta al estado de emergencia, que describió como una declaración de "competencia nacional" y que entiende que se ha visto impulsada por "los retos particulares de la situación migratoria", añadió.

La Comisión afirma que está en estrecho contacto con las autoridades italianas, mientras que el Gobierno del país no ha dejado lugar a dudas sobre los retos migratorios que marcan las relaciones. Paralelamente, las organizaciones humanitarias, así como la ONU, han puesto el foco en las consecuencias que pueden tener estas medidas políticas en los migrantes. "La UE debe ser solidaria con Italia, [pero] Meloni debe abandonar legislaciones como la que restringe las operaciones de búsqueda y rescate de civiles en alta mar", concluyó Volker Türk.

La ONU ha sido muy clara: "La experiencia nos enseña que adoptar una línea dura para detener la inmigración ilegal no impide su llegada, sino que añade más sufrimiento y provoca más muertes en las rutas marítimas". El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha pedido a Italia que no olvide sus obligaciones humanitarias después de decretar el estado de emergencia por el aumento de las llegadas de migrantes al país.

Noticias de Italia Inmigración
El redactor recomienda