Cómo el Grupo Wagner ha adelantado por la derecha a los chechenos en la carrera por el terror

Hay quizá una persona a la que Ramzán Kadírov respete más que a Vladímir Putin. El antiguo chef del presidente ruso y ahora líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, es para el líder de Chechenia un "hermano, un guerrero nato". El grupo de contratistas militares que dirige son "verdaderos profesionales y patriotas, intrépidos, tercos, valientes". Kadírov hasta se ha planteado crear una compañía militar privada como la de Wagner y "competir" contra ellos. Hasta ahora, el checheno y el ruso han tenido varias cosas en común: son fieles aliados de Vladímir Putin, trabajan bajo su sombra y han enviado a sus unidades a luchar en la guerra de Ucrania. Sus milicias son la representación del terror y son conocidos por sus tácticas violentas en el frente.

Miles de chechenos se unieron a las fuerzas rusas desde los inicios de la invasión el 24 de febrero de 2022, pero los detalles de su participación con el Kremlin se han mantenido en secreto. Algunos informes apuntan a que cerca de 9.000 miembros del grupo paramilitar kadyrovtsy (nombrado en honor al presidente) están actualmente en el frente ucraniano y que cerca de 21.000 han pasado por el conflicto. La información a partir de fuentes como Deep State Map arrojan que han participado en combates en zonas como Mariúpol, Sievierodonetsk y otras zonas del Donbás.

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Su presencia en Ucrania va más allá de un refuerzo operativo y se enmarca dentro de la guerra psicológica de Moscú. Los guerreros chechenos son conocidos por su crueldad y por sus violaciones de los derechos humanos, y Putin los ha involucrado en el conflicto para convertirlos en una de sus herramientas de propaganda. "Son parte del esfuerzo por desestabilizar y alimentar el miedo dentro de la población ucraniana", apuntó Aurelie Campana, experta en violencia política de la Universidad de Laval en Canadá.

Sin embargo, la estrategia del terror ha virado en la última fase de la guerra a los "mercenarios" de Grupo Wagner, actualmente en medio de la intensa batalla de Bajmut. Los contratistas militares fueron enviados a Kiev al principio de la invasión para asesinar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y estaban destinados a ser el arma secreta de Rusia en la guerra relámpago que pensaba Putin. "La diferencia entre los kadyrovtsy en febrero pasado y el Grupo Wagner ahora es que hubo un esfuerzo más concreto para establecer a los combatientes de Kadírov como una fuerza de la guerra psicológica. Esto resultó infructuoso", explica Harold Chambers, analista especializado en el Cáucaso Norte del Foreign Policy Research Institute, a El Confidencial”.

"Wagner también cumple un papel similar. Sus ejecuciones con mazos coinciden con los rumores de que los kadyrovtsy evitan las deserciones. En cuanto a la eficacia de la guerra psicológica, propagando el terror entre los civiles de Ucrania, el verdadero alcance de sus crímenes perpetrados contra el público en general solo se revelará después de que se libere toda Ucrania", apuntó.

Carne de cañón en el frente

Sin embargo, lejos de la imagen de Wagner como unidad de élite, la milicia privada ha reclutado a miles de prisioneros rusos con poca formación militar para ser utilizados como carne de cañón en el frente. Esa misma descripción utilizaron los expertos para referirse a las unidades chechenas, tampoco consideradas como tropas de élite y "tratadas como carne de cañón en algunas batallas", añadió Campana.

La estrategia no pasó desapercibida para muchos de los kadyrovtsy, que mostraron su malestar ante las nuevas olas de reclutamiento después de la movilización parcial anunciada por Putin en septiembre de 2022. En Chechenia no se celebraron manifestaciones como las de Moscú, pero sí se registraron incidentes que demostraron que muchos chechenos no querían formar parte activa de la invasión. Kadírov anunció que frenaría la llegada de guerreros chechenos a Ucrania, pero Harold Chambers apuntó en un artículo anterior que la movilización continuó de manera silenciosa. "Los servicios de seguridad revisaban los coches en cruces fronterizos y han arrestado a personas que querían obtener pasaportes internacionales".

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Los despliegues de las fuerzas paramilitares chechenas han seguido siendo relevantes en la guerra, aunque el desempeño de los kadyrovtsy en Ucrania ha revelado insuficiencias militares y administrativas del grupo paramilitar, así como la arrogancia de Kadírov y su obsesión por aparecer en redes sociales para contrarrestar la disciplina de combate y la preparación militar. "La presencia digital del ejército de Kadírov sigue siendo vital, y se dirige principalmente a su audiencia única: Putin. Otras audiencias principales son alcanzadas por el mismo presidente, no por sus tropas", señala el analista Harold Chambers a este periódico. "La presencia digital de los kadyrovtsy funciona para promocionarse entre sus propias filas, pero también para exponerse al mundo exterior. Han intentado estar más en línea que otras facciones de las tropas rusas", añade.

A medida que aumentaba el contenido en redes sociales de la milicia del mandatario de Chechenia, lo hacía la percepción de que la intimidante imagen de los kadyrovtsy, con sus largas barbas y su comportamiento despiadado, está prefabricada. Algunos comentarios militares han comentado que su representación como luchadores violentos choca con fallos logísticos y estratégicos en el frente. Por ejemplo, los trajes negros no son los más adecuados para un camuflaje efectivo en los bosques de Ucrania y algunos de los vídeos publicados en redes sociales han dado pistas a las fuerzas ucranianas sobre su ubicación y facilitado emboscadas.

"Es evidente que los medios estatales rusos han estado explotando los crímenes de guerra anteriores de kadyrovtsy para embellecer gran parte de la letalidad y la experiencia de combate del cuadro checheno", apunta un informe de Newlines Institute for Strategy and Policy. Además, los resultados de los chechenos en el frente y las informaciones sobre su entrenamiento indican que están mal organizados y fragmentados. "En Ucrania, probablemente se usarían estas fuerzas para operaciones urbanas y de seguridad de las fuerzas rusas", concluye.

Una amistad consolidada

Es difícil poner una fecha de inicio a la buena relación entre Ramzán Kadírov y Yevgeny Prigozhin, pero las muestras de respeto y apoyo han aumentado en los últimos meses. A principios de este año, las tensiones sociales en las tropas rusas llegaron a un punto muy alto por las barbas que llevan los guerreros chechenos, de religión musulmana. La obligación para los soldados rusos de afeitarse desató la ira de Kadírov y hasta sonaron las alarmas de la rebelión entre los combatientes chechenos. Prigozhin fue el que más apoyó al líder checheno y afirmó que con esa medida los mandos del Ejército ruso demostraban ser "un montón de payasos" preocupados por la "glamourización del ejército".

La retórica de Prigozhin es una de las señales que muestran cómo las fuerzas informales que luchan por Rusia, como Wagner y los kadyrovtsy, se han acercado mucho más desde la invasión en febrero de 2022. Harold Chambers explica que la asociación es lógica: "Ambos están al mando de las dos mayores fuerzas de seguridad informales que participan en Ucrania. Kadyrov está permanentemente aislado de las élites de seguridad oficiales de Rusia, lo que significa que debe volverse hacia las sombras para encontrar aliados. Evgeny Prigozhin ciertamente se ajusta a esta descripción".

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De hecho, Prigozhin ha protagonizado varios episodios de discrepancias con los altos mandos del Ministerio de Defensa de Rusia, y ha criticado que el ejército no le está proporcionando a sus unidades la munición que necesitan en el frente. Además, ha afirmado que "hay un trabajo directo para destruir a Wagner", al que ya no se le entregan ni siquiera palas para cavar trincheras.

Kadírov es un buen amigo entre los cada vez más altos mandos enemigos de Prigozhin, aunque algunos analistas como Chambers no descartan roces entre ellos. Kadírov anunció recientemente su intención de crear una compañía militar privada (PMC, por sus siglas en inglés) para competir con Wagner. Por el tono del anuncio, se parece más a una competencia amistosa que un desafío, aunque es importante recordar capítulos de la historia anteriores, como que "la policía antiterrorista de Kadírov fue la solución extramilitar en Siria antes de que el Grupo Wagner se volviera dominante, por lo que podría haber cierta amargura persistente", apunta el experto.

Por ahora, sin embargo, la unión Kadírov-Prigozhin parece más una relación de conveniencia. A pesar de que no está claro su profundidad, a los dos líderes les interesa mantener la amistad por su escasez de aliados potenciales. En este ámbito le va un poco a peor a Prigozhin por sus conflictos con los altos mandos militares rusos. "Según varias fuentes de Moscú, Putin confía en poder debilitar a Prigozhin, quien ha tenido tensiones con el Estado Mayor del ejército. Pero el efecto podría ser el contrario, y más gente vería a Prigozhin como la figura con más probabilidades de suceder a Putin", escribió el periodista ruso Mikhail Zygar, en The New York Times.

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Mientras el líder de Wagner es un problema para Putin por sus desavenencias militares y por sus críticas a la gestión militar del Kremlin, Ramzán Kadírov ocupa un puesto muy diferente en la lista de amigos del presidente ruso. El profesor de ciencias políticas de la Universidad Charles de Praga, Emil Aslan, afirmó que Vladímir Putin y su homólogo checheno "tienen una relación padre-hijo". Así como el futuro de otros líderes como el bielorruso Alexander Lukashenko depende del mandatario ruso, el destino de Kadírov también está directamente relacionado con él. Si el liderazgo de Putin termina, por la razón que sea, "simplemente no hay forma de que pueda ver cómo Kadírov y Lukashenko permanecerán en sus puestos", dijo Taras Kuzio, profesor de ciencias políticas en la Academia Mohyla de la Universidad Nacional de Kiev, a Newsweek.

Por ahora, Kadírov sigue siendo el líder que proporciona a Putin la estabilidad que quiere en Chechenia, y eso garantiza el apoyo del presidente ruso. Prigozhin ha adelantado a Kadírov en la carrera por el terror desde verano del año pasado, pero el líder de Grupo Wagner tiene muchas menos posibilidades de mantener su posición. "El valor más importante del régimen de Kadírov es proporcionar el seguro de estabilidad en Chechenia. Esa es la única razón por la que permanece en el poder", concluyó Harold Chambers.