Por qué los españoles admiramos a los alemanes, pero nos es imposible quererlos

Alemania (casi) siempre ha sido ese lugar al que el resto de Europa mira y España, en esto, no es ninguna excepción. La economía germana, su Gobierno y sociedad representan, para la mayoría de los españoles, un modelo a seguir. Sin embargo, en medio de toda esta admiración, hay una pieza que no termina de encajar en ese idílico modelo teutón.

"España nos ve como un entorno positivo, pero hay algunos puntos débiles. Siempre hay estereotipos como el trabajo duro alemán, entre otros. Pero la visión de un país depende mucho de la imagen actual y su contexto. Aunque es muy difícil cambiar los tópicos", declara en una rueda de prensa María Margarete Gosse, embajadora de la República Federal de Alemania en España. Su respuesta está enmarcada dentro del informe titulado La imagen de Alemania en España, publicado este jueves por el Real Instituto Elcano, con el objetivo de conocer la valoración y opinión de los españoles sobre Alemania.

"Los españoles siempre tienen que estar agradecidos de los alemanes"

Las respuestas del sondeo muestran un abanico de opiniones que van desde el amor al odio. En la pesquisa se analizan los diferentes componentes de la realidad alemana (su calidad de vida, su atractivo turístico, su economía, su influencia, su idioma), además de las relaciones bilaterales entre ambos países y el poder de Berlín en el interior de la Unión Europea.

La imagen de un país es algo que se construye con el tiempo, y en este departamento "han aumentado sustancialmente las menciones positivas al carácter de los alemanes y a la riqueza del país, mientras que han disminuido las referencias a la industria". Aunque se puede observar un claro descenso en torno al periodo de la crisis económica, hoy en día Alemania cuenta con una valoración muy similar a la de los tiempos previos a la troika.

"La calidad de vida y su producción cultural" son las cuestiones peor consideradas por España, así como "la poca atracción por su lengua". En general, las conclusiones del estudio muestran que los españoles sienten que "Alemania genera admiración y curiosidad, pero poca simpatía", y la visión sobre el país germano muestra que la mayoría de los españoles "no ven Alemania como un lugar atractivo para vivir, trabajar o estudiar".

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Los españoles reconocen, no obstante, que los alemanes tienen "más poder e influencia, mejor sistema económico, un mayor nivel científico y tecnológico, son más respetuoso con el medio ambiente, son más democráticos y tienen una mayor igualdad entre hombres y mujeres". Durante la rueda de prensa, la investigadora principal y directora de Opinión Pública del Real Instituto Elcano, Carmen González, recordó que, "en la comparación europea, Alemania siempre está representado como el país que mejor ven los españoles, justo por debajo de Francia e Italia". Sin embargo, entre las dos posturas (buenas y malas) hay respuestas menos polarizadas.

Casi la mitad, el 42% de los españoles, cree que Alemania es egoísta y las conclusiones de Elcano apuntan a que "este es su principal déficit reputacional en España". Sobre la invasión de Ucrania, una escasa mayoría (53%) opina que la respuesta alemana es la apropiada en el conflicto, frente a un 38% que la considera insuficiente. Los analistas del think tank señalan sobre estos datos que la imagen de Berlín "no ha sido perturbada por los conflictos actuales o históricos", por esta razón, "solo un 8% valora negativamente el carácter de los alemanes y solo un 6% hace referencia al pasado en la Segunda Guerra Mundial". En Europa, los españoles valoran positivamente las relaciones con Alemania, al mismo nivel que las que tiene España con Francia e Italia.

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A través de la ideología de los encuestados, se observa que "la derecha española valora mucho más positivamente que la izquierda" la imagen de Alemania en la economía y la política económica europeas. La diferencia atiende, según Carmen González, a que "la ideología tiene un peso relevante en la opinión sobre Alemania, de modo que la valoración mejora al desplazarnos en la escala ideológica hacia la derecha", menciona.

Desde las conclusiones, Elcano extrae de la muestra de estudio que a Alemania "se le reprocha su excesiva influencia, pero a la vez se alaba su capacidad de liderazgo. Además, el egoísmo y la falta de solidaridad con los países más pobres son el principal reproche", explican. También recalcan que Berlín tiene una "buena valoración de las relaciones bilaterales, con dudas sobre si se comparten intereses y se coordinan posiciones". Sobre estas conclusiones, la embajadora finaliza diciendo que "la imagen de ser el primero de la clase que tiene Europa sobre Alemania no es tanto como parece, Alemania tiene que aprender mucho de los países que le rodean y también de España".