Las dos grandes crisis fronterizas de EEUU que se tratarán en la cumbre de México

Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador se vieron el lunes durante la tarde en el palacio presidencial en Ciudad de México, un día antes de celebrar la Cumbre de América del Norte junto con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

En la mesa de las discusiones, dos temas cruciales en las relaciones de los dos países. Por un lado, la migración ilegal hacia Estados Unidos, un problema continental que ha empeorado en los últimos años y que ha generado 2,3 millones de arrestos y expulsiones en 2022, cinco veces más que en 2020. "Nuestros problemas en la frontera no surgieron de la noche a la mañana. Y no se resolverán de la noche a la mañana", admitió Biden en Twitter tras ser recibido por López Obrador la noche del domingo.

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Biden ha sido muy criticado por su pasividad en este tema desde que llegó al poder. Para tratar de mejorar su imagen, el mandatario estadounidense hizo una parada en El Paso, ciudad en la convulsa frontera con México, donde cada día son expulsados cientos de indocumentados. En México, Biden espera presentar un programa de migración limitada a cuatro países sumidos en una profunda crisis, Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, que admitirá mensualmente a 30.000 personas durante dos años, programa que ha desatado una lluvia de críticas.

"Las personas que pueden beneficiarse tienen que contar con un patrocinador en Estados Unidos, deben tener los medios económicos para financiar un vuelo, el pasaporte vigente. Y en esos países, debido a la situación económica y política, muchas personas no cuentan con un documento en regla. Entonces, EEUU le está pidiendo a personas muy vulnerables, unos lujos que no se pueden dar", dijo a RFI Ana Ortega de la organización Derechos Humanos Primero. Organizaciones como el Comité Internacional de Rescate advierten que medidas parciales "solo empujarán a quienes busquen asilo a situaciones peligrosas", como los secuestros por parte de traficantes de personas.

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El otro tema candente es la invasión de fentanilo en el territorio estadounidense por parte de los violentos cárteles mexicanos. El fentanilo, una droga sintética 50 veces más potente que la heroína fabricada con precursores desde China, marcará las discusiones sobre seguridad. Casi dos tercios de las 108.000 muertes por sobredosis registradas en Estados Unidos en 2021 involucraron opioides sintéticos. Y solo en 2022 se incautó más fentanilo del que se necesitaría para matar a toda la población de Estados Unidos, según la agencia antidrogas estadounidense (DEA).

Se espera que Biden solicite una mayor cooperación e intercambio de información con México. En la comitiva estadounidense se encuentra los secretarios de Estados de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y de Justicia, Merrick Garland. En 2021, ambos países anunciaron un giro a su política antidrogas, tras 15 años de una estrategia predominantemente militar. Desde su lanzamiento en 2006, México acumula unos 340.000 asesinatos y miles de desaparecidos, sin que los cárteles se hayan debilitado.

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AMLO impulsa una política de "abrazos, no balazos" que plantea aumentar la inversión social en zonas donde operan los cárteles para atacar las causas del narcotráfico. Pero mantiene operaciones como la que llevó a la captura, el pasado jueves en Culiacán, de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín "Chapo" Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos. Ese operativo dejó 29 muertos. Según la oficina de Garland, durante la visita también se abordará el tráfico de armas, en momentos en que México promueve dos demandas contra fabricantes estadounidenses.