Bolsonaro guarda silencio tras su derrota mientras su hijo asegura que no van a "desistir"

Más de 24 horas después de que se iniciara el recuento de votos tras las elecciones de Brasil, el todavía presidente, Jair Bolsonaro, no ha reconocido públicamente la victoria de Lula da Silva. La ausencia de cualquier tipo de pronunciamiento público tras su derrota ha avivado en las últimas horas las dudas sobre si aceptará los resultados o, por contra, seguirá la línea de Donald Trump en 2020. Mientras que el líder ultraderechista ha evitado tomar la palabra hasta el momento, el senador Flávio Bolsonaro, su hijo mayor, sí que emitió un comunicado a través de su cuenta de Twitter, pero sin llegar a explicitar su postura respecto a la validez de los comicios.

"¡Gracias a cada uno que nos ayudó a rescatar el patriotismo, que rezó, fue a la calle, dio su sudor por el país que está funcionando y dio a Bolsonaro la mayor votación de su vida! ¡Vamos a erguir la cabeza y no vamos a desistir de nuestro Brasil! ¡Dios al cargo!", se limitó a señalar el dirigente en un mensaje deliberadamente ambiguo desde su cuenta de Twitter. Se trata, sin embargo, del primer integrante de la familia del jefe de Estado que hace algún comentario sobre la votación. El derrotado sigue sin pronunciarse y tampoco hay constancia de que haya entrado en contacto con Lula.

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Bolsonaro, que recibió el 49,1 % de los sufragios, llegó a insinuar que no reconocería el resultado de las urnas en caso de perder, dentro de su campaña de descrédito contra el actual sistema electrónico de votación, que pareció dejar de lado en la recta final de la campaña.

El propio Lula, que asumirá de nuevo el poder el 1 de enero de 2023, tras gobernar entre 2003 y 2010, confesó en la víspera sentirse "mitad alegre y mitad preocupado". "Necesito saber si el presidente al que derrotamos va a permitir que haya una transición", expresó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) ante cientos de sus simpatizantes reunidos en la Avenida Paulista, en el centro de Sao Paulo.

El actual mandatario ha guardado silencio y casi un día después, de su núcleo político más duro, apenas se ha pronunciado su hijo Flávio.

Bloquean carreteras

Por el contrario, la victoria de Lula recibió un amplio respaldo institucional en Brasil y fue rápidamente reconocida por la comunidad internacional. Joe Biden, Emmanuel Macron o el propio Pedro Sánchez fueron algunos de los líderes internacionales que se apresuraron a felicitar al expresidente por su victoria, en un movimiento que se leyó como un claro respaldo a la democracia brasileña que sirviera para frenar cualquier tentación de poner en duda los resultados como hizo Trump en Washington en 2020.

Los de este año han sido los comicios presidenciales más ajustados de la historia de Brasil y también han sido los primeros en que un presidente pierde la disputa por la reelección desde que está permitida (1997). La tensión en el país es tal que este lunes seguidores, mayoritariamente camioneros, de Bolsonaro salieron a las calles para bloquear decenas de carreteras, entre gritos que niegan la validez de los comicios: "No aceptaremos el fraude".