Denuncian a los padres adoptivos de una niña que, según ellos, intentó matarles

'La huérfana' es una película de terror dirigida en 2009 por Jaume Collet-Serra. La historia trata sobre una pareja que adopta a una niña de 9 años, pero que tiempo después se descubre que es una adulta de 33 años que intenta asesinar a sus padres adoptivos. Esa historia de cine se parece mucho a la que asegura haber vivido un matrimonio estadounidense, que denuncia haber sufrido un fraude con la adopción de una niña de seis años.

Los protagonistas Kristine Barnett, de 45 años, y su ahora exmarido Michael, de 43. En el año 2010 decidieron adoptar a Natalia, una niña ucraniana que estaba en un albergue de Florida: les dijeron que tenía seis años, pero de acuerdo a su versión esa no era su verdadera edad: sostienen que era una mujer adulta que sufría enanismo.

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Siempre según la versión de la madre, ese mismo septiembre, Natalia había tratado de lanzarla contra una verja electrificada, por lo que la niña fue internada en una unidad psiquiátrica y sometida a tratamiento. Tras este momento, es cuando empieza a decir a la gente que tiene "más de 18 años", según una carta fechada el 24 de octubre de 2016 por el doctor Andrew McLaren, de la Clínica de la Universidad de Indiana.

¿Tenía realmente 22 años?

Un año después, los Barnett decidieron mudarse: dejaron a Natalia en un apartamento alquilado en Lafayette, en el estado de Indiana, y se mudaron a Canadá para cuidar de su otro hijo, Jacob, que padecía autismo y que se ha hecho famoso como físico. Sin embargo, no iba a ser tan fácil: Natalia se hizo unas pruebas de densidad ósea que, según informes médicos de junio de 2010 recogidos por la cadena NBC, determinarían que tenía ocho años, además de padecer displasia espondiloepifisaria congénita, un trastorno de los huesos que se traduce en baja estatura, anormalidades esqueléticas y, en ocasiones, miopía severa o pérdidas auditivas.

Eso llevó al Departamento del Sheriff del condado de Tippecanoe e emitir una orden de arresto contra Kristine y Michael, alegando que habían abandonado a Natalia en 2013 siendo una niña. Ambos se entregaron y han quedado en libertad bajo fianza mientras se celebra el juicio, aunque Kristine lo tiene claro y asegura al Daily Mail que fueron "víctimas de un fraude".

Unas pruebas de densidad ósea determinarían que Natalia tenía ocho años, además de padecer displasia espondiloepifisaria congénita

Los Barnett presentarán en el juicio diferentes pruebas, entre ellas los dibujos de Natalia en los que demostraba que quería matarlos: "Ella hacía pinturas diciendo que quería matar a los miembros de su familia: los enrollaría en una manta y los pondría en el patio trasero". La justicia tendrá que decidir si la niña ucraniana tiene 30 años, como aseguran sus padres adoptivos, o 15, tal y como ella asegura.