Sigue el 'juego de espías' en Corea del Norte: Kim fusila a su exembajador en España
Corea del Norte habría ejecutado al que fue embajador en España y líder de las negociaciones entre su país y Estados Unidos. Sus últimos meses fueron un 'juego de espías'
El exembajador de Corea del Norte en España Kim Hyok-chol ha acaparado los titulares de la prensa internacional tres veces este año. Primero, tras ser nombrado enviado especial para las fallidas negociaciones entre su país y Estados Unidos. Después, por el espectacular asalto a la que fuera su embajada en Madrid en febrero. Y este viernes, por su supuesta ejecución tras el colapso de las conversaciones nucleares entre Pyongyang y Washington.
Tampoco sería raro si volviera a las portadas por resurrecución espontánea, como ya ha sucedido con anterioridad con otros “ejecutados” por medios surcoreanos y en particular Chosun, el diario que ha revelado la noticia.
Por el momento, no ha habido información oficial desde Corea del Norte, ni confirmación de las autoridades surcoreanas. Sin embargo, la cadena de acontecimientos y el historial de arrebatos homicidas del dictador Kim Jong-un apuntan a que el exdiplomático pagó cara la decepción al “Líder Supremo”.
Según el medio surcoreano, el hombre que acompañó al propio Kim en su tren privado hasta Hanoi para su segundo encuentro con el presidente Donald Trump fue ajusticiado por un pelotón de fusilamiento acusado de traición y “dejarse conquistar por EEUU durante las pre negociaciones”.
"Kim Hyok Chol fue ejecutado en marzo en el aeropuerto de Mirim Airport junto con otros cuatro altos funcionarios de exteriores después de una investigación”, publicó Chosun, citando una fuente sin identificar. La información agrega que el régimen también ha castigado a Kim Yong-chol, otra figura clave en el diálogo enviándolo a un campo de trabajos forzados y reeducación ideológica.
El juicio de la revolución
Los medios oficiales del régimen no tienen alusiones recientes a Kim Hyok-chol ni a Kim Yong-chol. Pero el jueves, el periódico oficial del Partido de los Trabajadores publicó un artículo -sin mencionar nombres- donde hablaba de "traidores" que "no podrán evitar el severo juicio de la revolución".
Mientras, el Ministerio de Exteriores norcoreano también emitía un comunicado esta semana en el que se quejaba por la campaña de sanciones de Estados Unidos, incluyendo la incautación de uno de los mayores barcos cargueros del país, advirtiendo que "el uso de la fuerza no es monopolio de Estados Unidos".
La oficina presidencial surcoreana no quiso comentar el caso y en una rueda de prensa su portavoz, Ko Min-jung, dijo que "sería inapropiado sacar conclusiones apresuradas" sobre informaciones que aún están por confirmar. El Departamento de Estado estadounidense tampoco disponía de información independiente para verificar la noticia.
Negociación y asalto
No se ha vuelto a ver a Kim Hyok-chol en actos oficiales desde el encuentro Trump-Kim en la capital vietnamita de los días 27 y 28 de febrero, en la que no se llegó a ningún acuerdo por la líneas rojas trazadas: Washington, en su exigencia de una completa desnuclearización de la península coreana; Pyongyang, en el alivio inmediato de las sanciones. Las conversaciones se quedaron en el limbo y ambas partes cada vez más frustradas.
El exjefe de la delegación norcoreana en Madrid había sido expulsado del país en 2017 por por el gobierno de Mariano Rajoy como protesta a las pruebas nucleares y de misiles de Pyongyang, tres años después de abrir la primera legación de la hermética nación asiática. Desde entonces, se había convertido en un valor al alza en las movedizas tierras del poder norcoreano.
Sin embargo, no estaba clara su ascendencia sobre el cerrado grupúsculo de poder de Kim o su experiencia para negociar con los 'halcones' de la Casa Blanca como el secretario de Estado, Mike Pompeo o John Bolton, asesor de seguridad del presidente Trump.
"Este es un hombre que podría dar algún consejo táctico al líder, pero al final no era más que un mensajero con poco poder negociador o maestría política", dijo Michael Madden, experto sobre Corea del Norte en el Stimson Centre de Washington a la agencia Reuters.
El 22 de febrero, poco antes del encuentro entre ambos mandatarios, su nombre volvió a primera plana cuando un grupo armado de encapuchados asaltó la sede diplomática norcoreana en Madrid, tomando como rehenes al personal y llevándose documentos, móviles y ordenadores. Entre las hipótesis que manejaban las autoridades españolas es que el propósito era obtener información sobre Kim Hyok-chol antes de la cumbre de Hanoi.
Por esta operación se señaló a la CIA y a los disidentes de Cheollima, que buscan el derrocamiento del régimen norcoreano a toda costa. Ahora, la posible ejecución del primer y último responsable de esa embajada no hacen más que alimentar las especulaciones en este 'juego de espías' que parece no tener fin.
El exembajador de Corea del Norte en España Kim Hyok-chol ha acaparado los titulares de la prensa internacional tres veces este año. Primero, tras ser nombrado enviado especial para las fallidas negociaciones entre su país y Estados Unidos. Después, por el espectacular asalto a la que fuera su embajada en Madrid en febrero. Y este viernes, por su supuesta ejecución tras el colapso de las conversaciones nucleares entre Pyongyang y Washington.