Puigdemont compara la consulta europea con el 1-O: "Lo tendré en cuenta"
Tras años vendiendo que la Unión Europea acogería a una Cataluña independiente con los brazos abiertos, Puigdemont no perdona que las capitales cerraran filas con el Gobierno
A Carles Puigdemont aún le duele la falta de atención que los líderes europeos y los altos cargos comunitarios prestaron al referendo del uno de octubre. Tras años vendiendo que la Unión Europea acogería a una Cataluña independiente con los brazos abiertos, Puigdemont no perdona que las capitales cerraran filas con el gobierno español tras la declaración unilateral de independencia que pronunció el pasado octubre. Ni que no compren su argumentación de que sus acciones responden a la voluntad del "pueblo catalán", expresada en el referendo alegal del 1 de octubre.
Desde su refugio en Waterloo, dedicado a la "internacionalización" de la causa catalana, Puigdemont ha cargado contra la supuesta doble moral de los líderes europeas, a raíz del debate generado hoy sobre el cambio horario. "La Comisión Europea anulará el cambio de hora (sic) después del resultado de una consulta en el que ha participado menos del 1 % de la población (...) Lo tendré en cuenta cuando un dirigente europeo diga que el referendo del 1-O no vale porque en él participó el 43 % del censo", ha asegurado.
La @EU_Commission anul·larà el canvi d'hora després del resultat d'una consulta on ha participat menys del 1% de la població. Jo ho vaig fer i m'agrada la decisió. Ho tindré en compte quan un dirigent europeu digui que el referèndum 1O no val pq hi va participar el 43% del cens. https://t.co/DwNZ9UzkIT
— Carles Puigdemont 🎗 (@KRLS) August 31, 2018
En realidad, la comparación es difícilmente sostenible: la Comisión Europea no suprimirá el cambio de horario que cada año se hace en la Unión Europea, ya que no tiene potestad para ello. Sí que pondrá una propuesta legislativa sobre la mesa en ese sentido, aunque luego corresponderá a los Estados miembros y al Parlamento Europeo decidir si se aplica o no. Es decir, la consulta pública ha dado pie a la puesta en marcha del procedimiento legislativo ordinario y no a una medida unilateral.
El anuncio, por parte del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, de la medida ha creado una gran polémica. En la consulta pública han participado 4,6 millones de europeos, un porcentaje minúsculo de la población total de la UE, aunque supone una cifra récord respecto a la participación habitual en estos procesos consultivos. Puigdemont, de hecho, asegura haberse pronunciado en la encuesta a favor del fin de los cambios horarios.
A Carles Puigdemont aún le duele la falta de atención que los líderes europeos y los altos cargos comunitarios prestaron al referendo del uno de octubre. Tras años vendiendo que la Unión Europea acogería a una Cataluña independiente con los brazos abiertos, Puigdemont no perdona que las capitales cerraran filas con el gobierno español tras la declaración unilateral de independencia que pronunció el pasado octubre. Ni que no compren su argumentación de que sus acciones responden a la voluntad del "pueblo catalán", expresada en el referendo alegal del 1 de octubre.