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Españoles que votan en México: “Quieren asustar como en España con Podemos”
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UNA CAMPAÑA ELECTORAL PLAGADA DE POPULISMO

Españoles que votan en México: “Quieren asustar como en España con Podemos”

Los 130.000 españoles que viven en México conforman el segundo mayor número de extranjeros residentes en el país. Así ven la campaña para las cruciales elecciones del domingo

Foto: Votantes de Andrés Manuel López Obrador durante su mitin de cierre de campaña, en Ciudad de México. (Reuters)
Votantes de Andrés Manuel López Obrador durante su mitin de cierre de campaña, en Ciudad de México. (Reuters)

“Me gusta López Obrador porque México necesita un cambio”, dice Jimena. “Votaré a Anaya. Sinceramente no me gusta ningún candidato, pero no quiero que llegue Obrador”, comenta José Manuel. “Mi voto será nulo porque la campaña ha sido un chiste, hay una ausencia de ideología brutal y un populismo desbordante”, opina Francisco. Así de dispar se presenta el voto de la heterogénea comunidad de españoles que también tienen nacionalidad mexicana de cara a las elecciones de este domingo. Y es que los 130.000 españoles que viven en México conforman el segundo mayor número de extranjeros residentes en el país, un grupo en el que muchos disfrutan de ambas nacionalidades debido a los fuertes vínculos históricos entre los dos países.

Muchos son descendientes de españoles emigrados a México a inicios del siglo XX. Otros, en cambio, obtuvieron la nacionalidad al casarse con un mexicano o mexicana y, un tercer grupo, son españoles que llegaron a México tras la crisis de 2008 y terminaron asentándose en el país, una variedad de orígenes que se traduce en un variopinto voto en el que se encuentran desde seguidores de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el gran favorito en las encuestas, a sus acérrimos detractores. “Obrador es el único que trata de poner freno a la voracidad de los que se creen dueños del país”, opina Fernando. “Su discurso es una copia de todo lo que decía Chávez, es un peligro”, ataca José Manuel.

Tres son los candidatos con posibilidades de ganar: AMLO, candidato anti-establishment por el partido de izquierda Morena; Ricardo Anaya, por el derechista PAN, y José Antonio Meade por el PRI, partido institucionalista que ha gobernado México durante más de 70 años. “El PAN es más como si fuera el PP y Morena (de Morena) se parece en cierto modo a Podemos, mientras que el PRI no tiene una ideología clara, a veces ha sido de izquierda y otras super neoliberal”, detalla a grandes rasgos Javier, jienense de 38 años afincado en México desde hace más de una década.

Foto: El candidato izquierdista, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, durante un acto de campaña el estado de Veracruz, México. (EFE)
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Javier vive en el sureño estado de Yucatán, territorio que concentra muchos seguidores de AMLO, un político que se presenta por tercera vez como candidato. En 2006 estuvo a punto de ser presidente, pero perdió por una mínima diferencia de 250.000 votos frente a Felipe Calderón (PAN). Luego, en 2012, fue derrotado de nuevo, esta vez por el actual presidente Enrique Peña Nieto, un líder que durante su Sexenio ha registrado bajísimos índices de popularidad. “Veo un AMLO menos combativo que en 2006”, dice Javier, “siento que tiene un discurso de izquierda menos radical para tratar de obtener el voto del centro”, añade.

Y es que diversas encuestas dan a López Obrador una ventaja oceánica frente a sus seguidores. Según 'Reforma', AMLO se llevará el 52% de los votos, mientras que Anaya obtendrá un 26% y Meade un 19% de los apoyos. Con una ventaja tan enorme, el candidato anti-establishment ha optado por mantenerse ambiguo en algunos temas polémicos a cambio de no ser tachado de "discípulo" de Hugo Chávez o de Nicolás Maduro. Sobre todo, porque algunas de las ideas de Obrador ponen los pelos de punta a los inversores, como sus amenazas sobre detener la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México o eliminar la reforma energética de 2013, que permitió de nuevo la inversión privada en el sector que estaba monopolizado por Pemex desde hace 70 años.

Para Francisco, valenciano que trabaja de profesor universitario en México desde 2011, ha sido una campaña electoral “cargada de populismo” en la que los candidatos no se han preocupado por defender un proyecto de país, sino en azuzar la incertidumbre y el miedo para evitar que la gente vote por Obrador. “Es una campaña plagada de populismo y poca ideología, un circo en el que los candidatos sólo se han centrado en atacarse”, indica Francisco, quien votará por primera vez en unas elecciones en México.

placeholder El candidato Andrés Manuel López Obrador saluda a simpatizantes durante el mitin de cierre de campaña, en Ciudad de México. (Reuters)
El candidato Andrés Manuel López Obrador saluda a simpatizantes durante el mitin de cierre de campaña, en Ciudad de México. (Reuters)

"Votar al PRI y al PAN es un sinsentido"

Seguir votando al PRI y al PAN es un sinsentido tras décadas de expolio”, comenta Jimena. Hija de mexicanos de ascendencia española y criada en Vigo, Jimena emigró a México hace tres años en busca de unas oportunidades profesionales que no encontraba en España. “En México hay mucha pobreza y hace falta avanzar mucho en servicios públicos como educación o sanidad, dos áreas en las que veo que AMLO tiene más interés que los otros candidatos”, señala.

“Cuando dicen que nos vamos a convertir en Venezuela es un comentario irresponsable. Quieren asustar como en España con Podemos”, dice Fernando, nacido en México y nieto de abuelos españoles. Fernando, de 45 años, vivió en España desde 2006 hasta inicios de este año y volvió a México para terminar su doctorado. Él votara por AMLO porque le gusta el candidato y, además, desprecia la corrupción que ha caracterizado los gobiernos del PRI y del PAN. Sin embargo, rechaza la idea de que Obrador sea un de Pablo Iglesias sin coleta. “Pablo es un académico y AMLO se formó desde abajo, no tienen nada que ver”, puntualiza Fernando, “incluso, me atrevería a decir que Pablo es más rojo que Obrador”.

Al igual que Iglesias, AMLO es un líder carismático que aglutina el voto del descontento con los partidos tradicionales, PP y PSOE en España; PRI y PAN en México, dos agrupaciones políticas que han dirigido ininterrumpidamente el país durante más de 80 años. Así, Morena juega la carta de Podemos de ser los representantes de los de abajo, contra los de arriba. Es decir, divide el mundo entre los buenos, el pueblo que Morena dice representar, y la ‘Mafia del Poder’, los empresarios y políticos corruptos, la ‘casta’ a la que tanto se ha referido Podemos.

Tiene una estrategia política centrada en dividir a las personas, en generar rencor social. Y eso no me gusta”, dice Rodolfo, de 31 años. Hijo de padre asturiano que llegó a México en los 80, Rodolfo duda si entregar su voto a Meade o Anaya. “Meade, que ha sido ministro con el PRI y el PAN, se me hace excelente como candidato, pero es que el Gobierno del PRI en este sexenio ha sido terrible”, añade.

placeholder El candidato conservador de la Coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, en el cierre de campaña en la ciudad de León, Guanajuato. (EFE)
El candidato conservador de la Coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, en el cierre de campaña en la ciudad de León, Guanajuato. (EFE)

Desde el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, hasta el escándalo de la Casa Blanca que salpicó a Peña Nieto, el sexenio 2012-2018 ha estado plagado de casos de corrupción que han golpeado a pesos pesados 'priistas' como el presidente, miembros de su gabinete y varios gobernadores de estados; personas que estaban encaminadas a dirigir el nuevo PRI. Además, con unos niveles de impunidad escalofriantes. México, por ejemplo, no ha sancionado a ningún funcionario público por el escándalo de Odebrecht, a pesar de que extrabajadores de la empresa han aceptado haber entregado sobornos a las autoridades mexicanas.

“Mi padre llegó de otro país y en busca de oportunidades dentro de los gobiernos del PRI las encontró. Aunque es un partido que ha sido nocivo, tengo confianza en que Meade sea diferente. Quizá es muy injusto por todos los escándalos en los que está envuelto el PRI, pero yo no arriesgaría el futuro de un país a un candidato que se basa en generar rencor y dividir a las personas”, considera Rodolfo, quien trabaja de en una agencia de publicidad y teme que pueda haber menos inversión en el sector debido al miedo de las multinacionales a López Obrador.

La comunidad gallega en México tiende a votar al PRI, ya que sus dos presidentes han ayudado significativamente a los españoles

Los temores a este señor no son infundados, son reales”, dice José Manuel, “es un tipo que cambia de discurso constantemente”. De 40 años, es hijo de inmigrantes gallegos llegados a México tras la Guerra Civil, una comunidad en la que muchos llegaron sin nada, pero en la que varias familias han creado un patrimonio considerable montando negocios. “Hay gente que ha hecho grandes fortunas. A lo mejor si nos hubiéramos quedado en Galicia estaríamos ahora arando las tierras, en cambio tenemos una vida cómoda a base de currar todo el santo día”, matiza.

La comunidad gallega en México, explica José Manuel, en general tiende a votar al PRI, ya que dos presidentes priistas han ayudado significativamente a los españoles. Primero, el presidente Lázaro Cárdenas permitió la llegada de miles republicanos en la década de los 30. Y, segundo, López Portillo (1976-1982), de ascendencia española, fue el presidente que restableció las relaciones con España en 1977, rotas desde la Guerra Civil. “El 80% son priistas, aunque los más jóvenes tienden más hacia el PAN”, comenta José Manuel, quien habla con un marcado acento español a pesar de haber nacido y crecido en México.

“No conozco ningún paisano que vaya a votar por Obrador, es más, sé de gente que está sacando dinero y llevándoselo a bancos españoles. Hay miedo”, continua el español-mexicano. “Y si se vuelve un Maduro o un Chávez, pues ni modo, se vuelve a la terriña”, concluye.

“Me gusta López Obrador porque México necesita un cambio”, dice Jimena. “Votaré a Anaya. Sinceramente no me gusta ningún candidato, pero no quiero que llegue Obrador”, comenta José Manuel. “Mi voto será nulo porque la campaña ha sido un chiste, hay una ausencia de ideología brutal y un populismo desbordante”, opina Francisco. Así de dispar se presenta el voto de la heterogénea comunidad de españoles que también tienen nacionalidad mexicana de cara a las elecciones de este domingo. Y es que los 130.000 españoles que viven en México conforman el segundo mayor número de extranjeros residentes en el país, un grupo en el que muchos disfrutan de ambas nacionalidades debido a los fuertes vínculos históricos entre los dos países.

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