Las causas de la caída en desgracia del árabe más rico del mundo
Purga sin precedentes en Arabia Saudí. Con la detención de 11 príncipes y cuatro ministros el rey Salman consolida el poder de su hijo en medio de las luchas internas que sacuden el reino
Las luchas internas por el poder en Arabia Saudí han provocado la caída de uno de los hombres más ricos del mundo. El príncipe Al Waleed ben Talal, un conocido billonario con participaciones en compañías occidentales como Apple, Citigroup o Twitter, sobrino del rey Salman ben Abdulaziz, se encuentra entre los once príncipes, cuatro ministros y decenas de exministros detenidos por orden de un comité anticorrupción creado horas antes de una purga sin precedentes que ha sacudido al país.
Apodado “el Warren Buffet árabe”, la fortuna de Ben Talal está valorada en 18.700 millones de dólares. El príncipe inversor, presidente y dueño de un 95% del Kingdom Holding Company, es el árabe más rico del mundo y ocupa el puesto 45º en la lista de millonarios de la revista 'Forbes'. Hizo su fortuna en el petróleo para, más tarde, derivar sus inversiones hacia otros sectores, como News Corp o la cadena hotelera Four Seaons. Su arresto ha afectado a las bolsas de Arabia Saudí, Dubái y Qatar.
El magnate árabe de 62 años incluye entre sus títulos el de 'salvador' de Donald Trump: en 1991 adquirió su yate “Princesa Trump” y cuatro años más tarde invirtió en el hotel Plaza de Nueva York, por aquel entonces hundido por las deudas. Sin embargo, durante la campaña de las presidenciales en EEUU ambos protagonizaron un rifirrafe cuando Ben Talal criticó la promesa de Trump de instaurar un veto migratorio contra países musulmanes. “El zopenco de Waleed ben Talal quiere controlar a los políticos estadounidenses con el dinero de su papi. No podrá hacerlo cuando gane”, respondió el magnate neoyorquino en Twitter.
Consolidar el poder del príncipe
Es una purga ordenada por el príncipe para eliminar a sus rivales. Ben Salman controla ahora Defensa, el servicio de Inteligencia... todos los contrapesos a su poder
Oficialmente, las detenciones se engloban dentro de la campaña impulsada por el rey Salman para luchar contra la corrupción, para la que ha creado un comité específico dirigido por el príncipe heredero, Mohamed ben Salman, con potestad para emitir órdenes de arresto y prohibiciones de viajar al extranjero, además de congelar los bienes de los investigados. No obstante, los expertos enmarcan la operación dentro de la lucha contra quienes rechazan el liderazgo del joven príncipe Ben Salman, de 32 años, artífice de la nueva corriente reformista. Poner en la diana a príncipes y ministros en activo supone una escalada en la campaña de arrestos que han lanzado los líderes del Reino.
El movimiento ordenado por el rey -que incluye la destitución del responsable de la Guardia Nacional, el comandante de la Armada y el ministro de Economía- aumenta considerablemente el poder su hijo, al consolidar su control sobre las instituciones de seguridad del Reino, durante años en manos de poderosas ramas de la familia real. El príncipe Mohamed ya ocupa el cargo de ministro de Defensa y ha sido responsable de la intervención saudí en la guerra de Yemen, dictar una política energética que tiene consecuencias globales y diseñar los planes para construir un futuro más allá del petróleo.
El arresto de miembros de la familia real que en el pasado fueron intocables es el ejemplo más claro hasta la fecha de la estrategia del príncipe Mohamed para aplastar a sus potenciales rivales o a los críticos con sus decisiones. El ascenso de Ben Salman -considerado el auténtico responsable de la política del reino desde que su padre ocupó el trono en enero de 2015- ha puesto en su contra a miembros más veteranos de la familia Al Saud, que tradicionalmente ha gobernado por consenso.
"La decisión del rey de sustituir al antiguo heredero, Mohamed ben Nayef, el hombre fuerte del país, generó el rechazo de muchos sectores. (La operación) es una purga ordenada por el príncipe para eliminar a sus rivales. Ben Salman controla ahora Defensa, el servicio de Inteligencia... todos los contrapesos a su poder. Se ha convertido en la persona que aglutina más poder en el país en mucho tiempo. Al nombrarle heredero, el rey Salman ben Abdulaziz se ha saltado a una generación que llevaba décadas esperando su turno y que ha sido desplazada. Actualmente, hay más de 100 príncipes en detención administrativa, incluido el antiguo heredero desde hace seis meses", explica a El Confidencial Ignacio Álvarez-Ossorio, profesor de Estudios Árabes en la Universidad de Alicante y coordinador de Oriente Medio y Magreb en la Fundación Alternativas.
Otros príncipes detenidos
Al frente de la Guardia Nacional, el príncipe Mobeib ben Abdulah será sustituido por el príncipe Jaled ben Ayaf por motivos no especificados oficialmente. El ministro de Economía y Planificación, Adel al Faqieh, ha sido relevado por Mohamed al Tuwaiyri, también por causas no aclaradas por la casa real. El comandante de la Armada, el almirante Abdulah ben Sultan será reemplazado por el hasta hoy vicealmirante Fahd bin Abdulah al Gifaili.
Entre las detenciones que han trascendido -es probable que haya más arrestados de los que no se tiene noticia- destacan las de los príncipes Meteib ben Abdullah, Khaled Tuweijiri, Al Walid Ibrahim y Adel Faqieh. También está entre los detenidos Turki ben Naser, dueño de la sociedad Barcelona Project y propietario del Hotel Juan Carlos I de la capital catalana. En cuanto a Ben Talal, "su detención significa que el príncipe heredero no se detiene ante nadie. Es la principal fortuna del país. También que, tal vez, Mohamed ben Salman no esté midiendo bien sus fuerzas", añade Álvarez-Ossorio.
Las luchas internas por el poder en Arabia Saudí han provocado la caída de uno de los hombres más ricos del mundo. El príncipe Al Waleed ben Talal, un conocido billonario con participaciones en compañías occidentales como Apple, Citigroup o Twitter, sobrino del rey Salman ben Abdulaziz, se encuentra entre los once príncipes, cuatro ministros y decenas de exministros detenidos por orden de un comité anticorrupción creado horas antes de una purga sin precedentes que ha sacudido al país.