Así es la isla de Mamula, el ex campo de concentración que será un hotel de lujo

Un pasado oscuro y lleno de muerte se convertirá ahora en un lugar para el descanso, el relax y el lujo. Ubicado en el mar Adriático, un campo de concentración utilizado por Benito Mussolini durante la Segunda Guerra Mundial se convertirá en un exclusivo hotel donde los clientes disfrutarán de la costa en su máximo esplendor. La isla de Mamula, perteneciente a los dominios de Montenegro, tiene 200 metros de diámetro que se encaprichan perfectos para los artífices de la idea.

La constructora Orascom Developing Holding así lo ha confirmado en declaraciones a la revista 'Forbes': “Crearemos un museo con el mejor restaurante y el mejor hotel del Mediterráneo”, asegura Samih Saviris, presidente de la compañía que edificará el lujoso resort. De esta manera, Orascom confirmaba que las muertes ocurridas en el campo de concentración no caerían en el olvido y se destinaría a su memoria un lugar específico donde se narrara sus historias.

La isla se llama así en honor al general austrohúngaro Lazar Mamula, ideólogo del fuerte que se levantó para proteger la entrada marítima al imperio

La polémica surgió después de que la firma –de capital egipcio y suizo– comunicara su intención de convertir la isla de Mamula y su antiguo campo de concentración en un lugar de ocio y esparcimiento. Pese a las protestas provenientes de varios colectivos y de los familiares de los fallecidos en el lugar, el Parlamento de Montenegro dio su aprobación para que el proyecto siguiera adelante.

Ahora, más de 70 años después de que terminara la Segunda Guerra Mundial, los diputados han decidido dar el visto bueno a la idea. Mamula forma parte del patrimonio cultural del país y sólo el Parlamento puede permitir que la isla se destine a cualquier otro tipo de actividad que no sea la actual, en la que decenas de turistas la visitan como parte de un tour cultural donde se contemplan las antiguas celdas de los prisioneros.

El nuevo hotel, del que aún se desconoce el coste que tendrá alojarse en sus habitaciones, dispondrá de múltiples piscinas, restaurantes, instalaciones lúdicas y terrazas en los 31.800 metros cuadrados habilitados para ello. Además, el resort ofrecerá un servicio de taxis acuáticos que desplazará a los clientes desde la isla hasta la costa montenegrina.