Mujeres candidatas al Gobierno: marionetas en la obsoleta jerarquía masculina de Polonia

El próximo 25 de octubre la sociedad polaca está llamada a las urnas para decidir los nombres que ocuparán el Congreso y Senado en la próxima legislatura. Lejos de registrarse como unos comidos generales más, las elecciones de este domingo quizá pasen a la historia por ser las primeras en las que el sexo femenino cobra una importancia reseñable: nada menos que tres mujeres se postulan como favoritas en campaña, teniendo una de ellas serias posibilidades de convertirse en primera ministra del país.

La situación sorprende por el contexto costumbrista de Polonia, donde los valores tradicionales de familia y la doctrina católica están fuertemente arraigados. Sin embargo, algunos ven en este cambio de dirección la constatación de que el país sigue engranado dentro de una estructura de poder masculino. Según publica AP, algunos expertos apuntan a que los hombres con menos peso de los partidos habrían utilizado a las mujeres para rentabilizar el cansancio de los electores ante una política inmovilista que les aburre.

De esta manera, tal y como sugieren estos estudiosos, los nombres femeninos de la actual primera ministra Ewa Kopacz –Plataforma Ciudadana–, Beata Szydlo –Ley y Justicia– y Barbara Nowacka –Tu Movimiento– solo serían el trampolín desde el que impulsar a sus respectivos partidos a la victoria electoral. “Las mujeres se han convertido en instrumentos de juego político”, asegura el analista Kazimierz Kik en el anteriormente citado medio de comunicación.

"Los jefes de partido saben que muchos votantes están en su contra y no pueden ganar. Como las mujeres tienen un carácter más suave y no ponen en peligro su posición como líderes, las ponen por delante de ellos para darle la vitoria a su formación”, argumenta este experto polaco. Según esta teoría, Beata Szydlo solo sería la 'marioneta' que Jaroslaw Kaczynski –uno de los fundadores de Ley y Justicia y ex primer ministro de Polonia – para ascender su partido al Gobierno y actuar como 'mente pensante' de todas las medidas que proponga su formación.

Por ahora, habrá que esperar para saber si realmente Kaczynski lleva a cabo lo que algunos consideran como un intrincando plan. Sin embargo, lo que sí se prevé como seguro es que tras las elecciones del 25 de octubre el Parlamento polaco quedará dominado por formaciones de derecha y centro-derecha más o menos liberal. Además, esta prevalencia de ideas aseguran un nuevo periodo donde aumente el papel del Estado en la economía, donde la Iglesia católica se inmiscuya más en la vida académica y donde se tome distancia con las directrices de la Unión Europea.